Ciudad de México, 12 de febrero (SinEmbargo).– Alberto Baillères González, presidente de Grupo Bal y el tercer hombre más rico de México, anunció su entrada a la industria petrolera nacional mediante la creación de su nueva empresa energética llamada Petrobal, que se encargará de tener una participación activa dentro de la exploración y producción de hidrocarburos. Expertos en el sector aseguran que su llegada a esta industria da certeza y envía en mensaje de que sí conviene invertir en energía bajo las condiciones de la Reforma Energética, en un momento de incertidumbre por los bajos precios del petróleo y las inconsistencias en los contratos de la Ronda Uno.
"Grupo Bal informa que a partir del 11 de febrero se incorpora el Ingeniero Carlos Morales Gil como Director General de PetroBal, una nueva compañía de Grupo Bal", informó la compañía en un comunicado.
Morales Gil renunció hace un año a su cargo como jefe de la subsidiaria Pemex Exploración y Producción, donde se mantuvo durante casi una década en la ahora Empresa Productiva del Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex). Sin embargo, en ese paso, también estuvo envuelto en escándalos, como el del caso Oceanografía.
EL HOMBRE "TOTALMENTE PALACIO"
Alberto Baillères es el tercer hombre más rico de México, con una fortuna estimada en 12 mil 400 millones de dólares. Es economista y propietario de la primera minera que cotizó en la Bolsa de Londres. También es dueño de la cadena de almacenes más exclusivos de México, Palacio de Hierro, y de empresas que van desde aseguradoras, ganaderas y, ahora, petroleras.
Es, además, heredero de un linaje empresarial, pues se sabe que tanto su abuelo como padre eran genios en los negocios. Por ejemplo, su padre, Raúl Baillères, fundó en 1946 el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
De acuerdo con el índice de multimillonarios publicado el 12 de diciembre del año pasado por la agencia de noticias Bloomberg, el cual monitorea diariamente la fortuna de los empresarios con base en las cotizaciones que tienen sus compañías en los mercados bursátiles. cuatro hombres concentran la mayor riqueza del país: Alberto Baillères, Carlos Slim Helú, Germán Larrea Mota Velasco y Ricardo Salinas Pliego.
A partir de 2001 convirtió su afición por la tauromaquia en un tema empresarial y compró 12 plazas de toros en el país. No obstante, es ganadero desde 1969, desarrollando casi por 40 años esta actividad. Creó la empresa DEMSA, que gestionó por más de 15 años la Plaza México. Aunque en 2001 cambió el nombre a Espectáculos Taurinos de México mejor conocida por ETMSA.
Es dueño de las ganaderías de San Miguel de Mimiahuapan, Begoña, Zalduendo, San Martín y las plazas de Aguascalientes Monumental y San Marcos, Guadalajara, Monterrey, León, Ciudad Juárez, Irapuato, Acapulco, Mérida: plaza de toros La Mérida y El Coliseo Yucatán.
A finales de enero pasado, el empresario mexicano incursionó en Europa a través de la creación de Fusión Internacional de la Tauromaquia (FIT), que surgió a partir de una alianza estratégica entre los empresarios Simón Casas, de nacionalidad francesa, y José Coutiño, español, concentrando así a las tres aficiones más importantes del mundo. Dicho anuncio contó con el matador retirado Antonio Barrera en representación de ETMSA.
Entre sus compañías se encuentran Palacio de Hierro, Grupo Peñoles, Bal Holdings –el principal productor mundial de plata–, Valores Mexicanos Casa de Bolsa, Agropecuaria Bal y Técnica Administrativa Bal.
Desde el comienzo de la administración del Presidente Enrique Peña Nieto, el llamado “Rey de la plata” ha perdido alrededor de 8.5 millones de dólares diarios, según estimaciones de expertos.
Su empresa minera Peñoles, y su subsidiaria Fresnillo, sufrieron la salida de inversionistas ante la volatilidad de los precios en el mercado de metales, principalmente del oro y la plata y el oro, lo que ha afectado en buena medida su fortuna.
Aunque esto sólo ha sido mala suerte, ya que por parte del Gobierno federal y la aprobación de la Reforma Fiscal, que aplicó mayores impuestos a la actividad minera nacional y a las bebidas azucaradas, industria en la que Alberto Baillères también participa a través de Femsa.
De acuerdo con el libro Elites del poder económico en México, de Iago Santos Castroviejo, Alberto Baillères participa activamente en cinco empresas del Grupo Bal, además en Fomento Económico Mexicano (Femsa).
“Detenta 69 por ciento de Peñoles e indirectamente Fresnillo, cuyo 77 por cineto del capital es detentado por Peñoles —Black Rock detenta otro 11 por ciento—, el 91 por ciento de GPH, el 69 por ciento de GNP —BBVA detenta otro 8 por ciento— y el 73 por ciento de GPR, además de casi el 10 por ciento de Femsa, sobre la que en principio no tiene control mayoritario”, según el texto.
Asimismo, destaca que Baillères pertenece al consejo de administración de Grupo Televisa.
AHORA LA INDUSTRIA PETROLERA
Sobre su participación en el sector energético mexicano, Miriam Grunstein Dickter, académica asociada al Centro México de la Universidad de Rice, dijo que a pesar de las oportunidades mermadas por la caída de los precios, inversiones a mediano y largo plazo podrían compensar la Reforma Energética.
“Muchos empresarios mexicanos se están interesando en las operaciones de exploración y producción. Y gente con muchos medios como Baillères hasta otras como jóvenes trabajadores de Pemex que están interesados en abrir sus propias y pequeñas petroleras”, expuso.
“El tema aquí es que se trata de actividades altamente especializadas, pero en el caso de la empresa de Baillères, tiene un gran petrolero encabezándola. Aunque un gran petrolero no hace una empresa, se necesita también de trayectoria, de experiencia y la CNH [Comisión Nacional de Hidrocarburos] dependiendo del proyecto está pidiendo cantidades muy importantes de capital contable y Baillères siendo muy rico, no hubiera podido acreditarse como operador para aguas someras, porque se requerían mil millones de dólares o bien, 10 millones de dólares en activos, es muchísimo dinero para un hombre tan rico como Baillères”, agregó.
Por su parte, Arturo Carranza Guereca, analista de Solana Consultores, dijo que esta noticia es la expresión más clara de las oportunidades de inversión que arroja la Reforma Energética.
“En una coyuntura compleja dentro del sector energético, motivada por la caída de los precios del petróleo, el empresariado mexicano manda una señal positiva en torno a la confianza que, como inversionistas, tienen en el país”, afirmó el experto, y agregó que “las empresas mexicanas tienen la capacidad y el talento suficiente para competir de “tú a tú” con empresas de otros países”.
En este sentido, Petrobal, como empresa mexicana, tiene el reto de impulsar el talento mexicano, de apostar por los ingenieros y a otros profesionistas nacionales que demandan ofertas de trabajo de calidad. “Como empresa mexicana, también tiene el reto, y seguramente así lo hará, de cumplir cabalmente con la normatividad, de ser un ejemplo de negocio”, agregó el analista.
Los posibles competidores directos de Petrobal podrían ser Sierra, el consorcio de Pacific-Rubiales con Alfa, y Grupo Carso. “Aunque lo interesante aquí es que la de Slim no tiene un operador petrolero tripulándola, que conoce el subsuelo mexicano con la palma de su mano. Esto le da tremenda ventaja competitiva”, informó Grunstein.
FACTOR CARLOS MORALES GIL
Grupo Bal informó que Petrobal sea dirigida por Carlos Morales Gil, quien el 7 de febrero del año pasado renunció a la dirección de Pemex Exploración y Producción (PEP), y quien también fue investigado por el caso Oceanografía.
La empresa dijo que Morales Gil se incorporará el miércoles como director general de Petrobal. Sin embargo, en abril pasado el diario Reforma informó que Morales Gil era investigado por la Procuraduría General de la República (PGR) junto con 20 ex funcionarios más por el caso Oceanografía.
De acuerdo con el reporte, el ex funcionario de Pemex habría beneficiado ilegalmente a la empresa de Amado Yáñez Osuna, con la adjudicación de 321 contratos por 8 mil 744 millones de pesos en el periodo de 2010 y 2012.
Su renuncia a PEP ocurrió días antes de que la Secretaría de la Función Pública (SFP) inhabilitara a Oceanografía, y de que se llevara a cabo la investigación entre Banamex y Petróleos Mexicanos (Pemex) que halló contratos que no estaban respaldados por la petrolera.
Respecto al tema, Miriam Grunstein dijo que “es normal que un ex petrolero mexicano migre a una empresa en el momento en que sale de Pemex y se abre a la participación privada, es un paso lógico. Ya pasó su periodo de inhabilitación, no se le ha condenado de nada, si tiene ilícitos de por medio, nadie lo ha llevado a juicio sobre nada, entonces por más que haya rumores, el señor es inocente”.
Aunque, también planteó, “sin duda, Carlos Morales es una de las personas que mejor conoce la geología mexicana y es un petrolero de grandes conocimientos pero en términos de reputación, su renuncia dejo un sabor amargo, tanto dentro de Pemex como fuera”.
La especialista añadió que “la nota que recientemente salió en prensa norteamericana sobre la plataforma que nunca llegó a aguas mexicanas podría ser indicativo de cosas que no se hacían en apego a la legalidad. Ahora, a Carlos Morales no se le ha acusado de nada, no se le ha juzgado ni condenado de nada, pero es una cuestión de reputación”.
En este sentido, reconoció, Carlos Morales tiene una ventaja competitiva muy grande. “Creo que también por eso renunció, era una figura demasiado pesada, con demasiado poder que podía incluso marcar un contrapeso para la Reforma Energética, entonces Baillères escogió a un hombre con mucho valor por sus conocimientos y experiencia”, dijo la académica.
Arturo Carranza informó que Morales “es uno de los hombres de mayor experiencia dentro de la industria petrolera. Su conocimiento técnico contribuirá a que los trabajos de Petrobal se desarrollen con la más alta calidad posible”.
“Valdría la pena recordar, además, que en sus más de 40 años como servidor público, él siempre impulsó a los ingenieros mexicanos. Por ello, resulta lógico pensar que este impulso se repetirá desde el sector privado”, destacó.
Por lo que su participación dentro de Petrobal puede dar una visión profunda y de mucha calidad sobre las reservas mexicanas, que “ojalá lo use para aumentar la producción y aumentar el valor en el país y no para hundir a sus competidores únicamente en beneficio suyo”, agregó.
Carranza dijo que “esta competencia, esto es importante señalarlo, debe de darse sobre la base de reglas claras y de fácil ejecución, que no hagan distinciones en favor de nadie y que procuren que los beneficios se repartan entre todos los sectores de la sociedad mexicana”.