Ciudad de México, 12 de febrero (SinEmbargo).–Los gatos aman las cajas. Y un estudio realizado por la Universidad de Utrcht explica el por qué si un gato tiene para elegir entre juguetes caros y torres diseñadas para él, prefiere una caja de cartón de cinco pesos.
Varios investigadores buscaron determinar exactamente qué ofrecían los espacios reducidos a los gatos. El estrés de los gatos se ve considerablemente reducido cuando se encuentran dentro de una caja, de acuerdo con el estudio publicado en el Diario de la Ciencia de Comportamiento Animal Aplicada.
Los gatos domésticos pueden experimentar estrés y padecer esto puede tener gran impacto en el bienestar y salud de los felinos. Para llegar a esta conclusión, se realizó un estudio con 19 gatos de un refugio alemán, donde les asignaban a cajas 10 y a los otros 9 no.
Los gatos con cajas, mostraron una fácil recuperación para adaptarse a un nuevo ambiente, comparado con los gatos que no tenían cajas.
"Las experiencias de estrés en los gatos pueden provocar una mayor incidencia de las enfermedades infecciosas en los refugios debido a los elevados niveles de cortisol que les ocasionan inmunodeficiencia", explica los investigadores sobre el estudio.
El estudio se llevó a cabo durante dos semanas con los estudios de estrés de gatos de Kessler y Turner, los cuales mostraron una variación entre los dos grupos de gatos en cuanto a niveles de reducción de estrés.
Estos hallazgos sugieren que los gatos que encuentran en una caja de cartón un escondite, son capaces de una rápida adaptación que aquellos que no tienen una.
En resumen, la caja para esconderse parece ser un recurso enriquecedor para el gato, que con ella puede hacer frente a los diferentes actores en su entorno que le puedan ocasionar estrés.
Los investigadores explicaron que se requieren de más investigaciones para estudiar los demás efectos que proporcionan las cajas de escondites para los felinos, sus efectos a largo plazo y la correlación con frecuencias de brotes de enfermedades infecciosas.
Los gatos pueden sufrir en silencio el estrés: pueden dormir escondidos, muchas veces debajo de las camas, defecar en varios lugares que no son comunes o a los que no están acostumbrados, rasguñan mucho y se lamen a sí mismos en exceso.