Ciudad de México, 6 de febrero (SinEmbargo/dpa) - El fabricante alemán de armas Heckler & Koch (H&K), acusado de exportar a México los fusiles que fueron empleados en la matanza de los 43 normalistas de Ayotzinapa el pasado 26 de septiembre en Iguala, Guerrero, suministró muchos más fusiles del tipo G36 a México de los que divulgó el Gobierno en Berlín en su informe anual de exportaciones de armas, reveló el semanario alemán Der Spiegel.
Según la revista, que sale mañana a la venta, la empresa germana exportó unos 10 mil 100 fusiles de asalto a México, unos mil 500 más que los declarados.
Spiegel se basa en datos del llamado Libro de Armas de Guerra de Heckler & Koch, un documento que están obligados a rellenar por ley las empresas exportadoras de armas en Alemania sobre el destino de sus productos. La lista fue suministrada a pedido del Diputado verde Hans-Christian Ströbele.
Heckler & Koch es investigado desde hace años en Alemania por la supuesta exportación ilegal de fusiles G36 a la policía de estados mexicanos especialmente convulsos.
El Gobierno alemán dio permisos de exportación al fabricante desde 2006 con la condición de que no enviara armas a los estados de Chiapas, Chihuahua, Jalisco y Guerrero.
Pero en los años siguientes aparecieron indicios de que se violó ese requisito, por lo que el grupo es investigado desde 2010 por la Fiscalía de Stuttgart.
También se investiga si los fusiles de la marca germana fueron empleados en la matanza de los 43 estudiantes en la ciudad de Iguala, en el estado de Guerrero.
"Por fin se acabaron el juego de las escondidas y el secretismo en el ministerio y en la administración", cita la revista al veterano Diputado verde.
El 20 de diciembre del año pasado, el partido de Los Verdes presentaron una iniciativa en el Parlamento alemán para instar al gobierno de Berlín a apoyar con medios y expertos a las organizaciones que investigan la desaparición de los 43 estudiantes.
Los diputados opositores denunciaron que “la corrupción, la impunidad y la falta de transparencia” está instalada en las estructuras del Estado mexicano y reclaman una respuesta.
Por estos hechos, el 25 de diciembre, familiares de los normalistas desaparecidos en Iguala, organizaciones y activistas protestaron frente a la embajada de Alemania para exigir que el país deje de vender armamento a Mexico, porque acusan, “las armas que se utilizaron para el ataque contra sus hijos son alemanas”.
El abogado de los padres, Vidulfo Rosales, explicó que Alemania tiene prohibido vender armas a cinco estados de la República por tener conflictos político–sociales, entre ellos, Guerrero.
“Alemania viola tratados internacionales al vender armas a Mexico”, fue una de las consignas que gritaron los padres de normalistas.
LAS ARMAS
El pasado 10 de diciembre, el diario alemán Tages Zeitung TAZ reveló que al menos 36 armas decomisadas a la policía de Iguala, que presuntamente se usaron en el ataque del 26 de septiembre eran fusiles de asalto alemanes modelo G-36 producidos por la empresa Heckler & Koch.
El diario tuvo acceso al expediente del caso Iguala iniciado por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE). Allí se especifica que había además fusiles de asalto italianos Beretta tipo SCP (sic) 70/90 y fusiles AR-15 producidos por la empresa estadounidense Colt.
Se desconoce cómo llegaron esas armas a una fuerza policial oficial, cuando su exportación está estrictamente prohibida en Alemania.
Además, estas mismas armas fueron usadas en un anterior ataque a los normalistas. Y en esa ocasión, no estaban en manos de agentes locales, sino estatales.
La guerra es un gran negocio para los exportadores de armas. Alemania legalmente le vende armas a México. Sin embargo hay una muy clara y expresa prohibición de que los rifles de asalto sean usados en Guerrero, Chiapas, Chihuahua y Jalisco.
México compra a muchos países equipos bélicos a muchos países que, no solo están diseñado para uso militar sino también para emplearse en contra de los ciudadanos, como puede ser para disolver manifestaciones.