IMÁGENES FUERTES
La aplicación de un polvo, un labial o una crema sobre la piel puede ser placentero e inofensivo, gracias al sacrificio y a las miles de pruebas de laboratorio a las que son sometidos millones de animales en la industria cosmética y dermatológica para beneficio del ser humano. Estas especies seguramente sufrieron alguna irritación, un salpullido u otra lesión en su piel para proteger la tuya.
Sin exagerar, el tema de la experimentación animal está lejos de tener un final feliz ya que cada año, más de 100 millones de animales -ratas, ratones, ranas, perros, gatos, conejos, hámsters, monos, cerdos de guinea y otros- son asesinados después de pasar por duras pruebas para crear productos de belleza y cuidado personal que no afecten al ser humano, de acuerdo con la organización mundial Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA).
Ciudad de México, 1 de febrero (SinEmbargo).- El método es simple: Toxicidad de dosis repetidas. Conejos o ratas son forzadas a ingerir o inhalar ingredientes cosméticos, o el ingrediente es aplicado directamente en su piel afeitada, cada día durante 28 o 90 días. La prueba también incluye la sensibilización de la piel (cobayas con su piel afeitada son expuestas a la sustancia, o a través de los oídos de ratas para ver las reacciones alérgicas); o las pruebas de carcinogenecidad (ratas alimentadas durante dos años con las sustancias para ver si produce cáncer). Una vez que estos animales han presentado reacciones todos son muertos, pero el dolor causado mientras fueron sometidos no tiene límite.
"La irritación de la piel o los ojos, sensibilización de la piel (provocar alergias), toxicidad (envenenamiento), mutagenicidad (daño genético), teratogenia (defectos de nacimiento), carcinogenicidad (causar cáncer), daño genético embrionario o fetal, toxicocinética (para estudiar la absorción, metabolización, distribución y excreción de las sustancias químicas)" son los efectos que suelen sufrir estos animales dentro de los laboratorios, de acuerdo con un informe de Anima Naturalis.
En la investigación cosmética es común que experimenten con conejos, cobayas, ratas, ratones, pero también otro tipo de industrias no tiene límites. El 23 de enero concluyó el juicio contra el criadero Green Hill en Italia, mejor conocido por ser el lugar de donde fueron rescatados docenas de perros de raza Beagle que se vendían a laboratorios de vivisección en toda Europa. Algunos de los 3 mil perros que fueron decomisados por la justicia italiana fueron adoptados y permanecieron en casas particulares con nuevos tutores. Tres empleados del criadero recibieron una sentencia de cárcel por casi 2 años y la fábrica fue cerrada.
“Estamos educados para ver a los animales como medios para nuestros fines y en el caso de la experimentación como instrumentos de laboratorios. El perro Beagle, por ejemplo, es utilizado en su mayoría dentro de la industria del tabaco”, explica Dulce Ramírez Islas, vocera de la organización internacional defensora de los derechos de los animales, Igualdad Animal.
La Unión Británica por la Abolición de la Vivisección (BUAV, por sus siglas en inglés) estima que en promedio 115 millones de animales son usados y asesinados en nombre de la ciencia todos los años, mientras que el Reino Unido es uno de los países que más pruebas de este tipo lleva a cabo.
Cientos de millones de animales son utilizados cada año en pruebas de toxicidad, como recursos de aprendizaje en las facultades o modelos de investigación en diversos laboratorios del mundo, denuncia Igualdad Animal.
En Estados Unidos cada año se usan a 1.28 millones de animales en experimentos, en Canadá son casi 3.38 millones y en el Reino Unido 4.11 millones de experimentos de los cuales 2.95 millones tienen que enfrentar las pruebas sin anestesia.
Tan sólo en la Unión Europea los 27 países reportaron en un año el uso de más de 12 millones de animales en experimentos lo cual significó que cada 10 minutos, 137 animales atravesando algunos de estos procesos, según cifras de la organización AnimaNaturalis.
Los científicos tampoco quieren continuar con la vivisección o disección de animales aún con vida , ya que desde 1898, Frances Power Cobbe, una activista irlandesa fundó la Unión Británica por la Abolición de la Vivisección (BUAV).
Gracias a ellos se realizó la campaña mundial para detener la experimentación animal y que muchas marcas adoptaron el sello de Libre de Crueldad o Cruelty Free. Los productos que lleven este sello, un símbolo de un conejo que salta, fue muy difundido por el actor inglés Ricky Gervais y refieren que no usan animales para experimentar sus productos.
“Tanto la experimentación científica con animales (nuevos fármacos para la cura de patologías del humano como de animales) y el trabajo que se realiza en la industria farmacéutica para medicamentos en lo fundamental no existen diferencias en el país” informa el Doctor Jorge Fernández Hernández, Titular de la Unidad de Producción y Experimentación de Animales de Laboratorio (UPAEL) del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
En ambos casos, en México la Norma Oficial Mexicana, NOM-062-ZOO-1999, implementada desde 2001 con la responsabilidad de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) establece las especificaciones para la producción, el cuidado y uso de animales de laboratorio.
La mayoría de las leyes estatales que refieren al bienestar animal y sancionan el maltrato, indican que la investigación con animales debe tener únicamente fines científicos, lo que significan procesos rigurosos con personal especializado y certificado en cuestiones de calidad.
No sólo eso, debe garantizarse también que las instalaciones donde se encuentren los animales cumplan con todas las especificaciones que marca la ley como tamaños de jaulas, condiciones de temperatura, ventilación e iluminación.
Toda institución que use animales con fines de investigación científica, de control de medicamentos o enseñanza tiene que acatar los estándares que esta norma, señala el Profesor Jorge Fernández.
"El lado débil o la parte floja de la experimentación científica de animales en nuestro país es que hay falta de información técnica y científica sobre el tema", opina el especialista en experimentación con animales.
ANIMALES MÁS UTILIZADOS
Entre 82 y 154 millones de animales vertebrados son usados en todo el mundo cada año para experimentación. El 79 por ciento de los países no parece publicar el número de los animales que son utilizados, pero basado en los usos y tipos de animales, explica que al menos hay 10 países que lideran estas prácticas: Estados Unidos, Japón, China, Australia, Francia, Canadá, Reino Unido, Alemania, Taiwan y Brasil.
“A las perras cuando están embarazadas, se les extraen los fetos para estudiarlos y a estos se les provocan descargas eléctricas, se les inyectan sustancias tóxicas hasta provocarles parálisis”, revela Dulce Ramírez.
En el caso de los perros, aparte de ser utilizados para las pruebas de cosméticos también se usan para experimentos de productos dirigidos a los de su especie. "Hay criaderos de perros para la industria del “mascotismo”, indica la vocera de Igualdad Animal México, lo que implica la compra y venta de perros y gatos y todo lo que involucra para crear productos dirigidos a ellos mismos.
Para visualizar cuántos experimentos realiza el Reino Unido con animales: se trata de 4 millones de animales usados en 2013, equivalente a 11 mil experimentos cada día. Entre los animales más usados por este país se encuentran los peces con 501 mil 841, seguido de 138 mil 287 aves, 11 mil 895 conejos, 3 mil 554 perros, 2 mil 202 primates no humanos y 109 gatos.
La mayoría de los las pruebas de laboratorio se tratan de exámenes toxicológicos, pues es en este campo donde todavía no existen alternativas no animales disponibles. Las pruebas toxicológicas consisten en irritación de patas y ojos, tests de fiebre en conejos y de reacciones por bótox en roedores.
“No estamos en contra del avance científico, no estamos en contra de que se investigue, pero no a cualquier precio. La búsqueda de conocimiento no debe justificar cualquier acción y la ciencia debe tener un razonamiento ético sin discriminar a las especies”, argumenta la defensora de los derechos de animales.
De estas pruebas, al menos el 13 por ciento estaban relacionadas con nuevos exámenes de medicinas para humanos, de acuerdo con cifras del gobierno del Reino Unido.
En la Unión Europea donde está prohibida la experimentación con animales para productos cosméticos, se registró el uso de 90 roedores y no se dio una explicación sobre estas investigaciones que tuvieron lugar en Francia y Rumania.
Tres tipos de experimentos fueron excluidos de la prohibición de la Unión Europea que entró en vigor desde 2013.
1. Los experimentos que se permiten todavía en el continente es la toxicidad de dosis repetidas.
2. La toxicidad reproductiva: en el que las conejas o ratas preñadas deben ingerir sustancias y luego las matan para estudiar la toxicidad en los fetos.
3. La toxicocinética: donde conejos o ratas son forzados a ingerir cierta sustancia y luego se les mata para investigar sus órganos y ver cómo se distribuye en sus cuerpos, según la organización internacional AnimaNaturalis.
Los roedores son los animales que más se usan para estas pruebas, pero también los primates no humanos como los macacos.
En la más reciente investigación se determinó que 69 mil 990 monos eran usados en investigaciones durante 2007, pero la organización internacional The Humane Society of The United States difiere en estos datos y calcula que se trata de por lo menos 112 mil al año.
Los primates son usados para investigar ciertas patologías y enfermedades humanas como el SIDA, la enfermedad de Parkinson y hepatitis. También son usados para tratar desórdenes psicológicos como depresión y ansiedad, más aparte los toxicológicos, de dientes, abuso de drogas, vacunas y clonación.
Hoy día existen 3 mil roedores genéticamente modificados para reciclar enfermedades patológicas que tienen los propios animales, ellos replican con una gran similitud lo que le sucede a los humanos y a otros animales.
“Eso realmente es una herramienta importantísima para seguir avanzando en los problemas de salud humana y animal. Eso no tiene por el momento alguna solución”, indica el también profesor Jorge Fernández.
En este caso, los roedores están en ambientes artificiales, pero libres de cualquier otro contaminante biológico, informa Jorge Fernández y en ese ambiente también trabajan los operadores, los técnicos y las personas profesionales.
MARCAS EN EL PAÍS
La industria farmacéutica que controla calidad de productos, medicamentos o que hacen investigación y desarrollo con animales de laboratorio trabajan con un sistema estandarizado de calidad, a diferencia de la investigación científica académica o en universidades que, aunque no tienen establecidos estos sistemas sí se rigen por estándares nacionales.
“Aquí en México no hay iniciativas legales, no hay nada que edifique avances en este aspecto”, indica la activista Dulce Ramírez.
En el país hay empresas que tienen laboratorios para cosméticos en Jalisco, por ejemplo, según indica la defensora de derechos humanos. “Sabemos que sucede porque hay empresas nacionales que experimentan con animales, pero no hay documentación a fondo por parte de organizaciones”, argumenta.
Las medidas que se tomen en materia de experimentación con animales a nivel internacional impactan directamente a México por el consumo de estos productos. El objetivo es buscar iniciativas que puedan determinar estas prácticas, pero el impacto tiene que ser de manera internacional, ya que las empresas y los consorcios son globales y vienen de importación a México.
“Hay un factor interesante, cuando hablamos de experimentación con animales y que nuestros hábitos de consumo se debe determinar si afectas o no a los animales y que ese consumo debe tener implicaciones en las prácticas de la vida diaria”, analiza la vocera de Igualdad Animal México.
En México existen marcas de productos que son responsables en este tema y no realizan pruebas con animales. Quizá no estén en todos los anaqueles, ni en el bombardeo constante de publicidad en televisión, pero tampoco están en lugares recónditos del país. Marcas como The Body Shop, Natura cuya venta es por catálogo o Todo Moda distribuyen productos de belleza sin probar en animales.
Los tratamientos para cabello de la marca Moroccanoil que también tiene productos para la piel. Leonor Greyl, una marca francesa de champús cuyos productos son desarrollados a base de ingredientes naturales. La marca de maquillaje Urban Decay que puede ser encontrada en las tiendas Sephora en México.
“Muchos preguntan qué marcas se deben utilizar para conseguir rímel o lápiz labial, muchas podemos exponer lo que viven los animales en el laboratorio, pero también darle a las personas las herramientas para saber cómo debe hacerlo, consumiendo qué. Es un tema que debe ponerse en el tejido social”, opina Dulce Ramírez.
DOCUMENTACIÓN –LEGISLACIÓN
Como en varios aspectos importantes que repercuten la vida diaria de la ciudadanía, México aún aspira a mejores niveles en cuanto a las leyes e información que rigen tanto el consumo como las prácticas de experimentación con animales, explican ambos expertos en el tema.
“Hay gente trabajando en las mejoras, aunque no hay un pronóstico. Se trabaja en todos los campos posibles y yo creo que va a suceder en México un tiempo después que suceda en los países que tienen mucho más avanzadas estas orientaciones hacia las alternativas con los animales”, reflexiona el profesor Jorge Fernández.
El experto en el tema analiza que hay desinformación siempre se llega a los extremos, pero cuando existe la participación de la sociedad en los procesos de lo que se hace con la investigación científica, por ejemplo, las personas lo pueden entender.
Una de las misiones como institución de investigación en México es enseñarles a las personas y a los niños que no les falte lo básico a los animales en su vida y no se vea como un ente o una cosa que sirve para investigar, indica el especialista.
“Que se vea como un animal vivo que requiere de bienestar, de tener una vida digna en donde nosotros no somos sus dueños, somos usuarios y nos están dando su vida y lo que ellos tienen para poder hacerlo algo mejor”, establece el Profesor del Cinvestav.
Antiguamente el animal se usaba y se le daba un golpe en la cabeza y ese era un método de eutanasia que era aceptable, mas hoy día no lo es.
El experto explica que existen métodos más humanos donde el animal no sufre ningún dolor y su bienestar está garantizado porque éste, aunque el procedimiento no sea el más adecuado a la vista de todos, no tiene dolor.
“Sí hay un compromiso institucional muy serio, muy fuerte con el bienestar de los animales, nosotros hoy contamos con la instalación más moderna de América Latina, en donde se garantiza al animal y al trabajador que está con esos animales las mejores condiciones de protección biológica”, explica el doctor Fernández.
Una de las legislaciones más avanzadas en cuanto a este tema la posee Costa Rica, una reforma clara con aplicación de medidas de bienestar animal y regulaciones de uso de medicamentos veterinarios.
Brasil aprobó en la mitad del 2014 una prohibición histórica en el tema de las pruebas cosméticas con animales, el cual, a pesar de algunos vacíos legales que presenta, es un gran paso para ser uno de los países que se encuentra en la lista de naciones con mayor número de experimentos con animales.
AVANCES
El internet, la información, investigaciones de organizaciones y avances científicos son los actores que dan pasos agigantados para poner el tema en los reflectores de la sociedad y su relación con los humanos.
“Cada vez hay más información, nos da ese poder de tomar decisiones que pueden o no dañar a otros y más gente decide no hacerlo -declara Dulce Ramírez -cada vez más personas dan vuelta al producto y se dan cuenta que en la compra pueden cambiar la vida de muchos animales”.
La activista resalta que hay comunidades científicas que están en contra de la experimentación, que se oponen a que estás practicas sigan existiendo porque no arrojan nada real el experimentar en un perro para curar a un humano.
"Lo que yo pensaría es que lo que no debemos es hacer experimentación en escuelas primarias, como se hacía antiguamente, es algo que en muchos lugares ya está prohibido, en México tiene sus limitaciones y en este sentido la docencia con animales se empieza a ver en el rango universitario”, detalla el Doctor Jorge Fernández.
Fernández Hernández cree que gradualmente la experimentación con animales es algo que va a desaparecer, aunque no hay pronóstico dentro de cuántos años, indica que hay instituciones en el mundo que su trabajo es buscar alternativas.
Para eso también existen normas como el concepto de las “3 R's” y hay quien habla de 4 que significaría Responsabilidad. El concepto refiere a la ética de la investigación con modelos animales experimentales y significan: Reemplazo de especies animales cercanas al hombre por cualquiera otra alternativa, reemplazar el modelo experimental por insectos, por especies de menor importancia o de menor cercanía con el afecto humano; Reducción en el número de animales: en vez de trabajar 100, se trabaja con 20-30 y Refinanciamiento de técnicas para los animales.
“El animal de laboratorio todavía será un necesidad y sí hay modelos matemáticos, computacionales, alternativas, en casos con maniquíes, esta alternativa no puede sustituir toda la complejidad que genera la fisiología humana o animal”, puntualiza el doctor.
El especialista del Cinvestav propone que aún con los sistemas de ética, los avances tecnológicos y la información, se mire al tema desde distintas prismas.
“Al investigar con animales se resuelven problemas que tienen que ver con el hombre, para otros no es lo correcto, las posiciones extremas en ambos casos es lo que no debe predominar”, concluye el experto.