Ciudad de México, 29 de enero (SinEmbargo).–Una reciente investigación sobre el comportamiento de las tortugas verdes y datos satelitales publicados en el diario Biology Letters explican que estos reptiles que normalmente toman el sol en tierra para aumentar su temperatura corporal, podrían dejar de hacerlo.
Entre más frío esté el océano, más salen a tomar el sol, pero su comportamiento reciente tiende a dejar de hacerlo cuando la temperatura del mar permanece cálido.
Las tortugas en peligro de extinción hacen esta actividad también para ayudar a su sistema inmunológico y a su digestión.
El análisis sugiere que este comportamiento en la tierra podría acabar para el año 2102 en todo el mundo, si las tendencias de aumento en la temperatura oceánica continúan, según advirtió la investigación.
Este comportamiento podría desaparecer completamente entre las poblaciones de tortugas que habitan en Hawai, donde se enfocó primordialmente este estudio, ya que para el año 2039 ya no se observará esta reacción de los animales.
"Al comparar las veces que las tortugas salían a tomar el sol, junto con las temperaturas de la superficie del océano, encontramos que las tortugas ya no realizaban esta actividad a pesar de que es temporada de invierno y las temperaturas son de casi 23 grados Celsius o más", explicó la investigadora Kyle Van Houtan, Profesora Adjunto en la Escuela de Medio Ambiente Duke Nicholas.
La información se recolectó durante seis años al estudiar a las tortugas junto con datos satelitales desde hace 24 años.
Para conducir el estudio, Van Houtan y sus colegas se instalaron en la playa Laniakea en Oahu, Hawai en Estados Unidos. Las estimaciones demostraron regularmente fluctuaciones estacionales en el número de tortugas que toman el sol en la playa.
Estas fluctuaciones están correlacionadas con la temperatura del mar en Laniakea, lo que indica que las tortugas marinas toman el sol más cuando el agua está más fría.
Los científicos compararon estas fluctuaciones en la temperatura y que las tortugas que tomaron el sol registraron marcas en el hueso húmero de los caparazones de las tortugas.
Las marcas son líneas que ocurrían al tiempo en que salían a tierra a tomar el sol más, que fue entre febrero y abril. Las líneas de las tortugas son similares a los aros de los árboles, las cuales indican periodos de estrés del organismo, dijo Van Houtan en un comunicado.
Excepto que las líneas de los caparazones de las tortugas indican periodos de cuando los océanos están más fríos y las temperaturas corporales de los animales bajan en consecuencia.
"El siguiente paso para nosotros es ver cómo las tortugas almacenan los datos climáticos en sus cuerpos, en sus tejidos, caparazones y huesos y cómo pueden librarlo", concluyó el investigador.