Ciudad de México, 24 de enero (SinEmbargo).– José Ángel Córdova Villalobos fue el hombre más poderoso de México en la última semana de abril de 2009. Bajo sus órdenes, todo el territorio nacional se tornó en un fantasma. Estaban cerrados –porque así lo decidió este militante del Partido Acción Nacional (PAN)– las escuelas, los teatros, los cines, los supermercados. Era el Secretario de Salud en cuyo conocimiento estaba la clave para inhibir al terco virus de la Influenza A H1N1. Y científicos, médicos, políticos, ciudadanos y el Presidente se sometieron a cualquier cosa que él dijera.
La alerta sanitaria había escalado en México, de cuatro a seis, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para abril habían muerto 20 personas y 943 se habían contagiado. Con los días, la desgracia fue menguando hasta no ser nada. Para febrero, el virus había tomado camino fuera de México. Córdova Villalobos se había convertido en un apellido nombrado muchas veces en los círculos políticos y sociales. Apenas repuntó 2010, fue condecorado como Caballero de la Legión de Honor de Francia.
A este hombre, con los meses, el poder se le diluyó. En 2011, un año antes de la conclusión del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), José Ángel Córdova Villalobos dejó la Secretaría de Salud y se convirtió en Secretario de Educación Pública. A la hora de las evaluaciones, la crítica bañó su gestión en el sector salud. Otra machacante epidemia había amenazado con mayor fuerza al país y él no había hecho nada. La obesidad era ese monstruo. No sólo había llegado, se había quedado a vivir en el territorio nacional. Llevaba, para entonces, 500 mil muertos por diabetes (mucho más que la influenza) y el número de pacientes diagnosticados había pasado de 4.3 millones a 6.4, según los propios números sectoriales.
“Es un médico-político, de los que siempre han estado interesados en resultados espectaculares. De los que buscan la privatización del sector salud con un halo de heroicidad. Con la demostración de que ya no se puede”, describió Gustavo Leal, investigador de las políticas de Salud en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
CAMBIO DE CAMISETA
En 2012, José Ángel Córdova Villalobos se despidió del Partido Acción Nacional, en el que militó durante diez años. Lo hizo después de perder la elección interna ante Miguel Márquez Márquez, quien consiguió la gubernatura de Guanajuato. Dos años después –el 19 de enero pasado- ocurrió lo impensable y la coalición entablada entre los partidos Revolucionario Institucional (PRI), el Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal) lo presentó como candidato a la Alcaldía de León, Guanajuato. Al asumir el traje de candidato, él descartó que se tratara de un venganza. “Mi época con ese partido (el PAN) ya se terminó y creo que cumplí cabalmente con mis obligaciones y en el Ejecutivo”.
El médico cirujano graduado en la Universidad de Guanajuato, originario de esa ciudad, ya no tenía esperanzas de contender. En los tres partidos que ahora lo postulan le habían dicho que no. La razón era que pese a su renuncia al PAN, su visión era la de un hombre conservador. Pero el lunes 19, apareció ante unas cuatro mil personas y dijo: “¡Vamos a ganar! ... En este momento soy un ciudadano más, preocupado por las circunstancias de nuestro municipio y estado, tengo la camiseta bien puesta, y sabré corresponder a la confianza de los tres partidos".
Eduardo Huchim, experto en procesos electorales, opinó que este es un caso en el que en México, la política no está regida por lealtad a la ideología. “Un individuo puede cambiar de corriente sin que ello llame la atención. Estos cambios son regidos por el calendario de las elecciones y muy pocas veces, el proyecto de largo aliento del instituto político”.
Toda la carrera política de Córdova Villalobos está concentrada en el PAN. Fungió como Diputado en la LIX Legislatura por ese partido del 1 de septiembre de 2003 al 31 de agosto de 2006, periodo en el cual presidió la Comisión de Salud. Después, se incorporó a la campaña del candidato de ese partido, Felipe Calderón Hinojosa, en las elecciones presidenciales de ese año. En el gabinete calderonista fue Secretario de Salud (2006-2011) y Secretario de Educación Pública (2011-2012).
Además de la carrera de Medicina, Córdova Villalobos estudió una Maestría en Administración Pública y una Especialidad en Administración Pública Estatal y Municipal.
“¡Tengo la camiseta puesta y muy bien puesta!, estoy consciente del compromiso que implica representar a estas fuerzas políticas”, externó Córdova Villalobos el pasado 19 de enero. Y lo que parecía un recuerdo, reapareció: “Pude con la Influenza, podré ganar la elección”.