Ciudad de México, 9 de enero (SinEmbargo).– Javier Sicilia Zardain, líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), llamó al boicot electoral para «decirles no a los políticos» y «exhibirlos en su corrupción y en sus redes de complicidad».
“Hay que ir al boicot electoral, hay que darle la espalda a las elecciones, hay que decirles no [a los políticos], hay que exhibirlos en su corrupción y en sus redes de complicidad, dejándolos lo más solos que puedan […] no estoy cuestionando el método electoral, estamos con esto cuestionando a los jugadores, la mesa del juego está llena de criminales y de tramposos y sentarse a jugar con ellos, aunque sea con un voto en blanco, es legitimarlos”, criticó el poeta y activista durante el encuentro “La Iglesia frente a la corrupción, la injusticia y la violencia en México”.
Sicilia estuvo acompañado por los obispos de Saltillo, Raúl Vera López; de Cuernavaca, Raúl Castro, así como por los padres Alejandro Solalinde Guerra y Miguel Concha y la hermana María Zamarripa. En el acto, dijo que no se trata sólo de “42 o 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos […] No estamos hablando de 160 mil muertos ni de 30 mil desaparecidos, 500 mil desplazados y 160 mil muertos en el país; mientras nosotros estamos aquí, alguien en una parte de la nación es secuestrado o asesinado».
El dirigente del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad convocó a conformar un comité de salvación nacional totalmente ciudadano. “Desde ahí tenemos que rehacer esta nación para que haya justicia, para que haya paz, para que haya democracia, porque hasta ahorita, no existe ninguna de las tres», dijo.
MÉXICO: «EXTERMINADOR DE JÓVENES»
En tanto, el padre Alejandro Solalinde respaldó el llamado al cuestionar que las autoridades ya sólo no defienden a lo población, sino que son su principal enemigo. Por ello, Solalinde también habló de «refundar» a México.
“Nosotros no negamos el diálogo, pero con quién vas a hablar, ¿con una persona corrupta?, persona moral corrupta, ¿con personas que están coludidas? Ya no sólo no te defienden, sino que son tu principal enemigo. Entonces, hay que refundar México, todos estamos de acuerdo, tenemos que ponernos de acuerdo en todas las iniciativas que hay, de este movimiento que ha pasado de la indignación a la movilización ahora pasa a la estrategia, yo estoy de acuerdo con mis hermanos y quiero decir que la Iglesia está en capacidad de hacer una red efectiva, solidaria, eficiente, estratégica”, comentó Solalinde.
El padre Solalinde dijo que el caso Iguala ha evidenciado que el gobierno mexicano es un «exterminador de jóvenes». El prelado mexicano dijo que “por Ayotzinapa le tomamos la foto al gobierno, le tomamos su ADN y sabemos que es un gobierno exterminador de jóvenes, desaparecedor de personas, no es ya interlocutor. Tenemos que ponernos de acuerdo. Este movimiento que ha pasado de la indignación a la movilización ahora pasa a la estrategia».
Al tomar la palabra, el obispo de Saltillo, Raúl Vera López, habló sobre la necesidad de ver por los pobres de México «son ellos las víctimas, entre ellos los jóvenes, el 99 por ciento de los desaparecidos tienen entre 30 y 18 años […] tenemos que construir una Constitución con ellos y tenemos que convencernos que los partidos políticos no tienen nada que ver ya».
Vera López afirmó que con el asesinato de sacerdotes se quiere “meter temor” para “no hacer nada en contra del orden establecido.” El obispo de Saltillo señaló que así como fue ultimado el padre Goyo, en Guerrero, tras se secuestrado por un comando, quien “era una persona que estaba dando clase de paz en el seminario, y fue elegido, así pasó con el grupo de paz de las abejas en Acteal; no porque se les vea como un peligro sino porque son un mensaje para aquellos que son ‘malos’ porque puedes crearme un problema a mí, gobierno”.
En su intervención, la religiosa María Zamarripa dijo que el cambio está en la sociedad. “No van a hacer nada el Gobierno y la Iglesia. El cambio está en las manos de la ciudadanía”, afirmó. Por su parte, el padre Miguel Concha resaltó que la sociedad exige un gobierno sano y «no debemos automargirnarnos en lo que sucede día a día, la Iglesia debe ser más propositiva».