Dallas, 8 Ene (Notimex).- Un juez federal en Brownsville, Texas, ordenó hoy que Osiel Cárdenas Jr., hijo del ex jefe del cártel del Golfo, permanezca detenido sin derecho a fianza mientras se alista su proceso judicial por el cargo de contrabando de armas a México.
En una audiencia en la Corte Federal en Brownsville, el juez Ronald G. Morgan negó la fianza a Cárdenas Jr., al considerar que el acusado representa un riesgo de fuga por la naturaleza del delito del que se le acusa, su lugar de residencia y sus viajes a México, así como el empleo y la propiedad de negocios en ese país.
De acuerdo con la minuta de la audiencia, el juez determinó que más allá de la detención, no hay ninguna condición o combinación de condiciones para asegurar la comparecencia del acusado en los futuros procedimientos judiciales.
Cárdenas Jr., de nacionalidad estadunidense e hijo del narco Osiel Cárdenas Guillén, fue detenido el 31 de diciembre pasado por agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, cuando trataba de cruzar hacia México por el Puente Internacional Brownsville-Matamoros.
Las autoridades federales lo acusan de tratar de exportar de manera consciente y voluntaria de Estados Unidos a México 290 cartuchos de munición 0.9 milímetros, 161 cartuchos de municiones 0.223 milímetros; 29 cartuchos de 7.62 milímetros y dos cargadores de rifle para balas de 0.223 milímetros.
Cárdenas Jr. conducía una camioneta Cadillac Escalade 2015 de color negro y al tratar de cruzar hacia el lado mexicano, negó transportar consigo algún tipo de contrabando.
Durante la inspección de la camioneta se encontró el contrabando de municiones en la guantera y en un compartimento ubicado en el tablero del automóvil.
La acusación señala que al ser arrestado, Cárdenas Jr. admitió que las municiones eran de su propiedad y que las había escondido para evitar la inspección porque conocía que era ilegal el exportarlas a México.
Cárdenas Jr. tiene como abogados defensores a Crispin C.J. Quintanilla y Roberto J. Yzaguirre, quienes se encargaron de la defensa de su padre a finales de la década pasada en el juicio federal en Houston, en el que fue sentenciado 25 años de prisión.