Ciudad de México, 3 de enero (SinEmbargo).– La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se retractó en poco más de 24 horas del anuncio sobre otro posible incremento a las gasolinas y el diésel en 2015, aumentos que había descartado desde 2014. Sin embargo, su anuncio de no tocar los precios de esos combustibles en los próximos 24 meses tampoco genera certidumbre, ya que desde la aprobación de la Reforma Energética se estipularon, por ley, los futuros aumentos en las tarifas de combustibles de acuerdo a las fluctuaciones del mercado.
Ante esta realidad, ya establecida en la legislación, el compromiso de la dependencia hacendaria es más una medida política que económica.
QUE SIEMPRE NO… ¿O SÍ?
El primer día de 2015, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un acuerdo en el que establece que durante este año podría darse otro incremento en el precio de las gasolinas y diésel en caso de que estos combustibles sean afectados por la volatilidad del mercado.
“La política de precios máximos al público que se emita deberá prever ajustes de forma congruente con la inflación esperada de la economía y, en caso de que los precios internacionales de estos combustibles experimenten alta volatilidad, el Ejecutivo Federal preverá mecanismos de ajuste que permitan revisar al alza los incrementos de los citados precios, de manera consistente con la evolución del mercado internacional”, plantea de manera textual el Acuerdo 016/2014.
Aunque ayer, 2 de enero y un día después de anunciar la posibilidad de nuevos aumentos, la SHCP publicó otro comunicado donde se retractaba de lo antes expuesto y cambió su política con respecto al precio de los energéticos.
“Como se aprobó en la Reforma Energética, durante 2015 dejará de haber un precio único para las gasolinas y el diésel. En su lugar, se establece un precio máximo, el cual permitirá que las familias mexicanas puedan adquirir estos combustibles a precios por debajo de ese nivel máximo en la medida en que la competencia entre estaciones de servicio lleve a precios al consumidor final por debajo de ese nivel”, expuso en el comunicado.
Esto generó una crítica muy fuerte por parte de la ciudadanía, ya que el Gobierno federal, durante la comparecencia del titular de la SHCP, Luis Videgaray Caso, se comprometió a que no habría más deslizamientos en los precios sino un sólo ajuste anual para el costo de los combustibles.
El 10 de septiembre pasado, ante la Cámara de Diputados, se destacó que en 2015 sólo se haría un incremento al precio de los combustibles. "Únicamente al inicio del año se dará un incremento que no podrá ser superior a la expectativa de inflación, y durante el resto del año, el precio máximo de las gasolinas deberá de mantenerse constante, sin cambios", dijo el Secretario Videgaray Caso.
El funcionario federal agregó que con la implementación de la Reforma Energética se bajarían los precios tanto de la gasolina, como los del gas y de otros energéticos de uso cotidiano."Esto quiere decir que los empresarios que tienen gasolineras en todo el país, podrán tomar la decisión de ofrecer la gasolina a precios más bajos a partir del primer día del año 2015”, afirmó.
Sin embargo, esta nueva medida tomada por la Secretaría de Hacienda es más política que económica y responde al rechazo general de un posible nuevo incremento en el impuesto, ya que desde la aprobación de las Leyes Secundarias de la Reforma Energética, se legalizaron los aumentos de las gasolinas y diésel, “cuyos precios se determinarán conforme a las condiciones de mercado”.
El 11 de agosto de 2014, en el Diario Oficial de la Federación se expidió la Ley de Hidrocarburos, en donde se expone claramente en el Transitorio Décimo Cuarto del Artículo 131 cómo responderán los mercados de gasolinas y diésel. En materia de precios, a partir de la entrada en vigor de dicha Ley y en lo que restaba del año 2014, la determinación de los precios al público se realizaría de la siguiente manera.
“A partir del 1o. de enero de 2015 y, como máximo, hasta el 31 de diciembre de 2017 la regulación sobre precios máximos al público de gasolinas y diésel será establecida por el Ejecutivo Federal mediante acuerdo. Dicho acuerdo deberá considerar las diferencias relativas por costos de transporte entre regiones y las diversas modalidades de distribución y expendio al público, en su caso”, se expuso.
Asimismo, “la política de precios máximos al público que se emita deberá prever ajustes de forma congruente con la inflación esperada de la economía y, en caso de que los precios internacionales de estos combustibles experimenten alta volatilidad, el Ejecutivo Federal preverá mecanismos de ajuste que permitan revisar al alza los incrementos de los citados precios, de manera consistente con la evolución del mercado internacional”.
Los precios del hidrocarburos se han ido en picada debido a la medida adoptada por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de negarse a reducir la producción de crudo de 9.6 millones de barriles diarios, y a que Estados Unidos se ha convertido en un jugador preponderante en el mercado, pues pasó de ser importador a exportador. Esto ha generado que actualmente haya una sobreproducción de crudo a nivel mundial que, aunado a la baja actividad económica mundial no fomenta el consumo de energéticos.
Como consecuencia, el precio del barril de la mezcla mexicana continua en caída libre. Por ejemplo, ayer el crudo cerró la jornada en 44.81 dólares por barril. Por lo que de permanecer dichas condiciones es más probable que se dé el incremento a la gasolina.
James Salazar Salinas, analista económico de CIBanco, dijo para SinEmbargo que “por ley desde que se estableció el acuerdo de los artículos dejaba abierta la posibilidad de la volatilidad y cuestiones del mercado. Corresponde a la Secretaría de Energía (Sener) la posibilidad de hacer ajustes, que quizá no se lleven a cabo en el mismo año, pues tienen que evaluar indicaciones, sin embargo quedó abierto desde que acordaron precios máximos gasolinas”.
Y agregó que “por ley dan precio máximo a las gasolinas que no son de Pemex, porque el margen de ganancia es bajo, entonces esto obliga a que puede haber ocasiones especiales en que por la incertidumbre y volatilidad, lleguen a reunirse, de manera extraordinaria, para hacer ajustes en caso de que una eventualidad lo ameritara”.
Por su parte, Marco Antonio Durán, doctor en Ciencias Económicas e investigador del Instituto Politécnico Nacional (IPN), dijo que en “el reporte del vocero decía que no se descarta otro aumento a la gasolina. Lo cual indica que tenemos un problema muy grave en México, de que la economía no está funcionando y el gobierno sube el tipo de cambio, la economía no crece, el precio del petróleo está cayendo, y el ingreso del gobierno proviene de ellos, entonces en algún momento al gobierno federal no le va a alcanzar para cubrir sus expectativas, y pues tendrá que hacer de nuevo un aumento”.
IMPACTO DE UN NUEVO GASOLINAZO
Los especialistas consultados por SinEmbargo coincidieron en que un nuevo incremento en los combustibles, en especial a la gasolina, provocaría un incremento en el transporte, bienes y servicios, y productos de consumo, en especial alimenticios, cuyo incremento incluso ya puede ser observable desde el 1o. de enero de este año.
“Se verá el impacto que tiene sobre precios de los productos de todo y en general, sobre la inflación. Sin embargo, esto ya estaba previsto desde que se hizo el Presupuesto de Egresos pero aun así no se puede descontar, hasta que llegue se mostrarán los impactos. El primero será sobre los precios de los alimentos”, dijo el investigador del IPN.
“El impacto ya es evidente sobre alimentos, transporte y la producción de bienes y servicios. Los mexicanos destinan alrededor del 18 por ciento de su sueldo al transporte, entonces con este aumento, el impacto de este aumento será mayor. El gasto en alimentos es el más alto, representa el 40 por ciento. El decil uno, es decir la población más vulnerable, este gasto es del 48 por ciento y 12 por ciento en transporte, imagínate lo que representa este aumento para una persona de recursos escasos”, agregó.
Informó que en estos momentos el público ya se puede percatar de dichos incrementos . “Si uno se da un recorrido por los supermercados los precios aumentaron de la nada. Aprovechan la situación del gobierno que apoya ese aumento a los combustibles. No sólo aumentó la gasolina, también el gas y la luz”, agregó.
A partir de el primer día del año, por lo menos en el Distrito Federal, el kilogramo de Gas Licuado de Petróleo (LP) cuesta 14.14 pesos, lo que significa que tuvo un incremento de 0.27 centavos con respecto al mes de diciembre, en donde se situaba en 13.87 pesos; mientras que el costo más bajo fue en Tamaulipas, donde este combustible cuesta 13.94 pesos.
El litro de gasolina Magna hoy en día tiene un precio de 13.57 pesos, mientras que la Premium estará en 14.38 pesos; la Magna superó en 6 por ciento, es decir en 81 centavos, a la gasolina Premium. En tanto, el litro de Diesel se venderá a lo largo del año en 14.20.
Por su parte, James Salazar afirmó que el incremento tendrá únicamente “repercusión en el mes que se haga, ya no se hará de manera sostenida, por lo que dará mayor previsibilidad. Esto no tendrían porqué impactar a otros productos, el mensaje es que el gobierno lo hará de manera extraordinaria. El Gobierno federal seguirá realizando los ajustes hasta 2017, se dijo desde que se aprobó la Reforma. Ya en 2018 queda en manos del libre mercado y hasta ese momento se cada empresa podrá subir o bajar los precios”.
“A partir del 1o. de enero de 2018 los precios se determinarán bajo condiciones de mercado”, expone la Ley de Hidrocarburos en el Diario Oficial.
Y agrega que “si se vuelve a hacer de una sola vez, su impacto será sólo durante un mes, y el impacto a otros productos sería limitado, pues sería exclusivo en el mercado de gasolinas y diésel”.
CRECE LA IMPORTACIÓN DE GASOLINA
La reciente caída en la producción de crudo de Petróleos Mexicanos (Pemex) ha provocado que haya un aumento en la importación de gasolinas para poder cubrir la demanda de combustible. Por ejemplo, en octubre y noviembre, la importación de gasolinas superó la producción de la misma, condición que no sucedía desde diciembre de 2013.
En octubre, la compra de gasolinas fue de 419 mil barriles diarios, mientras que la producción fue de 381 mil 490 barriles diarios, lo que significó que las importaciones del combustible al extranjero fueran 9.85 por ciento más altas que la producción.
Mientras que en noviembre, la importación de gasolinas fue de 408 mil 190 barriles diarios, mientras que la producción fue de 379 mil 539 barriles diarios; es decir que las compras del combustible al extranjero fueron un 7.75 por ciento, más que la producción.
De acuerdo con cifras publicadas por Pemex, en el acumulado de 2014 –hasta el mes de noviembre– se produjeron 425 mil barriles de gasolina diarios, una disminución de 2.2 por ciento comparado con el mismo lapso del año pasado. No obstante, en el mismo periodo, las compras al exterior se elevaron en 4.32 por ciento al alcanzar los 368 mil barriles al día.
Ante esto, Marco Durán dijo que gracias a que el tipo de cambio ha subido “toda esa gasolina que se importa de 16 países se paga en dólares, y aunque han bajado los precios internacionales del petróleo y con ellos los de las gasolinas, seguimos pagando en dólares, por eso el gobierno no puede bajar el precio de las gasolinas. Las pagamos en dólares y ese recurso no se va a dar más bajo si el tipo de cambio ya te quitó más. Este es un problema grave”.
"En México es muy difícil cobrar impuestos, pero a través de este producto se cobra de más. Andamos cerca de los 2 pesos en promedio, esto es lo que se paga de impuesto por la gasolina y es una forma de cobrar impuestos por parte del gobierno: todo mundo consume gas, luz y gasolina, así que es un recurso adicional”, explicó.
Por su parte, James Salazar agregó que “no se descarta que se dé una nueva valoración para los combustibles, pero eso está sujeto a una volatilidad muy fuerte.”
LA IMAGEN DE HACIENDA
Por último, ante la pregunta sobre cuál es la impresión que deja la Secretaría de Hacienda ante estos repentinos cambios de postura, el investigador del IPN dijo que “la SHCP va mal, mal y ahora con el incremento a las gasolinas junto con todos los energéticos peor, porque el ingreso no crece, la demanda interna fue problema del 2014, porque no hay ingresos y porque no hay empleo, y con el incremento del salario mínimo de 2.80… Su posición será difícil.”
“Va en sentido contrario a lo que debe de ser. La política economía que se debe de seguir no se está haciendo. Estados Unidos con la crisis se apeló a una política fiscal más expansiva, tratando de ofrecer incentivos fiscales a las empresas y personas para generar empleos, entre su política monetaria fue con tasas bajas y promoviendo la liquidez. En México se puso una Reforma Fiscal en donde se quitaron los recursos a la población, lo que provocó la caída del consumo interno privado, elemento que es el más importante en cualquier país. La política monetaria se nota más apegada a seguir manteniendo tasas de interés para seguir manteniendo los flujos de capital y no se vaya”, agregó.
"La Secretaría de Hacienda no ha sido certera en sus pronósticos de crecimiento, de inflación ni en ninguno. Prácticamente son poco creíbles, el precio del barril creo que lo fijaron para este 2015 cerca de los 79 dólares y está ahora en menos de los 50 dólares. Lamentablemente no ha hecho el papel que tiene que hacer, ha recurrido al endeudamiento, en lugar de ponerse a trabajar en lo que debe. Ante esto queda en una situación difícil porque no se cumple la estrategia”, concluyó.