Ciudad de México, 3 de enero (SinEmbargo).– La fotógrafa Sophie Gamand comenzó en 2010 un proyecto visual que ayuda los perros que no tienen hogar llamado "Striking Paws".
No es una fotógrafa cualquiera ni hace retratos de personas, pues sus modelos tienen cuatro patas y ladran mucho, además que busca explicar visualmente la relación que tiene el humano con este animal de compañía. Al realizar varias series fotográficas, esta joven artista cuestiona si en cierto modo los perros son el ejemplo de que el hombre actúa como "Dios con la naturaleza".
Gamand ha ganado numerosos premios sobre su trabajo visual de los perros y las relaciones con los humanos, lo que le toma la mitad de su tiempo en ayudar a promover mediante imágenes a los perros en centros de adopción, para que sean acogidos por alguna persona.
A estos refugios también les da clases sobre la importancia de la imagen para los centros de adopción, campañas de concientización sobre diferentes temas que afectan a los perros.
Gracias a las subastas de sus trabajos impresos, como calendarios y fotografías, la cantidad de dinero que recibe lo usa para donarlo a las organizaciones dedicadas al cuidado de los canes y a su bienestar.
A pesar de la crisis económica en 2012, los amantes de los animales de Estados Unidos gastan en promedio 53 mil millones de comida, cuidado veterinario, perreras y otros servicios para sus mascotas, explica en su sitio oficial.
Con estos datos gracias al boom de la industria de las mascotas, crea la cuestión sobre las interacciones sociales que tienen los humanos con estos animales de compañía.
"En las grandes ciudades, los perros son anclajes sociales y muchas veces reemplazan a esposos, hijos o amigos. Se convirtieron en el centro de la casa del que todo gira alrededor suyo", afirma la fotógrafa ganadora del primer lugar de los Premios de Fotografía Sony World 2014.
PERROS AMOROSOS
Uno de los proyectos que funcionó como exhibición, fue uno llamado "Flower Power" que se centraba en los perros de raza pit bull que estaban en centros de refugios y que no eran adoptados por la mala fama de ser una raza peligrosa y que se sigue difundiendo con legislaciones en Estados Unidos.
"Los pitbulls son perros poderosos que son muy leales y como cualquier otra raza, necesitan cuidado, entrenamiento y socialización. Desafortunadamente por su mala imagen, tienen la reputación de ser peligrosos. Los pitbulls se convirtieron en los perros desechables de América", refirió la artista.
En Estados Unidos se aplica la eutanasia a por lo menos 1.2 millones de perros de raza pitbull, de acuerdo a la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (ASPCA).
"El país enfrenta una crisis sobre estos perros, alrededor del mundo, esta raza son víctimas de prejuicios que se asocian con la violencia. Con Flower Power, decidí fotografiar a los canes con coronas de flores para infundir una energía más femenina en su imagen. Espero que esta serie cambie la forma en la que vemos a estos perros. Los pitbulls se convirtieron en los perros desechables de América.", dijo Gamand sobre su serie.
Aparte de la eutanasia que se aplica a través del país, también en diversos estados y regiones se aprobaron cientos de legislaciones que prohíben o restringen poseer a un perro de esta raza. Estos casos separaron a miles de tutores de sus animales de compañía, pues en algunos casos pueden ser despojados de ellos y enfrentar consecuencias legales.
"Me di cuenta que los pitbulls siempre aparecen en fotografías muy urbanas. La imagen asociada con estos perros es dura y en la mayoría de los casos, con la idea de que ellos son agresivos. En mi opinión, esto alimenta el mito de que estos perrros son psicópatas, por lo que decidí tomar otra ruta y retratarlos como hippies, inspirada en personajes femeninos y soñadores. La idea del 'Poder de la Flor' creció", explicó al presentar las fotografías de los canes.
PERROS BELLOS
Pero sus exhibiciones también tratan otros temas que se relacionan con las relaciones. Hizo, por ejemplo, una llamada "Dog Pageant" en la cual sigue trabajando y que retrata a las mujeres que visten a sus animales de compañía y los preparan para concursos de belleza.
Las "Mamás doggie" son mujeres (a veces hombres) que visten a perros miniatura y los meten a sus bolsas y se van a donde sea con ellos, de acuerdo a la información de su serie fotográfica. De aquí también surgen los estilistas y diseñadores de perros que proveen a este grupo con accesorios para vestir a los canes.
"Es un negocio emocionante donde los diseñadores, compiten y las Doggie Moms harían lo que fuera para ver a sus perros en el foco reflector. Algunos de estos animales tienen su propia página de Facebook", da a conocer Sophie Gamand sobre este proyecto y también el negocio.
"Las Doggie Moms desaparecen detrás de sus perros, pero, similar a los concursos de belleza para niños, si el foco parece estar en los perros, ¿el show no se trata realmente de las madres", cuestiona Gamand.
La fotógrafa explica que en una ciudad como Nueva York, tener un hijo es realmente caro y las personas no quieren abandonar su libertad o estilo de vida donde se sienten aislados y buscar a su alma gemela les resulta difícil, los perros parecen ser la respuesta perfecta: un niño que nunca crece, nunca te falla, demuestra gratitud y amor eterno y condicional, puede ser adornado como una proyección del ego, cabe en la bolsa y es el compañero ideal.
"La palabra en inglés 'pet (en español mascota)' etimológicamente significa 'niño consentido'", argumenta la fotógrafa.
PLAYA DE LOS PERROS MUERTOS
Una de sus series más interesantes se llama "Dead Dog Beach, The Lost Souls" que en español significa "Playa de los perros muertos, las almas perdidas" y trata sobre los perros callejeros que viven en Puerto Rico.
En este territorio existen aproximadamente 250 mil perros en esta situación y esta cifra continúa en crecimiento, de hecho los lugareños nombraron a estos canes como "Satos", ya que, aunque muchas personas en Puerto Rico tienen mascotas, a los callejeros los ven como alimañas y llegan a tener vidas cortas, llenas de abusos y negligencias.
La playa de los perros muertos está localizada en la costa sureste de la isla, que es realmente un vertedero y se conoce más por la población de perros callejeros y los abusos que se producen en esta playa aislada, como rituales de pandillas, prácticas de tiro y automóviles que arrollan a cachorros y perros que encuentren en el camino.
En el puerto existe "El Proyecto Sato" que es un grupo de rescatistas fundado en Nueva York y que acogen a tantos perros como sus recursos les permita, ya que ellos son la única solución de alimentos y agua potable para los animales que viven ahí. Esta playa es una de las muchas en la isla que fueron invadidas por los perros callejeros.
"Mientras tomo las fotografías, me pregunto ¿podrían los perros de Dead Dog Beach sobrevivir por su cuenta? Y si no, ¿por qué no? ¿Es que acaso nuestro vínculo con los perros nos hizo codependientes y sentimos la necesidad de rescatarlos y al hacer esto, los hicimos no aptos para vivir en la naturaleza? La respuesta a estas preguntas es el combustible de mi exploración fotográfica", confiesa la fotógrafa.
PRESIÓN SOCIAL
Aunque quizá una de sus muestras más famosas y simpáticas es "Wet Dog", una serie de retratos de perros mientras estaban en su actividad favorita que es bañarse. "Escojo esta actividad porque es una situación muy innatural para los perros y aún así es una consecuencia de cohabitar con los humanos. Los perros domesticados necesitan ser bañados por higiene, salud y razones sociales".
Lo que la fotógrafa quiso exponer en esta serie fotográfica fue que los perros le permitieron captarlos en un momento vulnerable y con una variedad de expresiones, desde miradas conmovedoras, desesperación, ira y hasta cierto juicio que se puede ver en sus ojos, según explica Sophie.
"Creo que los perros son más que animales y que adquirieron el status de persona, especialmente en ciudades como Nueva York, donde las personas tienen dificultades para desarrollar relaciones significativas con otras personas y se vuelven perros a su vez", analiza la fotógrafa que actualmente trabaja en un libro con esta serie fotográfica.
Esta serie de fotografías le mereció a Sophie el Premio de Sony World Photography 2014 en la categoría de Retrato, así como el Premio 2014 Internacional de Fotografía en la categoría de "Bellas Artes, Retrato".
La fotógrafa cuestiona en su explicación sobre la serie de los canes mojados si el perro urbano se ha convertido en algo así como "el espejo a nuestra propia condición y última soledad".
"A lo largo de los milenios, los perros han sido sometidos, manipulados genéticamente y entrenados para convertirse en compañeros perfectos. En cierto modo, los perros son el ejemplo de que el hombre actúa como Dios con la naturaleza", concluye Sophie Gamand sobre estas fotografías.
Aquí algunas de la serie: