En el norte del enclave, la ONG Médicos Sin Fronteras dijo que un cirujano del hospital Al-Awda resultó herido el lunes tras recibir un disparo desde afuera del hospital, que según indicó lleva una semana bajo el “sitio total” de las fuerzas israelíes. El ejército no realizó comentarios al respecto de inmediato.
Por Najib Jobain, Wafaa Shurafa y Samy Magdy
RAFAH, Franja de Gaza (AP).— Las fuerzas israelíes lanzaron ataques aéreos durante la noche y la madrugada del martes al persistir en una ofensiva que, según dice, podría durar semanas o meses, a pesar de llamados internacionales a un cese del fuego que podrían dejar a Israel y a Estados Unidos aislados internacionalmente.
La guerra causada por el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre ya ha dejado muerte y destrucción por todo el empobrecido enclave costero, con gran parte del norte de Gaza pulverizado, más de 18 mil palestinos muertos y más del 80 por ciento de los 2.3 millones de habitantes desplazados.
El sistema de salud público y las operaciones de ayuda humanitaria han colapsado, y los socorristas advierten sobre el peligro de inanición y epidemias entre la población, aglomerada en refugios y campamentos de carpas.
BOMBARDEOS Y ALLANAMIENTOS EN GAZA
Los bombardeos la madrugada del martes, en una zona a donde se le ordenó a los civiles buscar refugio, mataron a por lo menos 23 personas, entre ellas siete niños y seis mujeres, según registros de hospitales y un reportero de The Associated Press que vio los cadáveres llegar al hospital.
Los tres hijos de Islam Harb estaban entre los muertos por un bombardeo israelí que aplastó cuatro edificios residenciales en el poblado de Rafah, en la frontera con Egipto. La familia estaba compartiendo morada con nueve personas desplazadas, relató.
“Mis hijas mellizas, Maria y Joud, ya son mártires, y mi hijo pequeño, Ammar, también es ya mártir”, expresó.
En el centro de Gaza, el Hospital Mártires Al-Aqsa en Deir al-Balah recibió los restos de 33 personas muertas en bombardeos durante la noche, entre ellas 16 mujeres y cuatro niños, según registros del hospital. Muchos murieron en bombardeos a edificios residenciales en el campamento de refugiados Maghazi.
En el norte de Gaza, las fuerzas israelíes allanaron el Hospital Kamal Adwan y ordenaron a todos los hombres, incluso a los médicos, a salir al patio, dijo Ashraf al-Qidra, vocero del Ministerio de Salud de Gaza, que es administrado por Hamás.
La oficina humanitaria de Naciones Unidas dijo que en el hospital hay 65 pacientes, incluyendo 12 niños en cuidados intensivos y seis recién nacidos en incubadoras. Unas tres mil personas desplazadas están alojándose allí, dijo la agencia, a la espera de ser evacuadas debido a una severa escasez de alimentos, agua y electricidad.
El ejército israelí dice que está deteniendo a hombres en el norte de Gaza porque está buscando a combatientes de Hamás. Fotos y videos publicados en Internet muestran a grupos de hombres con sólo ropa interior, esposados y con los ojos vendados. Algunos de ellos han sido liberados y han dicho que fueron golpeados y que no se les dio comida ni agua.
LLAMADOS PARA UN CESE AL FUEGO
Israel lanzó su ofensiva en Gaza luego que Hamás atacó territorio israelí el 7 de octubre, matando a unas mil 200 personas y secuestrando a unas 240, de las cuales aproximadamente la mitad siguen en cautiverio. Por lo menos 105 soldados israelíes han fallecido en la ofensiva, según el ejército.
El bloqueo israelí del territorio —y los bombardeos e incursiones que han prácticamente impedido la distribución de ayuda humanitaria— han derivado en una severa escasez de alimentos, agua y otros productos básicos. La ofensiva ha causado la muerte de más de 18 mil palestinos, según los funcionarios palestinos en Gaza, que no distinguen entre civiles y combatientes.
Israel insiste en que no ataca a civiles y culpa a Hamás por las muertes, señalando que los combatientes del grupo islamista se esconden en áreas densamente pobladas y usan a los civiles como escudos humanos.
El secretario general de la ONU y numerosos países árabes y gran parte de la comunidad internacional han pedido un cese del fuego. Pero Estados Unidos vetó esas gestiones en el Consejo de Seguridad de la ONU la semana pasada, y aprobó el envío de más armas a Israel. Israel y Estados Unidos sostienen que cualquier alto al fuego que deje a Hamás en el poder, aunque sea en una pequeña parte del devastado territorio, supondría una victoria para el grupo radical que gobierna la Franja desde 2007 y que ha prometido destruir a Israel.
El martes habrá una votación en la Asamblea General del organismo mundial también para pedir un cese del fuego, pero será mayormente un gesto simbólico.
EXPERTOS DICEN QUE APLASTAR A HAMÁS SERÁ “UNA TAREA COMPLICADA”
En una sesión informativa con la AP, el Ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, indicó que la fase actual de la guerra —con intensos combates terrestres y ataques aéreos— podría prolongarse varias semanas y que la actividad militar podría continuar durante meses.
Pero muchos expertos estiman que los objetivos israelíes no son realistas ya que Hamás está muy arraigado en la sociedad palestina tanto en Gaza como en Cisjordania, y muchos palestinos lo aprecian al considerarlo una resistencia al dominio israelí.
Incluso solamente destruir la capacidad militar de Hamás “será una tarea complicada sin diezmar lo que queda de Gaza”, dijo Crisis Group, un centro de estudios internacional, en un reporte publicado el fin de semana en el que se pedía también un alto el fuego inmediato.
Las autoridades israelíes dicen que unos siete mil milicianos de Hamás —aproximadamente una cuarta parte de sus filas armadas— han sido muertos y que por lo menos 500 milicianos han sido capturados. Hamás, que disparó una andanada de cohetes el lunes que hirió a una persona en un suburbio de Tel Aviv, dice que tiene miles de combatientes en reserva. Ninguna de esas afirmaciones pudo ser confirmada.
Entretanto en el Líbano, el grupo miliciano Hezbollah ha estado intercambiando fuego con fuerzas israelíes y otros grupos afines a Irán han estado atacando instalaciones estadounidenses, lo que amenaza con ampliar el conflicto. Los rebeldes hutíes en Yemen respaldados por Irán, que apuntan a barcos israelíes, atacaron durante la noche un tanquero en el Mar Rojo a pesar de que no tiene ningún vínculo expreso con Israel.