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Familia de Emiliano Zapata visita la polémica pintura en Bellas Artes; “creo que les gustó”: curador

12/12/2019 - 11:30 am

Aunque la Secretaría de Cultura mediará la disputa entre el artista y la familia disgustada por la polémica pintura, el nieto del revolucionario, Jorge Zapata continúa con su intención de demandar al autor que plasmó a Zapata en tacones.

Ciudad de México, 12 de diciembre (AP).- Familiares de Emiliano Zapata visitaron este miércoles una exposición del Palacio de Bellas Artes que incluye una pintura del caudillo de la Revolución Mexicana, en la que según ellos es retratado de forma afeminada, declaración que podría iniciar el fin de la polémica que provocó la obra esta semana.

“Creo que les gustó”, afirmó el miércoles a The Associated Press, Luis Vargas, el curador de la exhibición “Emiliano. Zapata después de Zapata”, que abarca 100 años de representaciones visuales del líder campesino, incluida la pintura en la que aparece desnudo sobre un caballo y calza unos tacones.

Por su parte, el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció en su conferencia matutina que la Secretaría de Cultura mediaría la disputa entre el artista y la familia, y la visita de 15 descendientes de Zapata a Bellas Artes podría ser parte de dicho acercamiento. En este sentido, Vargas, quien también se encargó de recorrer la exposición y explicarla a los familiares de Zapata, consideró que “el balance fue positivo” y no descartó el fin de la controversia.

El cuadro titulado “Revolución”, provocó la ira de la familia del Caudillo del Sur, quienes sostienen que denigra su memoria, y también causó que el martes un centenar de campesinos tomaran durante unas horas el museo donde se exhibe la exposición, para exigir el retiro de la pintura; esa protesta acabó con el ataque de los manifestantes hacia activistas por la diversidad sexual que llegaron a defender la obra.

López Obrador condenó el acto violento y aseguró que a él no le incomodó la pintura -aunque no la había visto en vivo-, por lo que abogó por el diálogo y la libertad de expresión: “Los artistas tienen toda la libertad y no puede haber censura”, señaló. “Lo reprobable es que estas diferencias se quieran resolver con el uso de la fuerza” secundó.

El artista chiapaneco autor de la obra, Fabián Cháirez, lamentó toda la polémica fruto, a su juicio, de una interpretación mal informada del cuadro, no obstante, celebró la visita de la familia “para que vean de qué se trata”. Según dijo, en ningún momento pretendía burlarse del histórico personaje, sino presentar “otra forma distinta de masculinidad, lejos de la hegemónica”.

“Es triste que se hagan estas declaraciones con encono y desinformación porque así se incita a la violencia”, señaló. Y se pronunció a favor de que todos los mexicanos sigan cuestionando y defendiendo la libertad de expresión.

Jorge Zapata González, nieto de Zapata y quien se autodenomina vocero de la familia, dijo desconocer la visita del miércoles a la exposición, pero indicó a la AP en conversación telefónica que las autoridades culturales le habían llamado para sostener una reunión el jueves.

Zapata González insistió en su intención de demandar al pintor, aunque comentó que todavía está en consulta con sus abogados para planear el modo correcto de proceder, y apoyó a los campesinos que se manifestaron agresivamente el martes, tanto en contra de la pintura como para denunciar problemas en el sector agrario del país.

El familiar dijo que la situación “se le ha salido de las manos al Gobierno y a la secretaría de Cultura” y agregó: “Si no toman en serio el asunto y no hacen lo que exigimos, convocaremos a los campesinos”.

Estas palabras parecen indicar que dentro de la familia de Zapata hay claramente posturas encontradas y, de hecho, el propio López Obrador afirmó que los que se manifestaron violentamente no representaban a los descendientes de quien fuera uno de los líderes de la Revolución Mexicana de principios del siglo XX.

Mientras la familia paseaba por el museo, cerrado al público el miércoles por protestas laborales ajenas a la muestra, varias decenas de activistas de la comunidad LGTB defendían la libertad de expresión frente una bandera del arco iris extendida en la puerta del Palacio de Bellas Aires, quienes portaban pancartas con lemas tales como “Hasta que la diversidad sea costumbre”.

“Hay que aprovechar la polémica”, indicó Arturo Huerta, un arquitecto de 27 años que participó en el plantón y que se mostraba satisfecho de que haya sido el Gobierno quien montara la exposición que, señaló, ha puesto de manifiesto brotes de intolerancia y homofobia en el seno de la sociedad mexicana: “Es todo un símbolo que el Gobierno la impulse, es ejemplo de que sí podemos avanzar”.

Cháirez, por su parte, no ocultó su sorpresa, pues recordó que esa pintura data de 2014 y que entonces también suscitó críticas, aunque en menor grado. No obstante, agradeció el apoyo del museo y de las autoridades culturales que en todo momento han defendido la exhibición de la obra.

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