De acuerdo con el Instituto de Evaluación y Mediciones de Salud de la Universidad de Washington, en 1980, 7 por ciento de los mexicanos tenía sobrepeso, pero en 2016 se multiplicó a 20.3 por ciento. Expertos señalaron al diario New York Times que este repunte se debe en parte a la invasión de comida chatarra y bebidas altamente calóricas sin valor nutritivo que México importó con la firma del TLCAN.
En 2015, los mexicanos compraron en promedio 1928 calorías de comida empaquetada y bebidas al día —380 calorías más que en Estados Unidos—, más que las personas de cualquier otro país monitoreado por Euromonitor International, una agencia de estudios de mercado.
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Ciudad de México, 12 de diciembre (SinEmbargo).– En 1980, 7 por ciento de los mexicanos tenía sobrepeso, pero en 2016 se multiplicó a 20.3 por ciento debido a la invasión de comida chatarra y bebidas altamente calóricas sin valor nutritivo que México importó con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), destacó un reportaje del diario New York Times citando cifras del Instituto de Evaluación y Mediciones de Salud de la Universidad de Washington.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diabetes es la principal causa de muerte en México; acaba con 20 mil vidas al año.
Para muchos mexicanos, el TLCAN prometía convertir en realidad “los delirios de unirse a la economía moderna”, dijo al diario estadounidense Timothy Wise, un experto en comercio del Small Planet Institute y la Universidad Tufts. “Lo único en lo que México se convirtió en un país del ‘primer mundo’ fue en términos de su dieta”, explicó.
Sin embargo, Jaime Zabludovsky Kuper, el subjefe de negociación del pacto, dijo que el TLCAN no causó la obesidad. Explicó al New York Times que, al contrario, el tratado bajó los precios de la comida y alivió la desnutrición. En 2102, el 1.6 por ciento de los niños mexicanos sufría de desnutrición severa, una reducción notable del 6.2 por ciento registrado en 1988, según datos del gobierno.
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Zabludovsky Kuper dijo que desde hace mucho tiempo los mexicanos se habían sentido atraídos por la comida estadounidense pero los altos aranceles la encarecían aunque estuviera disponible.
Los críticos del TLCAN reconocen que las causas de la obesidad son complejas, pero argumentan que el libre comercio intensificó el problema al abrir la economía mexicana que estuvo aislada durante mucho tiempo.
Además de reducir drásticamente los aranceles transfronterizos, el TLCAN permitió la entrada de miles de millones de dólares en inversión extranjera directa a México; alimentó el crecimiento de las tiendas de conveniencia y los restaurantes estadounidenses de comida rápida, y dejó que el maíz barato, la carne, el jarabe de maíz de alta fructosa y los alimentos procesados inundaran el país.
La inversión agrícola de Estados Unidos permitió la modernización de los métodos mexicanos de cultivo, pero también desplazó a dos millones de personas que cultivaban alimentos para su sustento y el de sus comunidades, según datos del Centro Woodrow Wilson citados por el Times. “Muchos antiguos campesinos emigraron hacia las ciudades, sumándose a las filas de consumidores mexicanos que dependen de la comida procesada”, destacó.
Las principales cadenas de víveres y la mayoría de los negocios que venden comida en México cuentan con el respaldo de Estados Unidos o son socios de empresas como Walmart, Subway y Pizza Hut. Oxxo, la cadena de tiendas de conveniencia, es propiedad de Femsa, el conglomerado de alimentos y bebidas asociado con Coca-Cola, que ha crecido a 16 mil tiendas en contraste con las 400 que existían en 1990.
De acuerdo con cifras del Departamento de Agricultura de Estados Unidos citadas por el New York Times, la inversión directa de Estados Unidos en las empresas mexicanas de alimentos y bebidas se disparó a los 10.2 mil millones de dólares en 2012 en contraste con los 2.3 mil millones de dólares antes del TLCAN.
Duncan Wood, director de Instituto México del Centro Woodrow Wilson, dijo al diario que la reducción de los precios de los alimentos, junto con la economía estancada, han dejado a muchos mexicanos en una posición económica extraña. “La gente puede darse el gusto de comprar más comida procesada y consumir así más calorías”, dijo Wood, “pero no tiene suficiente dinero para un estilo de vida que les permita comer de manera más saludable”.
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LLEGADA A MÉXICO DE LAS GRANDES CADENAS
En 2015, los mexicanos compraron en promedio 1928 calorías de comida empaquetada y bebidas al día —380 calorías más que en Estados Unidos—, más que las personas de cualquier otro país monitoreado por Euromonitor International, una agencia de estudios de mercado.
El análisis del New York Times destacó que en 1991, mientras los negociadores afinaban los detalles del TLCAN, Walmart hizo su primera inversión extranjera asociándose con el principal minorista de México, Cifra.
En 1997, Walmart pagó 1.2 mil millones de dólares por el control mayoritario de Cifra. Hoy en día Walmart es el minorista de alimentos más grande de México.
Oxxo ocupa el segundo lugar de participación en el mercado de víveres. También es la cadena de tiendas de conveniencia más grande, con un 75 por ciento de participación en el mercado, según Euromonitor.
Aunque Oxxo es propiedad de Femsa, una empresa mexicana, ha disfrutado de una importante inversión externa. En 1993 Coca-Cola compró un tercio de la unidad de refrescos de Femsa por 195 millones de dólares, no mucho después de que PepsiCo había anunciado que gastaría 635 millones de dólares para expandirse en México.
Luego, en 1994, la cervecera canadiense Labatt invirtió 510 millones de dólares en el negocio de la cerveza de Femsa. El dinero le permitió a Femsa reducir su deuda y así la ayudó a crecer.
MÉXICO, SIN SOBERANÍA ALIMENTARIA
Datos de la Encuesta Nacional de Salud (Ensanut) de 2016 revelan que el 36.9 por ciento de los adolescentes en México viven con sobrepeso u obesidad, y la cifra llega a 72.5 por ciento en la edad adulta, mientras que en 2006 cerca de 1.5 millones de menores de cinco años sufrían desnutrición crónica.
Esto es resultado del TLCAN y de la complicidad del Gobierno mexicano con las políticas de malnutrición que solamente favorecen a 20 grandes corporaciones que han controlado y controlan nuestro sistema de alimentación, de acuerdo con expertos consultados por SinEmbargo.
Entre las empresas que han señalado los opositores del TLCAN están Coca Cola, Nestlé, Maseca, Bimbo, Bachoco, Lala, Monsanto, Bayer, WalMart y Pepsico.
Los especialistas consideraron que con la apertura comercial implementada hace 23 años, México ha perdido soberanía alimentaria y depende en gran medida de los productos estadounidenses.
La producción mexicana de soya, algodón, trigo, arroz, carne de cerdo, maíz, entre otros alimentos, ha disminuido considerablemente, mientras la exportación de granos básicos y otros cultivos de los Estados Unidos se multiplicaron, en el caso de maíz aumentó en más de 400 por ciento, de trigo casi 600 por ciento, de arroz más de 500 por ciento y cerca de 700 por ciento en carne de cerdo.