RSF pide a los europeos que no censuren la información por motivos religiosos

12/12/2013 - 9:26 am

París, 12 dic (EFE).- La organización Reporteros sin Fronteras (RSF) denunció hoy en un informe que la blasfemia sigue siendo delito en 31 países del mundo y pidió que se elimine la censura religiosa a la información, especialmente en Europa, que “pretende ser un modelo en materia de derechos humanos y pluralismo”.

“La blasfemia sigue siendo castigable por los tribunales en nada menos que 31 países” y si los estados islámicos son los más severos en su legislación, las injurias religiosas siguen estando penadas también en ocho países de la Unión Europea (UE), declaró RSF.

Grecia es el único país de la Unión Europea (UE) donde la blasfemia como tal sigue siendo un delito, pero las legislaciones de países como España, Polonia, Irlanda o Italia también recogen fórmulas suavizadas como la “ofensa a los sentimientos religiosos”, recordó esa organización por la libertad de prensa.

Por eso, en las conclusiones de su informe “Blasfemia. La información sacrificada bajo el altar de la religión”, RSF reclama la abolición de “toda limitación de la libertad de información y de expresión en nombre de la religión en las legislaciones de los países europeos, que “pretenden ser un modelo en materia de derechos humanos y pluralismo”.

Pide también a las instituciones internacionales que rechacen los intentos de algunos Estados de luchar contra la “blasfemia” o las “difamaciones religiosas”, que equipara a los derechos fundamentales de las personas.

El informe critica, además, el “uso político de la religión” en países donde “no se conoce la frontera entre lo espiritual y lo temporal”, como es el caso de Omán, donde dar voz a los homosexuales se entiende como una perversión moral y, por lo tanto, sacrilegio.

También son “tabús” temas como la condición de las mujeres, la sexualidad o la procreación.

En total, el 47 por ciento de los Estados del planeta cuenta con legislaciones que “sancionan los ataques a la religión o al llamado ‘sentimiento de los creyentes'”.

Reporteros sin Fronteras destaca que las aplicaciones más severas de la legislación no se circunscriben necesariamente a aquellos países que tienen una religión de Estado.

“En muchos casos, la coexistencia a veces tensa entre comunidades justifica, a los ojos de las autoridades, la represión contra una información susceptible de caldear los ánimos”, subrayó esa organización.

La blasfemia o las injurias religiosas pueden llegar a castigarse con la pena de muerte en países como Mauritania, Nigeria, Egipto, Jordania, Sudán, Somalia, Arabia Saudí, Yemen, Omán, Irak, Siria, Irán, Afganistán, Pakistán o Maldivas, enumeró RSF. EFE

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