Runner, estrenada en el Festival Internacional de Cine de Toronto y en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, es una de las películas en competencia del Festival Internacional de Cine de Los Cabos.
Los Cabos, Baja California, 12 de noviembre (SinEmbargo).- Una chica en la búsqueda de su libertad rodeada de ambientes minimalistas son los ingredientes principales de Runner, la opera prima de la directora estadounidense Marian Mathias que está en la competencia oficial del Festival Internacional de Cine de Los Cabos en su edición número 11.
Runner relata la vida de Haas, una chica de 18 años, que nunca ha salido de la zona rural del Medio Oeste de Estados Unidos en la que fue criada por su padre, un tipo que parece estar cada vez más lejos de la razón y que pierde la vida en un desafortunado accidente.
Esta repentina muerte obliga a Haas a viajar para conceder el último deseo de su padre de ser enterrado en el pueblo donde nació. Ahí la vida le aguarda una sorpresa a esta joven que cruza su camino con Will, un joven que al igual que ella es un alma solitaria.
“Hay una cita que me gusta mucho, que dice que estar solo o sola no es lo mismo que la soledad en sí o el abandono de alguna forma.
Me parece que no hay ningún problema con el estar solos, no está mal estar solos, en la soledad hay mucho poder también y en el poder te empodera especialmente como mujeres, y me parece que hay como una gran obsesión alrededor de ella acerca de ella esté sola y de alguna forma son los demás los que imponen este miedo a la soledad en ella, mientras ella misma en realidad está contenta con el hecho de estar sola, está satisfecha, y me parece que en esa soledad hay poder y hay belleza y es algo que intento celebrar también en todo momento en la película”, destaca Marian Mathias en encuentro con medios.
Haas, apodada así por el significado que tiene esta palabra en holandés en referencia a “liebre o conejo”, encuentra en la muerte de su padre una escapatoria a la libertad y no como un obstáculo en su vida. La muerte y la nueva amistad que florece con Will se convierten en el impulso que necesita para salir adelante.
Runner, cuya fotografía estuvo a cargo de Jomo Fray, se desenvuelve entre grandes paisajes y tomas oscuras que tienen una intención de parte de la directora.
“Gran parte de nuestra vida la pasamos de hecho en la oscuridad y creo que es algo que deberíamos no tenerle miedo. Hay una escena en la película en la que se hace una cita bíblica en la que hecha la luz en el mundo y no tenerle miedo a la oscuridad, y bueno, hay que hacer lo que uno predica al final de cuentas y no tenerle miedo a esto, a esto que al final de cuentas es lo desconocido y de esta forma quería acercarme a algo mucho más orgánico y quedarse lejos de esto que es mucho más inorgánico que es sería lo artificial”.
Y eso mismo es Haas, una joven que a pesar que parece venírsele el mundo encima sigue adelante, sin positivismos, pero siendo consciente de que desea no detenerse.
“Uno de los orígenes de este proyecto era que yo quería hacerle una carta a alguien y pensé que si la película fuera la carta, cada una de las escenas sería como una oración dentro de esa carta y me pregunté qué es lo que cada una de esas oraciones y esas escenas dirían. El cine es un medio maravilloso porque a veces simplemente con el sonido, con moviendo de la ropa, con diferentes cosas que no son necesariamente palabras, con lo que no está dicho, se puede decir mucho más. Tiene mucho más peso estas cosas que las cosas que sí se dicen”.
La cineasta Marian Mathias se define a ella misma como una obsesionada con el minimalismo, no solo con lo que tiene que con la estética sino también con lo que promulga: “menos dice más”.
Ese minimalismo lo llevó a cada una de sus escenas buscando grandiosos pero sencillos paisajes que halaran por sí solos:
“Soy una minimalista de corazón. Vivo obsesionada con cómo decir ‘más con menos’, usando menos palabras, usando menos tomas y sí realmente fue todo un reto, pero un reto que me fascina, también me gustan mucho las líneas rectas, es algo que adoro y el horizonte, usé mucho la línea del horizonte en la película porque me parece que es la unión entre la tierra y el cielo, entre la muerte y la vida y con el horizonte puedes ver las nubes, los pastizales y poner los elementos, personajes dentro de todo eso, es algo que me fascina explorar”.
Runner, fue estrenada en el Festival Internacional de Cine de Toronto y en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián de este año. Hoy se encuentra en las cintas en competencia de la selección del Festival Internacional de Cine de Los Cabos que trae en su onceava edición lo mejor del cine contemporáneo e independiente de Canadá, Estados Unidos y México.