Una investigación analizó a más de 7 mil empleados de origen latino, radicados en varias ciudades de EU, y que están expuestos a solventes, metales y pesticidas. Los resultados arrojaron que muchos de los trabajadores presentan problemas de salud.
Ciudad de México, 12 de noviembre (La Opinión/SinEmbargo).- Clara Santana tiene más de 20 años trabajando para la misma compañía de limpieza y mantenimiento de oficinas en Nueva York. La dominicana pasa ocho horas al día limpiando escritorios, cubículos y paredes de cristal en dos pisos de un rascacielos en el Downtown de Brooklyn. Y, según aseguró, los productos y detergentes que usa en su faena diaria le han causado serios problemas de salud.
“Hace unos años yo comencé a sufrir de mis pulmones y me volví alérgica y asmática a las pinturas. El olor me afecta mucho”, se quejó la mujer residente en El Bronx.
“Las pinturas de metal que usan para los marcos de las puertas, los elevadores y las puertas giratorias tienen un olor muy fuerte y si uno lo respira te congestiona los bronquios y comienzas a toser, y por eso he estado varias veces en el hospital”, agregó Santana con cara de preocupación.
Esta mujer de 57 años forma parte de los miles de obreros y trabajadores de mantenimiento, reparación, limpieza y construcción, de origen hispano, que han visto su salud afectada debido al arduo trabajo diario que tienen que realizar para poder mantener a sus familias.
Ahora, un nuevo estudio dado a conocer esta semana reveló que estos trabajadores enfrentan un riesgo adicional para su salud que es más peligroso.
Según una investigación publicada en la edición de noviembre de la revista Journal of Occupational and Environmental Medicine, los hispanos que están expuestos a disolventes orgánicos, como los trabajadores de la construcción y el personal de limpieza, están más propensos a sufrir de presión arterial alta, una peligrosa condición que puede causar enfermedades cardiovasculares.
“Investigamos todos los síntomas del ‘síndrome metabólico’ como la presión arterial alta, la obesidad, colesterol alto, diabetes, pero sólo vimos señales de hipertensión”, dijo a El Diario la doctora Maria Argos, PhD, de la Universidad de Illinois, en Chicago, quien fue la principal autora de la investigación.
“En este estudio encontramos que entre el 28 a 32 por ciento de los trabajadores actuales tienen presión arterial alta, y el porcentaje de riesgo varía entre los diferentes grupos latinos. Por ejemplo, es bien alto en la población cubana, comparado con la población suramericana que es muy bajo”, explicó la experta.
Para realizar la investigación la doctora Argos y su equipo de colegas analizaron a más de 7 mil empleados latinos adultos en cuatro ciudad del país que han estado expuestos a solventes, metales y pesticidas.
“Basados en los datos que recopilamos para este estudio sabemos que hay personas que están siempre expuestas a solventes en su trabajo actual. Pero no sabemos qué tipo de solventes o el nivel al que han estado expuesto. Tampoco sabemos si ellos usan máscaras o guantes para protegerse”, aclaró la investigadora quien dijo que esas interrogantes serán objeto de una nueva investigación.
Argos explicó que los solventes son productos químicos que tienen olores muy fuertes que al evaporarse son respirados por los trabajadores y ese vapor puede ser tóxico.
“Pero el peligro no es sólo respirarlo. También si lo tocan con sus manos o si les salpica en el cuerpo lo pueden absorber a través de la piel”, advirtió la experta.
Aunque reconoció que no conocen exactamente el mecanismo biológico para explicar cómo esta exposición puede aumentar la presión arterial en el cuerpo, la doctora Argos señaló que podría deberse a una inflamación que puede afectar algunas de las hormonas que regulan la presión sanguínea.
“Para que esto ocurra el trabajador necesita haber estado expuesto a esos vapores por varios años para que sea un factor de riesgo que provoque enfermedades del corazón”, puntualizó.
“La presión arterial alta es uno de los principales riesgos para desarrollar enfermedades cardiovasculares más tarde en la vida, como ataques al corazón por eso es una condición de salud que se debe tomar muy seriamente”, advirtió Argos.
MUCHOS AFECTADOS VIVEN EN EL BRONX
La doctora Argos informó que su investigación es parte del estudio más amplio que se haya realizado hasta ahora sobre la salud de los latinos que residen en EU llamado: “The Hispanic Community Health Study / Study of Latinos”.
En esa investigación participaron 16 mil 400 hispanos que viven en las ciudades de Chicago, Miami, San Diego y Nueva York. Cuatro mil de ellos residen en el condado de El Bronx.
“Estamos muy interesados en la salud de los hispanos en EU porque es una población que por lo general ha sido subestimada y los pocos estudios que se han hecho han sido sobre Mexico-americanos, y este estudio ha hecho un esfuerzo para incluir a individuos de otros orígenes latinos como los puertorriqueños, dominicanos, centroamericanos y suramericanos”, indicó.
“Se trata de un grupo muy amplio y diverso que representa la población latina actual en EU y estamos estudiando su salud ocupacional porque los latinos tienden a realizar trabajos de alto riesgo y eso es quizás por su estatus socioeconómico o por la barrera del lenguaje”, dijo Argos, quien aclaró que para esta investigación no se preguntó sobre el estatus migratorio de los participantes.
Entre las conclusiones del estudio destaca el hecho que los latinos nacidos fuera de EU y aquellos cuyo lenguaje de preferencia es el español, están en mayor riesgo de sufrir problemas de salud porque toman trabajos que pueden ser realizados por personas con poco dominio del idioma inglés.
Para las personas que están realizando trabajos en los cuales se usan solvente u otros químicos, la doctora Argos aconsejó que tomen algunas precauciones como usar guantes y máscaras para cubrirse la cara, así como tratar de minimizar la cantidad de contacto que tienes con los químicos cuando los estas usando.
“Yo tengo guantes y mascarilla porque esto es muy peligroso. Aunque yo limpio oficinas, mis compañeros usan detergentes para limpiar los pisos de los baños y siempre se quejan porque el olor es tan fuerte que hasta les irrita la vista”, dijo Clara Santana.
El estudio de salud de los hispanos, que se realizó entre 2008 y 2011, incluyó a mujeres y hombres latinos entre los 18 y 70 año, con una edad promedio de 30 años.