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Ernesto Hernández Norzagaray

12/10/2024 - 12:01 am

La UAS, entre Sheinbaum y Rocha

“Las Universidades están subsumidas en sus propias dinámicas y problemas, buscando su propia estrategia de relación con las nuevas autoridades del gobierno federal”.

“El encuentro que los representantes de la UAS y los del gobierno del Estado tendrán con la secretaria de Gobernación será decisiva si las posiciones de las partes no se mueven y así, no hay nada que hacer en la casona de Bucareli”. Foto: UAS

Cómo, antes, estuvo, entre AMLO y Rocha, en sus charlas sostenidas muy probablemente en los traslados de Culiacán a Badiraguato, de Mazatlán a las presas Picachos y Santa María o, la última siendo todavía presidente, a la cabecera municipal de Rosario. 

Este conflicto que va para dos años sin solución y donde fue asesinado Héctor Melesio Cuén que para algunos poderosos era el principal obstáculo: ¿Hay un cambio con la llegada de Claudia quien probablemente fue testigo de esas conversaciones de poder?, y por eso me preguntó, la estrategia de las autoridades de la UAS ¿qué posibilidades de éxisto tiene para alcanzar una negociación con el gobierno del estado y terminar con esta desgastante confrontación?  

Esta semana cuando un periodista le preguntó a la presidenta en la mañanera sobre cuál era su respuesta a la petición formal que le había hecho el nuevo encargado de despacho de la Universidad Autónoma de Sinaloa la respuesta de la mandataria fue lacónica y políticamente correcta: “Nosotros respetamos la autonomía universitaria”. 

Qué es decir mucho cuando se habla de instituciones de educación superior, pero, igual, decir poco, delegar para no comprometer la relación con el gobernador que para un tema más urgente y grave, como es el de la violencia, que sufren todos los sinaloenses, y el gobernador severamente cuestionado, cuenta con su apoyo para continuar en el cargo.   

Y le encomendó a Rosa Icela Rodríguez, la nueva secretaria de Gobernación, que atendiera este problema de política interna. 

Vamos a ver que resulta que no haya sucedido con la anterior secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde. 

Es decir, que todo termine igual luego de sucesivas reuniones tensas, o sea, sin resultados tangibles que regrese a la institución rosalina a sus actividades sustantivas. 

Las autoridades universitarias han tomado la decisión extrema de paralizar a la institución, como una medida de presión, ante lo que consideran es un nuevo ataque y violación a la autonomía universitaria. 

Y es que el Congreso del Estado con mayoría morenista y el plus filomorenista, unilateralmente, y en medio de la refriega de las balas y muertes, que ensombrecen todos los días la vida cotidiana de los habitantes de la capital del estado, decidieron hacer una consulta pública -o sea, a esa sociedad atemorizada- sobre si se estaba de acuerdo con la reforma a la ley orgánica de la máxima casa de estudios de los sinaloenses y escasamente participaron mil 400 personas cuando solo la UAS alberga cerca de 200 mil universitarios. 

Sin embargo, ese número ridículo no fue obstáculo, los hoy diputados muchos reelectos continuaran con la tarea iniciada hace más de un año y, ahora, la operación está a cargo de Teresa Guerra, como nueva líder del Congreso del Estado quien ipso facto, llamó a convocar a los universitarios para elijan de inmediato rector con voto universal, directo y secreto, como si fuera, un cargo de elección popular. 

Por eso en un acto de resistencia las autoridades universitarias, temerariamente han creado un vacío coyuntural pues no hay manera de realizar la convocatoria, sin los universitarios en las aulas.  

Las autoridades alegan que todo lo que han hecho los diputados es producto de una venganza y que no tiene sustento constitucional y para ello tienen en mano una sentencia de un juez federal que impide estas acciones por parte del Congreso del Estado. 

Y es que, de acuerdo con esta, la ANUIES y los académicos César Astudillo y Roberto Rodríguez Gómez investigadores de la UNAM, ven que la reforma a la ley orgánica de la UAS representa una violación al artículo tercero constitucional, la Ley General de Educación Superior y, en última instancia, a la autonomía universitaria. 

Es decir, la UAS no está sola con sus argumentos y su defensa social de la autonomía universitaria, incluso, los investigadores de la UNAM ven que de pasar esta reforma se aplicara la misma fórmula a otras Universidades. 

En esta lógica ha habido intentos fallidos en los congresos de los estados de México, Colima, Sonora, Baja California Sur, Querétaro, Puebla, en Veracruz una iniciativa que presentó el gobernador al Congreso del Estado con mayoría morenista fue aprobada y perdió su autonomía El Colegio de Veracruz, algo, similar, ha ocurrido con la Universidad Autónoma de Occidente y la Universidad Indígena de Sinaloa, donde sus autoridades  no opusieron resistencia y les aplicaron la reforma constitucional local lo que si hicieron las autoridades rosalinas y lograron detener la iniciativa hasta donde estamos hoy.  

Entonces, estamos frente a un problema político mayor, la definición de un proyecto sostenido con relación a las universidades públicas del país y lo que han hecho las autoridades uaseñas es dar la lucha en el plano jurídico y social que tiene expresión en la esgrima jurídica, el tendido de puentes con el titular del Poder Ejecutivo y la suspensión de actividades en tanto no haya una mesa de negociación que es difícil sostener sin el apoyo y la movilización de las universidades del país.  

Que, al parecer, las Universidades están subsumidas en sus propias dinámicas y problemas, buscando su propia estrategia de relación con las nuevas autoridades del gobierno federal. 

El encuentro que los representantes de la UAS y los del gobierno del Estado tendrán con la secretaria de Gobernación será decisiva si las posiciones de las partes no se mueven y así, no hay nada que hacer en la casona de Bucareli -incluso, es probable que la secretaria de Gobernación presione y exija el levantamiento del paro para empezar a conversar. 

Y los representantes universitarios, tendrán que volver al estado para revisar la estrategia y en los siguientes meses el contexto podría ser más adverso luego de que el gobernador ha dicho que no apoyará a la Universidad para subsanar el déficit financiero crónico de fin de año lo que es una cuña para la cohesión en la comunidad universitaria en uno o en otro sentido. 

O sea, será la repetición de la historia, de lo que ya vimos y ahora si presidentes vienen, presidentes se van y la UAS reclama estabilidad. 

Al tiempo. 

 

Posdata. Habiendo cerrado el texto llegó la noticia de que la UAS levanta inmediatamente el paro y vuelve a sus actividades el jueves 10 de octubre y el compromiso de una “reunión con funcionarios de Gobernación”, no se menciona la presencia de representantes del Gobierno del Estado.   

Ernesto Hernández Norzagaray
Doctor en Ciencia Política y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid. Profesor-Investigador de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel I. Ex Presidente del Consejo Directivo de la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales A. C., ex miembro del Consejo Directivo de la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política y del Consejo Directivo de la Asociación Mexicana de Ciencia Política A.C. Colaborador del diario Noroeste, Riodoce, 15Diario, Datamex. Ha recibido premios de periodismo y autor de múltiples artículos y varios libros sobre temas político electorales.

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