Las agencias israelíes de inteligencia han adquirido una imagen de invencibilidad, pero el ataque del fin de semana, que tomó por sorpresa a Israel en un importante feriado judío, cuestionaba esa reputación y planteaba dudas sobre la preparación del país.
Por Tia Goldenberg
Tel Aviv, Israel, 12 de octubre (AP).— Para los palestinos en Gaza, la mirada de Israel nunca está muy lejos. Drones de vigilancia sobrevuelan constantemente la zona. La fortificada frontera está llena de cámaras de seguridad y soldados de guardia. Las agencias de inteligencia tienen fuentes y herramientas cibernéticas para reunir mucha información.
Pero los ojos de Israel parecían haber estado cerrados antes de un asalto sin precedentes del grupo armado Hamas, que se abrió paso por las barreras fronterizas israelíes y envió cientos de milicianos a Israel para realizar un audaz ataque que dejó cientos de muertos y sumió a la región en la violencia.
Las agencias israelíes de inteligencia han adquirido una imagen de invencibilidad durante décadas debido a una serie de éxitos. Israel ha frustrado tramas originadas en Cisjordania, supuestamente localizó a agentes de Hamas en Dubái y fue acusado de matar a científicos nucleares iraníes en el corazón de Irán. Incluso cuando sus esfuerzos han sufrido reveses, agencias como el Mossad, el Shin Bet y la inteligencia militar han mantenido su aura mística.
In recent years, thousands of Palestinians from Gaza crossed into Israel for work via the Erez crossing.
Last Saturday, Hamas terrorists attacked the crossing and destroyed it. The crossing is currently inoperable. pic.twitter.com/PvAolgqRpK
— Israel Defense Forces (@IDF) October 12, 2023
Pero el ataque del fin de semana, que tomó por sorpresa a Israel en un importante feriado judío, cuestionaba esa reputación y planteaba dudas sobre la preparación del país de cara a un enemigo más débil pero decidido. Unas 48 horas más tarde, milicianos de Hamas seguían combatiendo con fuerzas israelíes dentro del territorio israelí y Hamas tenía docenas de israelíes cautivos en Gaza.
“Esto es un fallo enorme”, dijo Yaakov Amidror, exasesor de seguridad nacional del Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu. “En realidad, esta operación demuestra que la capacidad (de inteligencia) en Gaza no era buena”.
Amidror declinó ofrecer una explicación para el fallo y dijo que una vez pasara la crisis, debían aprenderse lecciones de lo sucedido.
El contaalmirante Daniel Hagari, vocero militar jefe, reconoció que el ejército debía una explicación a la población. Pero dijo que aún no era el momento. “Primero peleamos, luego investigamos”, afirmó.
Algunos dijeron que era demasiado pronto para atribuir la culpa sólo a los servicios de inteligencia. Señalaron a una oleada de violencia de bajo nivel en Cisjordania que desvió algunos recursos militares a esa zona, y al caos político en Israel desatado por los esfuerzos del Gobierno de ultraderecha de Netanyahu de reforma la justicia. El polémico plan ha amenazado la cohesión del poderoso ejército del país.
Sin embargo, la aparente ignorancia previa de los planes de Hamas probablemente se vería como un factor clave en la cadena de acontecimientos que llevó al ataque más letal contra israelíes en varias décadas.
Israel retiró tropas y colonos de la Franja de Gaza de 2005, lo que le privó de información de primera mano sobre la situación en el territorio. Pero incluso después de que Hamas tomara Gaza en 2007, Israel parecía mantener la iniciativa gracias al espionaje humano y tecnológico.
Israel aseguró conocer el paradero preciso de los líderes de Hamas y pareció demostrarlo con asesinatos de mandos milicianos en ataques de precisión, en ocasiones cuando dormían en sus camas. El país ha sabido dónde atacar los túneles subterráneos empleados por Hamas para llevar combatientes de un lado a otro, y destruyó kilómetros de esos pasajes ocultos.
Pese a esa capacidad, Hamas pudo mantener su plan en secreto. El feroz ataque, que probablemente requirió meses de planificación y cuidadosa instrucción y requirió coordinar a varios grupos armados, parecía haberse mantenido fuera del radar de la inteligencia israelí.
Amir Avivi, un general israelí retirado, dijo que sin presencia en Gaza, los servicios de seguridad israelíes habían tenido que depender cada vez más de medios tecnológicos para conseguir información. Los milicianos en Gaza, señaló, han encontrado formas de eludir esas herramientas tecnológicas, lo que da a Israel una imagen incompleta sobre sus intenciones.
“El otro bando aprendió a lidiar con nuestro dominio tecnológico y dejaron de utilizar tecnología que podría dejarles al descubierto”, dijo Avivi, que sirvió como intermediario de información de inteligencia a las órdenes de un exjefe del Estado Mayor. Avivi es el presidente y fundador del Foro de Defensa y Seguridad de Israel, un belicista grupo de excomandantes del ejército.
“Han vuelto a la Edad de Piedra”, dijo, explicando que los milicianos no utilizaban celulares ni computadoras y gestionaban asuntos sensibles en salas protegidas especialmente contra el espionaje tecnológico o bajo tierra.
Pero Avivi dijo que el fallo iba más allá de la recogida de información, y que los servicios de seguridad israelíes no habían logrado hacerse una imagen completa de la información que sí recibían, debido a lo que describió como ideas preconcebidas sobre las intenciones de Hamas.
En los últimos años, los responsables de seguridad en Israel han visto cada vez más a Hamas como un grupo interesado en gobernar, que intentaba desarrollar la economía de Gaza y mejorar el nivel de vida de sus 2.3 millones de habitantes. Avivi y otros dijeron que la realidad es que Hamas, que reclama la destrucción de Israel, aún ve ese objetivo como su prioridad.
En los últimos años, Israel ha permitido que hasta 18 mil palestinos de Gaza trabajen en Israel, donde pueden ganar un salario unas 10 veces mayor que en el empobrecido enclave costero. Las autoridades de seguridad lo veían como una zanahoria que servía para mantener una calma relativa.
“En la práctica, cientos si no miles de hombres de Hamas se prepararon para un ataque sorpresa durante meses, sin que eso se filtrara”, escribió Amos Harel, experto en defensa, en el diario Haaretz. “Los resultados son catastróficos”.
Aliados que comparten información de inteligencia con Israel dijeron que las agencias de seguridad interpretaron mal la situación.
Un funcionario egipcio dijo que Egipto, que sirve a menudo de mediador entre Israel y Hamas, había hablado varias veces con los israelíes sobre “algo grande”, sin entrar en detalles.
Los israelíes, señaló, estaban centrados en Cisjordania y restaron importancia a la amenaza de Gaza. El Gobierno de Netanyahu está formado por partidarios de colonos judíos en Cisjordania, que han exigido una operación de seguridad ante una oleada de violencia en la zona durante los últimos 18 meses.
“Les hemos advertidos de que se avecinaba una explosión de la situación, y muy pronto, y sería grande. Pero subestimaron esas advertencias”, dijo el funcionario, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a comentar con los medios el contenido de conversaciones sensibles de inteligencia.
Israel también se ha visto preocupada y dividida por el plan de reforma judicial de Netanyahu. El mandatario había recibido varias advertencias de sus jefes de defensa, así como de varios exdirectores de las agencias de inteligencia del país, sobre que el divisivo plan estaba erosionando la cohesión de los servicios de seguridad del país.
Martin Indyk, que fue enviado especial para negociaciones entre israelíes y palestinos durante el Gobierno de Obama, dijo que las divisiones internas sobre los cambios legales habían contribuido a que los israelíes se vieran sorprendidos.
“Eso afectó a las Fuerzas de Defensa de Israel de una forma que, creo, hemos descubierto que fue una enorme distracción”, señaló.