Lee Jung-jae nos regaló una fabulosa interpretación de Seong Gi-hun, la del jugador 456 en la serie de Netflix. La humildad y simpatía del personaje parece estar también presente en el actor, pero la situación precaria que lo orilla a ser parte del El juego del calamar, no.
Ciudad de México, 12 de octubre (SinEmbargo).– Seong Gi-hun es en El juego del calamar un hombre muy humilde. Fue echado de su empleo en la fábrica de automóviles y pasa sus días apostando y viviendo a expensas de su madre. Tiene una hija de la que no se hace cargo y está ahogado en deudas.
Sin embargo, el punto de quiebre en su vida que provoca que se envuelva en El Juego del calamar es el deteriorado estado salud de su madre y la eminente mudanza de su hija a Estados Unidos para disfrutar del futuro prometedor de su padrastro. Nada puede empeorar, nada más tiene por perder, y como lo refleja la serie, al menos ahí adentro del juego, los 456 participantes tienen una oportunidad de mejorar su futuro, algo que no es posible en el mundo real.
Gi-hun es el protagonista de la serie de Netflix que está a punto de convertirse en la más vista de la historia de la plataforma y también uno de los personajes más simpáticos del título surcoreano. Quién le da vida en la pantalla es el actor Lee Jung-jae que lejos está de tener una realidad a la de su personaje, pues vive entre lujos y es parte de esa pequeña parte de la población del país asiático que goza de privilegios.
Lee Jung-jae, de 47 años de edad, es propietario de una cadena de restaurantes de comida italiana en su país además de ser dueño de su propia agencia de entretenimiento, Artist Company, junto a su mejor amigo y también actor, Jung Woo-sung.
Pero no siempre fue así, de joven trabajó como camarero en un café hasta que incursionó con una breve carrera en el modelaje antes de hacer su debut en la pantalla.
Para interpretar a Seong Gi-hun, el actor tuvo que deambular por las calles de Corea del Sur y observar detalles en personas comunes que lo ayudaran a alimentar su papel.
“Una cosa que hice de manera diferente (de trabajos anteriores) fue que salía a caminar una noche antes de filmar y observaba a la gente en las calles para encontrar elementos para agregar al personaje”, dijo en actor entrevista con The Korea Times.
Los últimos papeles del actor habían sido mayormente marcados por villanos en cintas como The Face Reader (2013), Deliver Us From Evil (2014) Along With The Gods: Two Worlds (2017) Along With The Gods: 49 Days (2018), ahora tomar lo afable del jugador número 456 parecía difícil:
“Con personajes malvados, no es tan difícil actuar una vez que estableces el personaje al principio, pero (con este personaje) había muchas más cosas que poner en la ecuación para parecer natural”, continuó en la entrevista.
“Para mí, parecía una persona (456) de buen corazón, y no había nada en la historia que no pudiera entender. Tuvo la valentía de aferrarse a las cosas que no debería dejar ir. Y creo que esa parte del personaje refleja el mensaje de la serie”.
El juego del calamar, como recoge una entrevista su creador Hwang Dong-hyuk, está inspirada en la realidad económica de Corea del Sur: “Las historias y los problemas de los héroes son extremadamente personalizados, pero asimismo reflejan los problemas y las realidades de la sociedad coreana”, indicó el cineasta en un correo electrónico a The New York Times.
Según un análisis de RT, al igual que la serie, “la carga del endeudamiento en Corea del Sur no presiona a todos con la misma fuerza. El 20 por ciento de los surcoreanos más ricos tiene una patrimonio neto 166 veces mayor que el 20 por ciento más pobre”, y la pandemia agudizó la desigualdad económica.
Para el actor protagonista, la serie es un reflejo también de una sociedad que compite todo el tiempo:
“También es donde se desarrolla una forma extrema de competencia. Incluso en medio de situaciones tan espantosas, Gi-hun no pierde su humanidad y se las arregla para reunir el coraje para aferrarse a ella. En ese sentido, creo que Gi-hun nos recuerda la humanidad que podríamos perder al quedar atrapados en la competencia de la sociedad moderna”, dijo en una entrevista para Forbes.
Lee Jung-jae está ahora en la cima de la fama. Aunque en su carrera ha sumado decenas de nominaciones y premios por su trabajo en la actuación, hoy el mundo entero lo voltea a ver.
Su cuenta de Instagram suma 3.3. millones de seguidores a pesar de abrirla tan sólo hace una semana. Él está dispuesto a una segunda temporada de serie, pero descarta, aunque no completamente, un paso por Hollywood:
“No estoy seguro de poder trabajar en Hollywood o en el negocio del entretenimiento en el extranjero con mis insuficientes conocimientos de inglés, por lo que no puedo decir nada con certeza en este momento. Pero espero encontrarme con la afición internacional con las obras que estoy filmando actualmente”, dijo a The Korea Herald.