AVISO: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS
Aaron Paul, actor que da vida al ex compañero de Walter White, ha declarado a TheWrap que, el guionista de El Camino y Breaking Bad, Vince Gilligan tenía inicialmente pensado resolver una última incógnita que se plantea al final del filme.
Madrid, 12 de octubre (Europa Press).- El Camino, la película que sirve de epílogo de la exitosa serie Breaking Bad, ya ha llegado a Netlix. Y aunque quienes ya la han visto han podido descubrir el final del periplo por el mundo de las drogas para Jesse Pinkman, lo cierto es que la conclusión del filme iba a ser muy distinta según el guión original.
Aaron Paul, actor que da vida al ex compañero de Walter White, ha declarado a TheWrap que, el guionista de El Camino y Breaking Bad, Vince Gilligan tenía inicialmente pensado resolver una última incógnita que se plantea al final del filme.
En la última secuencia de El Camino, los espectadores pueden ver cómo Jesse Pinkman está listo para huir a Alaska. Ed (Robert Forster) le entrega la documentación necesaria para construir una nueva identidad y ambos repasan algunos detalles para asegurarse de que no habrán cabos sueltos.
Después de esto, Pinkman entrega a Ed una carta de despedida. Aunque no se menciona a quién va dirigida, los espectadores más avispados han visto el nombre de Brock Cantillo en el sobre.
Aunque este nombre pueda resultar algo remoto para los fans de Breaking Bad, Brock era el hijo de Andrea, la chica con la que Jesse tuvo un romance entre la tercera y quinta temporada. La madre del pequeño fue brutalmente asesinada por Todd (Jesse Plemons) como castigo por el intento de evasión de Pinkman cuando este estaba cautivo.
Según Aaron Paul, la película iba a acabar con una voz en off que leyera la carta mientras Jesse se alejaba en su coche.
¿Sería simplemente una despedida? ¿Sería una disculpa? ¿Sería una explicación de por qué Andrea había muerto? ¿O serían sin embargo indicaciones de cómo Pinkman le enviaría parte del dinero en compensación por la muerte de su madre?
Lo cierto es que Vince Gilligan decidió que, fuera cual fuera la respuesta, lo mejor es que los espectadores no la conocieran.