Familiares de Eugenia se han encargado de reunir todas las pruebas para que el caso sea clasificado como un feminicidio, además, entrevistaron testigos, pidieron videos para demostrar que había un responsable, pero al probable responsable se le investiga por homicidio calificado.
Por Crhistian de Jesús
Toluca, Estado de México, 12 de octubre (A Fondo Edomex).– Eugenia Machuca Campos no fue atropellada, fue víctima de un feminicidio, asegura su hermana Elizabeth luego de que el Ministerio Público del Estado de México ha reclasificado su caso como un homicidio calificado agravado.
A casi dos años de lucha, el calvario para la familia no termina, no solo perdieron a una hija, han aguantado malos tratos, desinterés y revictimización de las autoridades, la integración del expediente ha estado llenó de irregularidades.
El 28 de octubre de 2017, la madre de tres hijos apareció junto a un río en el municipio de Ocoyoacac, presentaba diversas lesiones producidas por golpes, salió con unos amigos a divertirse luego del trabajo.
Grave, la mujer fue llevada a un hospital, en Toluca, donde, horas más tarde, murió. En un principio, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México dijo que fue víctima de un hecho de tránsito, había sido arrollada.
Desde ahí, iniciaron las anomalías ya que a pesar de ser asesinada, en la carpeta de investigación iniciada se asentó que la causa de muerte fue un accidente vehicular, entorpeciendo las indagatorias del caso.
Tras su muerte, Liz se propuso buscar la justicia para su hermana menor, sin embargo, ha batallado con la impunidad, saca fuerzas para no claudicar y hacerle ver a las autoridades que se trató de un feminicidio.
“Me dicen que la dejé descansar, que estoy enferma, pero no estaré en paz hasta que el agresor reciba una sentencia justa, por lo que hizo, ella haría lo mismo por mí, no descansaré hasta lograrlo”, insistió.
LA TRAGEDIA
Ese día, Eugenia asistió a un bar ubicado en el centro del municipio con algunas compañeras luego de concluir su jornada laboral en un taller de costura, la idea era convivir un par de horas y después volver a su casa.
Sin embargo, el destino tenía otros planes y la tragedia empezó cuando le robaron su bolso con sus pertenencias, se llevaron su celular y su dinero. Como no pudo regresar como pensaba, un conocido se ofreció a llevarla.
Salieron después de la medianoche del “JB” un lugar conocido entre los pobladores, por la madrugada fue encontrada, a corta distancia del lugar, estaba inconsciente con heridas en la cabeza. Había sido golpeada.
Los paramédicos que llegaron a auxiliarla la canalizaron al hospital Adolfo López Mateos, donde fue atendida, incluso tuvo que ser operada pero no resistió y murió. Como nadie sabía su identidad, peritos la llevaron al Servicio Médico Forense.
La familia, al no tener noticias, empezaron a buscarla, acudieron a levantar una denuncia, ahí la primera respuesta fue que esperaran porque quizás se había ido con alguien y siguieron preguntando por ella sin éxito.
En el Ministerio Público alguien les comentó que un cuerpo con su media filiación había sido encontrado en Toluca. Se les erizó la piel. Al llegar, el miedo les impidió reconocer que aquellos restos eran de quien buscaban.
Elizabeth lleva 24 meses aferrándose a la memoria de su hermana para buscar la verdad, ha soportado que la culpen por su muerte, que digan que estaba de fiesta y había tomado alcohol, hasta por sus preferencias sexuales.
EL CULPABLE
Liz y sus familiares se han encargado de reunir todas las pruebas para que su caso fuera clasificado como un feminicidio, además, entrevistaron testigos, pidieron videos para demostrar que había un responsable.
Por días realizaron el trabajo que no hizo el Ministerio Público, dieron con el principal sospechoso y fue detenido meses después, sin embargo, en el juicio que enfrenta nuevamente se modificó el tipo de delito.
José Ricardo se encuentra en un penal de Lerma a la espera de que el proceso concluya para recibir sentencia, el lunes será una de las últimas audiencias, pero con el cambio temen pueda alcanzar su libertad.
Familiares argumentan que el asesinato de Eugenia cumple con las agravantes de violencia de género para investigarlo como un feminicidio, pues fue abandonada en un lugar público y agredida por una persona que la conocía. Esperan que no exista impunidad en el caso.
Advierten para las autoridades del estado ven mejor decir que se trató de un homicidios que un feminicidio para evitar engrosar las cifras de la violencia que viven las mujeres en el Estado de México durante los últimos años.