Pese a los ataques en su contra lanzados las semanas pasadas, Yahritza y su Esencia se presentaron en el escenario principal después de la banda de corridos bélicos Herencia de Patrones. La gente no se movió de su lugar esperándolos.
Por Berenice Bautista
Ciudad de México, 12 de septiembre (AP).— Peso Pluma era el artista más esperado del festival de música regional mexicana Arre, pero el veterano Ramón Ayala y sus Bravos del Norte conquistaron el corazón de sus 70 mil asistentes.
Ayala, de 77 años, estuvo sentado en su concierto del domingo por la noche en el segundo día del festival, pero el “El Rey del acordeón” no necesitó recorrer la enorme tarima del escenario principal para hacer que todos corearan clásicos de la música norteña como “Casas de madera”, “Puño de tierra”, “Rinconcito en el cielo” y “Tragos amargos”. El astro originario de Monterrey, Nuevo León, cuenta con seis décadas de trayectoria en las que ha editado más de 110 álbumes y cosechado un Grammy y dos Latin Grammy.
“Ahora me voy a complacer yo”, dijo Ayala risueño, antes de interpretar “Mi tesoro”.
Horas después llegó el turno de Peso Pluma, quien arribó a la primera edición del festival como uno de los artistas más escuchados a nivel mundial con éxitos como “Lady Gaga”, “PRC” y “Ella baila sola”. El cantante originario de Guadalajara, Jalisco, apareció en el escenario principal con un pasamontañas negro, como el que luce en la portada de su álbum “Génesis”, ropa deportiva negra y un solo guante blanco en la mano derecha.
Pasó gran parte de su concierto debajo de la tarima, saludando al público en las primeras filas que lo recibió emocionado. Tuvo como invitados a Jasiel Nuñez para “Rosa pastel” y “Lagunas”, a Yng Lvcas para “La bebé” y a Luis R. Conríquez, uno de sus predecesores en los corridos bélicos, quien se había presentado antes que él en ese mismo escenario, para interpretar su colaboración “El gavilán”.
“Bien se sabe que yo soy de Guadalajara, mis músicos de Sinaloa, pero todo empezó en Ciudad de México, aquí es donde nos abrieron las puertas para empezar a dar a conocer nuestro proyecto”, dijo Peso Pluma hacia el final del concierto que terminó cerca de las 2 de la madrugada. “Siempre con la gente de la Ciudad de México voy a estar completamente agradecido, así que este grito es por ustedes… les quiero agradecer esta noche tan mágica porque es la primera vez de la Doble P cerrando un festival”.
El astro aprovechó para invitar al público a su próximo concierto en solitario en el Foro Sol de la capital, que ofrecerá el 11 de noviembre.
Otra de las artistas más esperadas del día era Yahritza y su Esencia. Había incertidumbre, pues recientemente la agrupación originaria de Washington, Estados Unidos, integrada por los hermanos Martínez había sido muy criticada en redes sociales por decir que prefería la comida estadounidense a la mexicana, lo que ofendió a muchos como un desdén para el país de donde son originarios sus padres.
Algunos pensaban que el público los abandonaría o que podrían ofender a los músicos. Si bien sí hubo momentos en los que la gente gritó “¡chicken, chicken!” (pollo), en referencia a lo que dijo el bajista Jairo que le gustaba comer, la realidad es que fueron bien recibidos. Yahritza y su Esencia se presentaron en el escenario principal después de la banda californiana de corridos bélicos Herencia de Patrones y la gente no se movió de su lugar esperándolos.
Yahritza, la vocalista, entonó “Frágil”, “Soy el único” y “Cambiaste”. Existía la posibilidad de que la cantante de 16 años ofreciera una disculpa por el malentendido, como lo hizo días antes en un concierto en Monterrey, pero se limitó a agradecer múltiples ocasiones que los hubiesen acompañado.
“Muchas gracias Ciudad de México, los amo un chingo”, dijo Yahrizta hacia el final de su presentación.
Quienes estaban de fiesta eran el grupo Pesado de Monterrey, pues celebran 30 años de trayectoria. Su vocalista Beto Zapata brindó con tequila con el público, subió a dos fanáticos a la tarima y cantó algunos temas acompañado de mariachi como “El rey” y “Acá entre nos”. Zapata tocó un acordeón con un número 30 impreso en el fuelle, entre otros acordeones vistosos, para entonar “Loco”, “Gracias por todo”, “El mil amores” y “Le creí”.
“Estamos haciendo una producción que sale si dios quiere en noviembre, con colaboraciones, por ahí viene Mario Bautista, viene MC Davo, para que estén pendientes. También viene una canción que grabamos con la reina Alejandra Guzmán, vienen muchas cosas”, adelantó el percusionista Julio Taméz.
Camila Fernández, nieta de Vicente Fernández e hija de Alejandro Fernández, interpretó un set estrictamente de mariachi con un traje charro negro, en el que además de las clásicas “El rey” y “Costumbres”, presentó su más reciente sencillo “Dime qué se siente” y otro de sus temas, “Todo todo”. Un día antes en el Arre, Fernández había sido invitada de Vivir Quintana para interpretar su himno contra la violencia a las mujeres “Canción sin miedo”.
En la jornada también se presentó el trío serreño de Indiana Los Aptos, el sinaloense Edén Muñoz y los texanos Kumbia Kings.
