Ante los 199 años de la toma de protesta del primer Presidente de México, las nociones de democracia y cultura cívica desarrolladas por Guadalupe Victoria revelan vigencia natural y convicción ciudadana.

Llamado en realidad José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix, tomó el nombre de Guadalupe por su devoción a la Virgen y Victoria por su deseo de un México independiente.

Nació en 1786 en Villa de Tamazula, entonces provincia de Nueva Galicia, ahora Durango, en una familia acaudalada. Antes de terminar sus estudios de derecho en el Colegio de San Ildefonso se unió a José María Morelos y Pavón.

Guadalupe Victoria, nombrado Presidente el 10 de octubre de 1824, representa el inicio de la consolidación de la primera transformación histórica de México, en un esfuerzo por dar estabilidad al país, visibilizar los derechos humanos —decretó por segunda vez la abolición de la esclavitud al no cumplirse las disposiciones de Hidalgo y Morelos— y establecer la democracia.

Por algún tiempo vivió en lo que ahora es la Universidad Juárez del Estado de Durango, un espacio remodelado en 1773 y ocupado por el Seminario Conciliar hasta 1859, donde ayer la voluntad ciudadana por construir cultura cívica fue refrendada por el Rector Rubén Solís Ríos, también vicepresidente del Consejo Estatal Ciudadano presidido por Jorge Clemente Mojica Vargas.

Durante la sesión mensual del Consejo duranguense, a la cual fue invitado el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México para compartir experiencias y firmar un convenio de colaboración, el secretario de Gobierno del estado, Héctor Guerra Valenzuela, resaltó la importancia de la participación ciudadana en aspectos como la seguridad.
La noción de cultura cívica, involucramiento de las personas en la vida pública del país defendida hace casi 200 años por Guadalupe Victoria, está vigente en modelos de atención e intervención ciudadana.

El domingo pasado, en su informe de Gobierno, la Alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada Molina, mencionaba el valor de transformar no solo el espacio público a partir de la política, sino también el privado.

Ese proceso implica colaboración de la ciudadanía en la conformación de políticas públicas encaminadas a profundizar los resultados de los gobiernos. La Ciudad de México, de acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, es la entidad de las seis más pobladas del país con mayor disminución en incidencia delictiva, mientras Durango, tanto estado como municipio, gobernados por Esteban Villegas Villarreal y José Antonio Ochoa Rodríguez, presentan actualmente el mejor comportamiento de los últimos nueve años.

Logros de estrategias institucionales reforzadas por el interés de la ciudadanía por construir espacios de paz y seguridad. Una noción similar a la de Guadalupe Victoria.

Salvador Guerrero Chiprés

https://www.sinembargo.mx/author/salvadorchipres

Salvador Guerrero Chiprés es presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México. Es doctor en Teoría Política por la Universidad de Essex, Inglaterra; maestro en Comunicación por la Universidad Iberoamericana y licenciado en Derecho y en Comunicación por la UNAM. Fue asesor de la Secretaría de Seguridad Pública del entonces Distrito Federal y de la Comisión Nacional de Seguridad, y Comisionado Ciudadano de Transparencia en el InfoDF.

Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que SinEmbargo.mx no se hace responsable de los mismos.

#Análisis ¬ TEPJF deja a AMLO como “mapache”; a Xóchitl la multa con 32 mil por el "narcocandidata"