México

Los linchamientos se extienden por el centro del país; policías salvan a dos, ahora en Veracruz

12/09/2018 - 5:00 pm

La impunidad, la desconfianza en la policía y el sistema judicial más los rumores en redes sociales, han dado paso a una oleada de linchamientos que ha dejado unos 25 muertos y otros 40 intentos en lo que va de 2018, de acuerdo con la CNDH.

En agosto pasado, un desplegado alertaba sobre una supuesta ola de robo de niños por una banda que «se dedica al tráfico de órganos», lo que detonó la incertidumbre en municipios de varios estados. El mensaje, junto con el miedo de los padres, se propagó y se viralizó en las redes sociales como el popular Whatsapp, en donde una cadena de desinformación circuló copiosa y rápidamente.

Para combatir los rumores, los gobiernos de 13 estados emitieron alertas a la ciudadanía para no caer en pánico ante falsos reportes sobre presuntos grupos o delincuentes dedicados al robo de niños en las localidades.

Ciudad de México, 12 de septiembre (EFE/SinEmbargo).- Dos jóvenes de entre 22 y 24 años, residentes de la Ciudad de México, fueron golpeados brutalmente ayer por pobladores de Coloxtitla de Arriba, en el municipio de Aculzingo, Veracruz, de donde ambos son originarios. Fueron acusados de ladrones, por lo que una turba los agredió hasta que fueron rescatados gravemente heridos por elementos de la Fuerza Civil. Éste es el sexto caso de linchamiento o intento de linchamiento registrados en el país en lo que va de esta semana, entre ellos, el intento de quemar viva a una mujer de 60 años.

La noche del lunes, en la delegación Cuajimalpa, en la Ciudad de México, un grupo de pobladores golpeó hasta la muerte a un joven de 24 años de edad a quien señalaron por intentar robar a un niño. Solo bastó que unas personas lo acusaran como culpable para que decenas de pobladores lo retuvieran y comenzaran a golpearlo.

Había sidho rescatado por las autoridades, y entonces contó que buscaba a un familiar pero un niño que salió de una casa se asustó; pero la muchedumbre lo arrebató a los policías y lo llevó a la explanada de una iglesia donde finalmente murió. Por los hechos fueron detenidas ocho personas.

El mismo lunes, pobladores de San Pedro Atlapulco, en Ocoyoacac, el Estado de México, intentaron quemar viva a una mujer de 60 años de edad a quien acusaban de robo. La turba ató a la mujer a un poste y armaron una fogata a su alrededor. Una llamada al 911 alertó a los policías municipales quienes arribaron a la zona y lograron liberar a la mujer.

Ese mismo días. en la colonia Santa Rosa Xochiac, en la delegación Álvaro Obregón, un hombre de 21 años de edad fue retenido por pobladores que intentaron lincharlo luego de que una mujer aseguró que el sujeto entró a su domicilio e intentó robarle a su hijo. El joven fue rescatado por agentes de la policía capitalina.

El domingo se registraron dos intentes de linchamiento en el Estado de México. Uno, en Naucalpan, en el que estuvo involucrado un hombre que fue identificado como chófer de transporte público, que tras chocar y dejar 12 lesionados, fue sometido a patadas y puñetazos. Sin embargo, algunas personas en la zona dijeron que el sujeto agredido era en realidad un pasajero. El hombre fue rescatado por policías municipales.

Ese mismo día, en Ecatepec, otro grupo de personas detuvo y golpeó a tres policías federales, acusados de asaltar a un chófer de Uber. Los agentes viajaban en un auto particular cuando fueron detenidos por la turba, quienes rompieron los cristales del vehículo y, al parecer, los acusados fueron reconocidos por la víctima del asalto. La gente los señaló de utilizar uniformes falsos; luego, comnzaron a golpearlos. Finalmente fueron rescatados por elementos de la Policía Federal.

Uno de los detenidos fue identificado como Policía Federal. Foto: A Fondo Edomex

El caso más reciente, el registrado ayer en Aculzingo, Veracruz, involucró a dos jóvenes que se encontraban de visita en Coloxtitla de Arriba, originarios de Coloxtitla de Abajo, pero residente de la Ciudad de México.

De acuerdo con la información difundida por la Jornada de Veracruz, los hombres habían bebido en una pulquería del pueblo y luego comenzaron a agredir verbalmente a unos pobladores. En respuesta, los aprehendieron y los amarraron en postes. Ahí comenzaron a golpearlos con palos, varillas y marros. Los pobladores aseguraron que eran asaltantes.

Los jóvenes fueron rescatados por elementos de la Fuerza Civil y trasladados a un hospital de la zona, donde fueron reportados como delicados de salud. De acuerdo con el medio Plumas Libres, uno de ellos se debate entre la vida y la muerte.

RUMORES DAN PASO A OLA DE LINCHAMIENTOS

La impunidad, la desconfianza en la policía y el sistema judicial más los rumores en redes sociales, han dado paso a una oleada de linchamientos que ha dejado unos 25 muertos y otros 40 intentos, de acuerdo con cifras oficiales.

Según registros de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México, durante el 2018, 25 personas fueron linchadas y otros 40 intentos fueron frustrados aunque las víctimas presentaron distintos grados de lesiones.

La doctora en Ciencias Antropológicas por la Universidad Autónoma Metropolitana, Elisa Godínez, dijo a Efe que «la violencia (de los linchamientos) tiene que ser leída en un contexto más amplio».

«En una generalidad que en los pueblos donde se han protagonizado linchamientos se sufren problemas como falta de servicios básicos, despojo de tierras, bienes y recursos naturales, invasión de territorios, crecimiento de la inseguridad y el crimen, entre muchos otros», apuntó

La mayoría de los linchamientos ha ocurrido en pueblos rurales o urbanos del centro de México con «actores colectivos que forman parte de una misma comunidad y con algún grado de vínculo y de organización», apuntó.

«Un segundo tipo incluye colectividades que se forman de manera espontánea y se disuelven inmediatamente después de perpetrado el acto», apuntó la especialista.

En los casos de linchamiento «a los pobladores se les estigmatiza» pero nadie ve, ni sabe que es lo que está pasando en sus comunidades, entre ellos las autoridades, aseguró.

MENSAJES DE ALERTA

Por ejemplo, en agosto pasado un desplegado alertaba sobre una supuesta ola de robo de niños por una banda que «se dedica al tráfico de órganos», lo cual detonó la incertidumbre en municipios de varios estados de México.

El mensaje, junto con el miedo de los padres, se propagó y viralizó en las redes sociales como el popular Whatsapp, en donde una cadena de desinformación circuló copiosa y rápidamente.

Para combatir los rumores, los gobiernos de 13 estados emitieron alertas a la ciudadanía para no caer en pánico ante falsos reportes sobre presuntos grupos o delincuentes dedicados al robo de niños en las localidades.

Según los medios, la tensión se inició en los norteños estados de Chihuahua y Tamaulipas y se extendió por Baja California Sur, Campeche, Colima, Durango, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí y Estado de México hasta llegar a la capital mexicana.

En este ambiente, el 30 de agosto pasado, una persona fue linchada en el central estado de Hidalgo acusada de haber robado niños, un día después de pobladores de una comunidad del estado de Puebla quemaron vivos a dos hombres identificados como presuntos secuestradores de menores.

En ambos casos, las fiscalías estatales descartaron que las víctimas hubieran cometido el delito por el que fueron atacadas y el titular de la CNDH, Luis Raúl González Pérez, los condenó y calificó como «actos de barbarie».

«Hemos reprochado y condenado la justicia por propia mano; no podemos perseguir conductas, presuntamente ilícitas pretendiendo hacer justicia», declaró entonces el Ombudsman.

La inseguridad ha llevado a ciudadanos de varias poblaciones del centro del país a agruparse para establecer medios de alerta que les permitan prevenir mantener la seguridad y prevenir delitos, incluso con la amenaza del daño directo a los sospechosos.

En calles de poblaciones como Tepeaca, en Puebla, municipio altamente visitado por peregrinaciones por tener un santuario religioso, hay advertencias escritas que señalan del daño físico que recibirá cualquiera que sea detenido como sospechoso de un delito.

Esta situación es añeja en el centro de México, especialmente en el estado de Puebla, donde desde hace medio siglo se han presentado linchamientos, uno de ellos llevado al cine en la película «Canoa» de 1975, en el que un grupo de estudiantes fue confundido con comunistas y decidieron lincharlos en el poblado de San Miguel Canoa.

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