Daniela Dorantes, directora de Servicios a la Juventud (Seraj), indicó que dada la prioridad que el Gobierno de México ha puesto en el programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, debe considerarse que es una medida provisoria, a la que se le tiene que mejorar la articulación, los diálogos con empleadores para favorecer a los que tienen más complicaciones para trabajo, sumar una campaña para promover el concepto de trabajo digno y favorecer más a las mujeres porque ellas son las que enfrentan más barreras.
Ciudad de México, 12 de agosto (SinEmbargo).– En México, los jóvenes que buscan trabajo sufren discriminación por su color de piel o su lugar de residencia; hay tres millones que están disponibles para trabajar pero no buscan porque saben que no lo encontrarán; de los que tienen empleo, el 63 por ciento no tiene un contrato y el 80 por ciento del total de jóvenes que trabajan, tienen un ingreso insuficiente, que apenas les alcanzaría para mantener a una familia de dos personas.
De acuerdo con la Alianza para el Trabajo Digno, una iniciativa que reúne a más de 30 organizaciones civiles y empresariales, las condiciones laborales de los jóvenes en México vulneran sus derechos, su desarrollo y los acercan a la precariedad.
Al respecto, Tere Lanzagorta, Directora de Youth Build México, dijo que aunque las personas jóvenes tienen derecho a un trabajo digno, en el país la mayoría carecen de trabajo o sufre la vulneración de sus derechos.
“En el Día Internacional de la Juventud, anunciamos la creación de Jóvenes con Trabajo Digno, una alianza de más de 30 organizaciones civiles y empresariales. A los jóvenes les conocemos por nombre, conocemos su historia, sufrimos con sus historias de rechazo, de violencia doméstica y barrial, de expulsiones absurdas de las escuelas. Luchamos para evitar la atracción del crimen y las adicciones, indigna la discriminación a la que se enfrentan cuando buscan trabajo, por su color de piel o por su código postal”, comentó.
María Ayala, de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, señaló que a fines de 2018 había tres millones de jóvenes desocupados o disponibles para trabajar pero que ya no buscan trabajo porque saben que no lo van a obtener, pero quienes lo tienen, el 80 por ciento tienen un ingreso insuficiente, es decir, menor al precio de la canasta básica para dos personas, cerca de 6 mil pesos, y el 63 por ciento de los que trabajan no tienen contrato, es decir, 7 millones 232 mil.
“Esa situación es insostenible e inaceptable y no corresponde con el dinamismo y tamaño de la economía del país. El 42 por ciento de los jóvenes están en condiciones de pobreza. El trabajo es un derecho esencial que posibilita la entrada a otros derechos, como el de la seguridad social”, añadió.
Daniela Dorantes, directora de Servicios a la Juventud (Seraj), indicó que dada la prioridad que el Gobierno de México ha puesto en el programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, debe considerarse que es una medida provisoria, a la que se le tiene que mejorar la articulación, los diálogos con empleadores para favorecer a los que tienen más complicaciones para trabajo, sumar una campaña para promover el concepto de trabajo digno y favorecer más a las mujeres porque ellas son las que enfrentan más barreras.
También habló sobre la importancia de esclarecer los indicadores de resultados, que éstos tienen que estar alienados al objetivo y finalidad del programa y que estén sujetos a revisión.
“Se tiene que dar seguimiento a las personas que egresen y es necesario saber si permanecen o no y cuáles son las razones, y si egresan cuáles son los resultados del programa y de la empleabilidad futura. Tiene que haber indicadores de resultado e impacto. Es importante”, agregó.
Otros datos presentados el día de hoy muestran que en México, los jóvenes padecen el doble del desempleo respecto a personas adultas, aún así hay 15 millones 500 mil jóvenes que trabajan, pero 51 por ciento no tiene seguridad social. En total, 42 por ciento vive en condiciones de pobreza.
En este sentido instaron a que el programa de “Jóvenes Construyendo el Futuro” se enfoque más en los que tienen mayores obstáculos para conseguir un trabajo, que desarrolle también “habilidades blandas”, capacitación técnica, que ofrezca servicios de mediación laboral y servicios de cuidado de niñas y niños.