El asesino de Guadalupe Nava Corona, huyó de inmediato y hasta la fecha, a casi 8 meses, continúa prófugo de la justicia, en tanto que las autoridades no avanzan en la investigación para la ubicación y captura del criminal, denunció la familia de la víctima.
Ciudad de México, 12 de agosto (SinEmbargo).- Guadalupe Nava Corona, de 34 años, fue asesinada la noche en que festejaba su santo. Un hombre le disparó a quema ropa cuando la mujer le reclamó por haber acosado a su sobrina durante la fiesta guadalupana que se celebraba en una comunidad de Valle de Santiago, Guanajuato, en diciembre pasado.
El asesino de Lupita huyó de inmediato y hasta la fecha, a casi ocho meses, continúa prófugo de la justicia. La familia de la víctima denunció que las autoridades no han avanzado en la investigación para la ubicación y captura del criminal.
“Nosotros queremos que se haga justicia. Le pedimos a las autoridades que pongan todo su empeño en buscar a esa persona, porque no es justo que él que le haya quitado la vida a mi hermana, que nosotros estamos aquí sufriendo por lo que le pasó y él muy campante en libertad”, expresó a SinEmbargo, Patricia Nava, familiar de la víctima.
Guanajuato es una de las entidades que registró el comportamiento más crítico en cuanto asesinato de mujeres en 2018, año en que mataron a Guadalupe. Es la entidad federativa donde más se incrementó el asesinato de mujeres al pasar de 171 casos en 2017 a 326 en 2018, lo que representa un alza de 90.64 por ciento. Además, el número de muertes es de los más altos del país: se sitúa sólo por debajo de Estado de México, que nuevamente se ubicó como el más letal para las mujeres con 396 asesinatos.
De enero a junio de 2019, al menos 1 mil 364 mujeres han sido asesinadas en México, es decir, en promedio 10 mujeres son privadas de la vida de manera violenta.
En Guanajuato, al menos 134 mujeres fueron asesinadas durante el primer semestre del presente año.
EL ASESINATO
María Guadalupe Nava Corona tenía 34 años y era la menor de siete hermanos. Sus familiares, conocidos y amigos la llamaban algunos como “La Pekis”, “La Güera” y “Lupita”.
Los hermanos de Guadalupe, quienes viven en Estados Unidos, enviaban dinero para que ella pudiera dedicarse de lleno a la atención de su madre. Era una mujer soltera que le gustaba salir y divertirse, “ella era muy amigable, nunca se metió con nadie”, recordó su hermana Patricia.
Guadalupe fue asesinada el 12 de diciembre de 2018. Era el día de su santo. La mujer fue acribillada justo en una fiesta guadalupana después de reclamar a un hombre que había acosado a su sobrina.
Ella se encontraba feliz en esa ocasión, recordó su hermana Patricia, “como era el día de las Lupitas, andaba muy contenta, muy feliz, celebrando con su novio. Ese día platiqué con ella, me abrazó, me dijo que me quería mucho”.
La guanajuatense acudió por la noche a la fiesta patronal que se celebraba cerca de un templo de la comunidad La Magdalena de Araceo, en Valle de Santiago, Guanajuato.
Patricia también asistió. Ella vendía tamales junto con una amiga cuando vio a Lupita, “ella estaba muy alegre, nos compró tamales, cenó y siguió disfrutando de la fiesta” recordó la hermana.
José –un vecino de la comunidad y quien después mataría a Lupita– se acercó primero a Patricia y le insistió para que lo acompañara a bailar, pero ella se negó.
“A mí me estuvo jaloneando, pero le dije que no porque no me gustaba bailar. Él me estaba jale y jale. Le dije que me dejara en paz”, relató la entrevistada.
Lupita se encontraba con una de sus sobrinas en la fiesta y después fue abordada por José, a quien acompañó.
“Mi hermana era muy confianzuda, con todo mundo se llevaba bien. [..] mi hermana se tomó unas cervezas con él, pero él empezó a acosar a mi sobrina”, detalló Patricia.
Guadalupe le reclamó a José el hostigamiento a su sobrina, le exigió que la dejara en paz y luego se alejaron de él.
“Mi sobrina platicó que después de eso, él se le quedó mirando a mi hermana con rete-harto coraje, que ellas agarraron y se fueron a otro lado y él estaba viéndolas”, agregó Patricia.
Momentos después, Guadalupe avisó a su sobrina que iría al baño, pero “José la siguió para donde iba ella, empezaron a discutir, él sacó la pistola y le disparó”.
Patricia ya se había retirado de la fiesta, la sobrina le llamó de inmediato para notificarle de los hechos.
“Yo me regresé y encontré a mi hermana muriéndose, pero ella alcanzó a decirme quien había sido, ella pronunció su nombre, ‘José, José, José’. Y ya cuando me dijo eso, cerró sus ojos, y falleció en mis brazos”, narró Patricia.
Elementos de la policía y paramédicos arribaron al lugar, pero nada pudieron hacer por la víctima. Posteriormente llegaron agentes de la Policía Ministerial quienes llevaron a Patricia a rendir una declaración, pues la hermana estaba ensangrentada.
“Me llevaron a declarar porque yo la moví del lugar de donde le habían disparado. Yo quería salvarla y la moví, pero ella falleció en mis brazos, y por eso me llevaron los ministeriales”, detalló la entrevistada.
LAS INVESTIGACIONES
El responsable del crimen huyó del lugar en cuanto disparó a la Lupita, y hasta el momento continúa prófugo de la justicia.
“A ella me la mataron en diciembre y desde entonces no hemos sabido nada, solo sé que ese hombre se encuentra cerca de la frontera, pero las autoridades no lo han detenido”, dijo Patricia.
También comentó que se giró una orden de aprehensión contra José “N”, pero que las autoridades ministeriales en Guanajuato no muestran avancen en la investigación.
“Ni siquiera nos dan información ni nada, yo tenía el contacto de un ministerial y le mandaba mensajes para preguntar y nunca me contestó", detalló.
La verdad, usted sabe cómo es la justicia en México, ni siquiera avanzan, yo no he ido a preguntar, pero tengo ese contacto le ha preguntado cómo iba el caso de mi hermana, pero nunca me contestó”, comentó Patricia.
La familia de Lupita teme que las autoridades no busquen ni investiguen el caso y lo dejen al olvido. Que el crimen de su hermana quede impune, por ese motivo es que lanza un clamor de justicia.
“Yo le pido a las autoridades que hagan su trabajo que ojalá lo encuentren para que el pague por lo que hizo”, detalló.
Los altos niveles de violencia del país y la presencia de células criminales ha exacerbado la violencia feminicida principalmente en estados con una alta presencia de crimen, como Guanajuato, según han coincidido activistas y especialistas. El aumento de los homicidios de mujeres, donde hay integrantes de la delincuencia organizada, no necesariamente implica que ellas estén vinculadas y eso no lo están previendo o investigando las autoridades.
María de la Luz Estrada, del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), ha explicado que la violencia sistemática que se vive en México, originada por diversas estructuras delincuenciales, bandas criminales, también “está violentando a las mujeres”. “Yo lo veo en Guanajuato, lo veo en Veracruz; son casos muy parecidos”, según ha declarado la activista en entrevistas con SinEmbargo.
En diciembre de 2018, la titular del Imug, Anabel Pulido López reconoció que las estadísticas que tiene el área a su cargo, indicaba que el grueso de los homicidios de mujeres apunta a hechos violentos que tienen relación con delitos que se cometen en el estado.
“Si las mujeres están muriendo en las calles, es por una situación que nosotros asociamos a la delincuencia organizada pero esto nos da otra dinámica social completamente distinta, nos habla de una relación en donde nosotros debemos trabajar y apuntalar para poder ofrecer una condición de proyectos de vida para que las mujeres no tengan esa correlación o que no participen en esa dinámica social”, opinó la directora.
Otros delitos cometidos contra mujeres, y que impactaron a Guanajuato en 2018, fueron el tráfico de menores con un total de 3 casos de los 14 cometidos a nivel nacional y corrupción de menores, con 125 casos de los 1 mil 79 cometidos en todo México.
La extorsión y secuestro fueron homicidios con poca incidencia, pues del primero sólo se reportaron 4 casos mientras que del segundo no hubo ningún reporte.