Ante el declive que ha presentado el euro en los últimos meses, debido al complejo panorama que enfrenta (entre inflación, estancamiento económico y problemas derivadas de la guerra entre Rusia y Ucrania), los inversionistas se han alejado del euro, lo cual ha fortalecido al dólar por considerarse un activo de refugio.
Ciudad de México, 12 de julio (SinEmbargo).– La moneda de la eurozona tocó su peor nivel frente al dólar en dos décadas, principalmente por la incertidumbre que hay entre los operadores por el alza de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) y sus repercusiones sobre el desempeño de la economía de la región.
Al cierre de la sesión de este martes, el tipo de cambio entre el euro y la moneda de EU cerró en 1.0036, lo que muestra una ligera recuperación del euro, pero la cual no podría ser sostenida.
Desde el pasado viernes 8 de julio se veía el debilitamiento del euro frente al dólar, ya que en aquel momento el diferencial entre ambas monedas bajó del céntimo, algo que no sucedía desde diciembre de 2002, ante los crecientes temores a que la eurozona entre en recesión arrastrada por las consecuencias de la guerra en Ucrania.
Para el cierre de operaciones del lunes 11 de julio, la divisa europea cotizó en 1.0040 dólares, una depreciación de 1.31 por ciento, respecto a la jornada previa. De acuerdo con El Financiero, el 14 de noviembre del 2002 tocó un nivel similar, ubicándose en los 1.0041 dólares.
Sin embargo, en la madrugada de este martes 12 de julio, el euro llegó a la paridad con el dólar, lo cual fue impulsado por la probabilidad de una recesión regional causada por una crisis energética y los anuncios de alzas de tasas de interés del Banco Central Europeo, que van muy por detrás del endurecimiento monetario de la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
De acuerdo con Expansión, el euro llegó a bajar hasta los 0.99 por dólar, pero más tarde la moneda de la Unión Europea tuvo una ligera recuperación.
Con la depreciación de las últimas sesiones, la divisa europea a acumulado una baja del 12 por ciento al pasar de 1.138 a finales del año pasado a 1.004 unidades por dólar hasta ahora. Y su retroceso encuentra fundamento en todos los factores en conjunto que ahora golpean a la Unión Europea: una inflación récord (de 8.6 por ciento hasta junio), estancamiento de la economía (de sólo el 0.6 por ciento en los primeros tres meses de 2022), el aumento en el costo de los energéticos derivado de la guerra en Ucrania, y los problemas que se agravan con la interrupción en las cadenas de suministros.
El hecho de que los precios al consumidor se eleven y la economía no crezca ha dificultado el endurecimiento de la política monetaria por parte del BCE. Ante este panorama, y siendo de las últimas economías en ejecutar esta acción, durante el mes de julio la institución monetaria elevará en 25 puntos base su tasa de interés y ya prevé que en septiembre se de otro movimiento al alza.
La guerra de Rusia contra Ucrania ha encarecido las materias primas a nivel global, pero los países europeos están siendo los más afectados debido a que los territorios involucrados en la guerra son clave en el mercado de los commodities: en conjunto éstos representan casi un tercio de las exportaciones mundiales de trigo y 19 por ciento de las de maíz. Además, Rusia es el segundo productor más importante de petróleo en el mundo y el primer exportador de gas de Europa, también produce alrededor de 6 por ciento de aluminio y 7 por ciento del níquel a nivel global.
Politically and economically, we are stronger together, especially in these uncertain times.
Our common currency, the euro, offers protection against the headwinds we face.
Watch my remarks as we mark a momentous step in Croatia’s euro journey ⬇️ pic.twitter.com/Q94nWjwVzc
— Christine Lagarde (@Lagarde) July 12, 2022
A la serie de sanciones que se aplicaron a Rusia, al retraso en la entrega de productos se le suma que este 11 de julio se inició con el mantenimiento anual del principal gasoducto de la zona del euro, el Nord Stream 1, y, de acuerdo con Expansión, se espera que los flujos se detengan durante 10 días.
IMPLICACIONES DE PARIDAD ENTRE EL EURO Y EL DÓLAR
Que un euro valga un dólar tiene varias afecciones para la eurozona. Una de ellas es que cerca del 50 por ciento de las importaciones de la Unión Europea están denominadas en dólares, según la Eurostat, por lo que al valer lo mismo, o menos, que el dólar los productos importados se encarecerán.
En ese sentido hay un énfasis en el petróleo y el gas, ya que éstos se pagan en dólares e incrementarán aún más su costo y ligado a su alta dependencia energética, del 40 por ciento con Rusia y 50 por ciento con Medio Oriente, se podría llegar a una mayor inflación: de hasta el 9 por ciento, según analistas consultados por Bloomberg.
“Cada vez que baja el euro contra el dólar, los europeos pagan más euros por cada litro de gasolina o de otras materias primas denominadas en la divisa americana”, precisa el medio español El Economista.es
La depreciación del euro también impacta en la producción y provoca que ésta tenga costos mayores, debido a insumos importados más costosos, pasando una repercusión en toda la cadena productiva, con un impacto inflacionario a los precios al consumidor.
De acuerdo con un análisis publicado recientemente por tres economistas del BCE, y citado por el diario español El Economista.es, se advierte también del impacto que tiene una depreciación del tipo de cambio (euro/dólar) sobre las expectativas de inflación para los próximos meses. “Una depreciación de 10 por ciento en el trimestre del tipo de cambio lleva a un aumento en las expectativas de inflación de alrededor de 0.7 puntos porcentuales”, entablaron los especialistas.
Según especialistas de la región europea, la depreciación del euro reduce los precios de exportación de la zona del euro denominados en moneda extranjera y aumenta los precios de importación en euros, lo cual podría conducir a un aumento en las exportaciones netas y un mayor crecimiento del PIB, los economistas prevén que el aumento del PIB real lleve a una mayor demanda de mano de obra. Pese a que esto suena como a una buena noticia, generar una mayor demanda de mano de obra puede resultar contraproducente en un contexto como el actual en el que los mercados laborales se encuentran muy tensos y sufriendo ya de escasez de trabajadores, al mismo tiempo que el estímulo de exportaciones sea insuficiente para compensar el mayor costo de la energía.
¿EL EURO IRÁ POR DEBAJO DEL DÓLAR?
En lo que va del año el euro se ha depreciado más de 10 por ciento, pero se prevé que pueda caer más en un contexto de fortalecimiento del dólar frente a la publicación de la inflación, que se dará a conocer el 13 de julio. Las previsiones apuntan a que si los precios al consumidor en EU se sitúan por arriba del 8.6 por ciento, se generará mayor especulación en torno a la política monetaria de la Fed y llevar al euro por debajo de la paridad.
Otro de los momentos claves será el anuncio de política monetaria del BCE, que está programado para el 21 de julio, y se espera que suba su tasa de interés en 25 puntos base, sin embargo el movimiento del banco europeo es visto por los especialistas como insuficiente, además de ser la primera en 11 años (mientras que la economía estadounidense recurrió a esta estrategia en un contexto de recuperación post crisis sanitaria de coronavirus).
Lo que parece tomarse como un hecho es que a corto plazo el dólar seguirá al alza frente al euro, pero aún se está a la espera de saber si será a un “ritmo más lento” o con mayor revuelo. Si bien la política monetaria de la Unión Europea puede enmendar el camino del euro y hacer una corrección con la subida en las tasas de interés, “si la economía global se debilita o si entra en recesión, el dólar seguirá fuertemente respaldado en términos generales”, dijeron analistas de Allianz Global Investors a el diario El País.