No se trata de simples diseños, es la identidad de los pueblos indígenas de México. Años de historia que quedan plasmados en cada una de la puntadas de los tejidos que llevan horas de trabajo, la mayoría de veces mal pagado.
El caso de Carolina Herrera no es único, año con año, marcas internacionales muestran colecciones “inspiradas en México”, sin consultar a las comunidades indígenas y sin respeto a su cultura, con lo terminan por ser sólo plagios.
Ciudad de México, 12 de junio (SinEmbargo).– El director creativo de Carolina Herrera, Wes Gordon, aseguró sobre la acusación del gobierno mexicano de apropiación de la cultura de los pueblos indígenas, que las prendas de su colección Resort 2020 rinden homenaje a la “riqueza cultural mexicana“.
Así respondió el joven diseñador luego de que este martes, El País diera a conocer una carta de la Secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, que envió a la venezolana Carolina Herrera y a Wes Gordon, tras revelarse las fotografías de su colección “inspirados en México”, pero que la dependencia calificó como “apropiación cultural”.
Gordon explicó, mediante un comunicado, que su colección “rinde homenaje a la riqueza de la cultura mexicana” y reconoció el “maravilloso y diverso trabajo artesanal” de México. La colección está inspirada en sus colores y en sus técnicas artesanales.
“La presencia de México es indiscutible en esta colección”, incidió Wes Gordon, “es algo que salta a la vista y que en todo momento quise dejar latente como una muestra de mi amor por este país y por el trabajo tan increíble que he visto hacer allí”.
Muestra de ese profundo respeto, el diseñador quiso resaltar diversas técnicas y elementos tradicionales de la artesanía mexicana y ponerla al nivel de piezas de “verdadera alta costura”.
“Mi admiración por el trabajo artesanal a través de mis viajes a México ha ido creciendo con los años. Con esta nueva colección he intentado poner en valor este magnífico patrimonio cultural”.
“Una de las primeras cosas que me llamó la atención al llegar a esta firma”, indicó Wes Gordon, “fue el increíble respeto por las técnicas artesanales, hasta el punto de tener un taller de artesanos en pleno Manhattan, y desde que llegué he sentido el deseo de homenajear las diferentes técnicas artesanales que todavía existen en el mundo”, agregó.
“Se trata de un principio de consideración ética que nos obliga a hacer un llamado de atención y poner en la mesa de desarrollo sostenible de la ONU un tema impostergable: promover la inclusión y hacer visibles a los invisibles”, termina diciendo la carta.
Vogue México, que tuvo acceso a las fotos de la serie, definió los diseños como una “una de las colecciones más ricas visualmente de Carolina Herrera”. Sin embargo, los bordados y el sarape, son originales de pueblos indígenas de México.
“El bordado proviene de la comunidad de Tenango de Doria (Hidalgo); en estos bordados se encuentra la historia misma de la comunidad y cada elemento tiene un significado personal, familiar y comunitario”, escribió Frausto en un documento al que tuvo acceso El País.
En otro párrafo de la misiva, fechada el 10 de junio, se lee que el uso de bordados florales sobre una tela oscura recuerdan a los de la región del istmo de Tehuantepec, en Oaxaca. Otro vestido remonta al sarape de Saltillo, Coahuila. “En la historia de este sarape encontramos el recorrido del pueblo de Tlaxcala para la fundación del norte del país”, agrega.
“Se trata de un principio de consideración ética que… nos obliga a hacer un llamado de atención y poner en la mesa un tema impostergable…: promover la inclusión y hacer visibles a los invisibles”, alega Alejandra Frausto.
Aunque legisladores del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) ya se encuentran trabajando en una ley desde noviembre pasado para salvaguardar la cultura indígena, pero los procesos para darle luz verde han sido lentos.
“Estamos trabajando sobre propuestas normativas que reconozcan a los pueblos y comunidades indígenas, afroamericanas y equiparables, la titularidad colectiva sobre los elementos de su cultura e identidad. No estamos siendo omisos ante todos estos plagios, estas imitaciones que se están dando en el mercado mercado nacional e internacional estamos trabajando en ello. El propósito es que nadie use sin autorización los motivos y elementos que caracterizan a indumentaria, orfebrería, su música, su artesanía, sus tradiciones. Y mucho menos que lucren con ellas”, dijo la Senadora por Oaxaca, Susana Harp a través de Twitter.
En entrevista con el programa Así las cosas de W Radio, la Senadora dijo que lo que no valía es que estas grandes marcas usen los diseños por sí solos, sin el consentimiento de las comunidades indígenas, y con la falta de respeto porque “no son diseños, son parte de su cosmovisión. Es lo que ellos viven día a día”.
El trabajo de estas comunidades tampoco es tomado en cuenta por los grandes diseñadores, pues estos grupos llegan a pasar hasta 50 horas de trabajo en creación de una sola prenda.
Este caso de apropiación cultural no es único que se ha suscitado respecto al plagio de identidad cultural de los pueblos indigenas en México. Desde 2008, grandes marcas internacionales se han valido de los diseños de estas comunidades para presentar “sus nuevas” colecciones de ropa. Pese a la ola que han girado en redes sociales, todos se han quedado impunes.
– Con información de Ivette Lira y EFE