Es muy posible que con Dos Bocas pase lo mismo que sucedió con la refinería de Tula, Hidalgo, que prometió el expresidente Felipe Calderón, previó el jefe de investigación económica para América Latina de Barclays, Marco Oviedo.
Además, señaló que el aeropuerto de Santa Lucía “tiene muchos problemas”, y el Tren Maya es viable solo en “algunas partes, otras no”.
Por Ana Gabriel Jiménez Cubría
Ciudad de México, 12 de junio (Economía Hoy).- La refinería de Dos Bocas, Tabasco, “no se va a hacer” debido a que no existen condiciones técnicas para su construcción, explicó el jefe de investigación económica para América Latina de Barclays, Marco Oviedo.
En conferencia de prensa, el economista estimó que “no dan los tiempos“, pues en ningún país del mundo se ha logrado construir una refinería en tres años, como lo ha planteado el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Para que fuera factible, Oviedo estima que debería ser un proyecto para una refinería más chica y menos compleja, que no se dedique a procesar crudo pesado, aunque esa “no es la idea”, porque la intención es refinar este tipo de hidrocarburo para producir gasolinas y dejar de importarlas.
Según el especialista, es muy posible que con Dos Bocas pase lo mismo que sucedió con la refinería de Tula, Hidalgo, que prometió el expresidente Felipe Calderón. Pese a ser proyectos detrás de los cuales ha habido buena voluntad, en el caso de la Refinería Bicentenario al final fueron tantos los problemas que no se concretó.
Oviedo no es el único escéptico acerca de Dos Bocas. A mediados de mayo la calificadora Moody’s emitió una nota de análisis en la que señaló que el proyecto -a cargo de la Seretaría de Economía y de Petroleos Mexicanos- terminará costando 12,000 millones de dólares, equivalentes a 1 por ciento del PIB y no los 8,000 millones que estima el Gobierno, “si es que se lleva a cabo”.
El economista tampoco es optimista sobre los principales proyectos de infraestructura de la administración de López Obrador. Señaló que el aeropuerto de Santa Lucía “tiene muchos problemas”, y el Tren Maya es viable solo en “algunas partes, otras no”.
“Según lo que nos cuentan el del Istmo es el proyecto más interesante”, aseguró, en referencia al Corredor Transístmico, que consiste en conectar a los océanos Pacífico y Atlántico a través del Istmo de Tehuantepec, de forma similar al Canal de Panamá.
Oviedo subrayó que la mejor manera de reactivar la inversión en infraestructura es través de un programa “más amplio” de proyectos que incluyan la construcción de hospitales y carreteras, o bien la rehabilitación de las refinerías que ya existen en el país.
MEJOR ALMACENAR QUE REFINAR
Para Oviedo, una solución que daría a México la anhelada soberanía energética que persigue AMLO sería aumentar la capacidad de almacenamiento de combustibles del país.
El economista recordó que de acuerdo con varios expertos México solo tiene capacidad de almacenaje para tres días, cuando en Estados Unidos hay capacidad para 60 días en caso de una contingencia. Así, invertir en infraestructura para guardar gasolinas quitaría a México una gran vulnerabilidad.
La secretaria de Energía, Rocío Nahle informó que será este miércoles cuando la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) presente la Manifestación de Impacto Ambiental de la refinería.