La multitud, con una gran mayoría de jóvenes, llenó las calles cercanas, derribó barreras y tuvo escaramuzas con la policía ante la sede del Gobierno y las oficinas del Consejo Legislativo.
HONG KONG (AP) — La Policía de Hong Kong empleó el miércoles gases lacrimógenos, gas pimienta y mangueras de agua contra los manifestantes que habían rodeado el edificio del Gobierno para oponerse a una polémica reforma del sistema de extradiciones.
Miles de personas bloqueaban el acceso a la sede del Gobierno hongkonés, retrasando un debate legislativo sobre las propuestas de reformar la normativa sobre extradiciones, que se han convertido en un símbolo de las preocupaciones sobre el creciente control chino y la erosión de los derechos civiles en el territorio.
La multitud, con una gran mayoría de jóvenes, llenó las calles cercanas, derribó barreras y tuvo escaramuzas con la policía ante la sede del gobierno y las oficinas del Consejo Legislativo.
La administración de Hong Kong había pedido a la gente en un comunicado que abandonara la zona lo antes posible.
La sesión en el Consejo Legislativo de Hong Kong estaba programada para las 11 de la mañana, pero se “cambió a una hora posterior a determinar”, según un comunicado del servicio de prensa del Gobierno local. Los legisladores serían notificados de la nueva hora, según el comunicado.
Un manifestante que solo se identificó por su nombre, Marco, dijo que confiaba en que la protesta persuadiera al gobierno de la directora general, Carrie Lam, de retirar las enmiendas propuestas.
“Queremos que el Gobierno deje la legislación y no vuelva a traerla”, dijo.
Otro manifestante que dio su nombre como King dijo que la protesta era un momento decisivo para los jóvenes hongkoneses, que afrontan difíciles perspectivas de empleo y un precio disparado de la vivienda.
“Tenemos que alzarnos por nuestros derechos o nos los arrebatarán”, indicó.
Los reparos de los asistentes a identificarse por su nombre completo y profesión _muchos llevaban mascarillas quirúrgicas para ocultar su rostro_ reflejaban la estrategia cada vez más agresiva de las autoridades con la desobediencia civil. Esas acciones nunca se toleran en la China continental y los residentes en Hong Kong pueden afrontar vetos a viajar y otras repercusiones si cruzan la frontera.
Se suponía que la filosofía “un país, dos sistemas” garantizaba a Hong Kong el derecho a conservar sus sistemas social, legal y político durante 50 años tras la devolución de la ex colonia británica en 1997. Sin embargo, el gobernante Partido Comunista chino parece renegar progresivamente de ese acuerdo al imponer reformas legales impopulares.
El Gobierno siguió adelante con sus planes de presentar el miércoles las enmiendas sobre extradición en la cámara, pese a los cientos de miles de personas que se manifestaron el fin de semana, la protesta política más grande del territorio en más de una década.