En el Estado de México convergen tantos problemas socioambientales, desde el agua hasta la movilidad, que a las aspirantes a gobernar la entidad, Delfina Gómez y Alejandra del Moral, les falta comprometerse a hacer la declaratoria de emergencia climática, consideran organizaciones locales.
Ciudad de México, 12 de mayo (SinEmbargo).– Las candidatas a la gubernatura por el Estado de México, Delfina Gómez (Morena) y Alejandra del Moral (Va por México), reconocen en sus propuestas el desorden del transporte público, la escasez de agua, los tiraderos clandestinos e incluso el cambio climático.
Pero, pese a esta contaminación hídrica y atmosférica de la entidad, ninguna plantea la declaratoria de emergencia sanitaria/climática o el aumento presupuestal al ramo ambiental para hacerle frente, observó el colectivo Voto por el Clima. Además la agrupación No al Tarifazo advirtió que los transportistas “condicionaron su voto” si el gobierno priista de Alfredo del Mazo acepta otro aumento en la tarifa –no actualizada desde 2020– tras el proceso electoral de junio.
Para muestra de la crisis hídrica, en Ecatepec, uno de los municipios más poblados e inseguros, piperos roban con equipo de bombeo el agua de la red pública para revenderla de casa en casa en una zona donde al menos medio millón de habitantes lleva años con escasez de agua, reciclando cubetas una y otra vez, y dependiendo del abastecimiento de pipas con sobrecostos.
El Gobierno municipal calcula que el negocio asciende a mil millones de pesos anuales en la Quinta zona, rodeada por el Circuito Mexiquense, las avenida Gran Canal y el río de los Remedios de aguas negras.
Apaxco es ejemplo del abandono: es parte de uno de los infiernos ambientales en el país por la falta de regulación de las emisiones de cementeras, marmoleras y la minera de material de construcción que ha generado enfermedades respiratorias al norte mexiquense. Pero la situación va más allá. La cuenca del río Lerma y el Parque Nacional de los Remedios agonizan, y hay “aguachicol” por la sobreexplotación del sistema Cutzamala.
Las dos aspirantes, Gómez y del Moral, coinciden en “rescatar el río Lerma”, otra cuenca que ha estado tóxica durante más de 50 años. Los patos, ajolotes y charales fueron sustituidos por descargas residuales sin tratar, metales pesados asociados al cáncer, llantas y contaminación plástica.
“Una de las problemáticas ambientales dentro del Estado de México es el río Lerma, que está contaminado por descargas y, en Naucalpan, tenemos el bosque de Los Remedios que ha sido afectado por la urbanización”, dijo Marcos Pérez, de El Ambientalista, una de las organizaciones locales que componen Voto por el Clima junto con Viernes por el Futuro Estado de México, entre otras.
Lo cierto es que ninguna candidata menciona a este bosque, decretado como Reserva Nacional desde el cardenismo, que ha perdido extensión al pasar de 400 a 100 hectáreas en los últimos años. Los vecinos lo atribuyen a los incendios provocados, la tala, la presencia de asentamientos irregulares y la descarga de residuos.
La Comisión Estatal de Parques Naturales (Cepanaf) reconoce que aunque 100 hectáreas están protegidas, su extensión original se ha visto “drásticamente reducida” debido al crecimiento demográfico y a asentamientos irregulares del municipio. Además, observó, no cuenta con programa de conservación y manejo.
LA MAFIA EN EL TRANSPORTE
Las candidatas a la gubernatura del Estado de México, Delfina Gómez y Alejandra del Moral, también coinciden en la urgencia de mejorar el transporte público mexiquense concesionado a empresas que, por años, ha servido como botín político y es fuente de asaltos a los usuarios.
“Se renovarán las unidades de la mano de concesionarios y dueños”, promete la candidata de Va por México. “Elaborar un plan maestro de transporte público de alta capacidad”, se compromete la Maestra.
Durante la gestión del Gobernador Alfredo del Mazo, la organización Greenpeace México ha denunciado que el transporte público en el Estado de México –uno de los estados con más contaminación del aire por uso excesivo de automóvil– está en un estado “deplorable” y es inseguro.
Una de las grandes promesas de campaña de Alfredo del Mazo durante su campaña electoral de 2017 para el Gobierno del Estado de México fue el reducir los índices de inseguridad en el estado y garantizar la seguridad de los pasajeros en el transporte público con la instalación de botones de pánico y cámaras de videovigilancia en todas las unidades.
No obstante esto no ocurrió. Tan sólo en los tres primeros meses de este 2023 los robos en transporte público colectivo incrementaron 82 por ciento al pasar de mil 828 casos denunciados entre enero y marzo de 2022 a 3 mil 328 en el mismo periodo del año en curso, como revelan las cifras de Incidencia Delictiva del Fuero Común del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
A eso se suma las presiones que ejercen los transportistas a las autoridades bajo la eterna promesa de mejorar sus unidades. De hecho, duego del anuncio de otro aumento al transporte (mínimo 14 pesos), surgió este año la agrupación No al Tarifazo.
En un comunicado, denunciaron el condicionamiento de voto de los operadores que siguen peleándose el pasaje para pagar la renta de la unidad, mientras “la ineficiencia, la inseguridad y los incumplimientos en materia de movilidad afectan a millones de mexiquenses”, entre ellos, la renovación del parque vehicular, la aplicación de la Ley de Movilidad y la cancelación de concesiones.
En 2020, en plena contingencia, hubo un tarifazo con la promesa incumplida de tarifa preferente a estudiantes y adultos mayores, unidades nuevas y cámaras de vigilancia. Tras las elecciones el próximo mes, el Congreso estatal prepara otro aumento.
“AGUACHICOL” EN EDOMEX
A plena luz del día en un municipio con altos índices de inseguridad, piperos roban con equipo de bombeo el agua de la red pública de Ecatepec para revenderla de casa en casa en una zona donde al menos medio millón de habitantes (35 por ciento del total) lleva tres años con escasez de agua, reciclando cubetas una y otra vez, y dependiendo del abastecimiento de pipas.
El Gobierno de Ecatepec calcula que el negocio asciende a mil millones de pesos anuales y ha presentado 13 carpetas de investigación en contra de integrantes de una organización presuntamente dedicada al robo de agua concentrada en la denominada Quinta zona, rodeada por el Circuito Mexiquense, las avenida Gran Canal y el Río de los Remedios.
Ecatepec, con 1.7 millones de habitantes, se alimenta del Sistema Cutzamala. Particularmente en la Quinta Zona de Ecatepec carecen de agua subterránea potable porque tiene metales pesados y se expandió irregularmente la mancha urbana. Las autoridades municipales están impulsando una inversión federal y estatal de 3 mil millones de pesos para cambiar la vieja red hídrica, instalar un sistema de captación de agua pluvial y construir tres pozos, entre ellos, uno en la colonia CTM 14.
Mientras un habitante de la Ciudad de México promedio consume 125 litros al día cada uno de los 600 mil habitantes de la Quinta Zona de Ecatepec debe sobrevivir con menos de 15 litros al día. Ese ha sido el panorama desde hace más tres años, es decir, en esta zona enfrentaron la pandemia con pipas.
APAXCO, UN APOCALIPSIS AMBIENTAL
Habitantes de Apaxco, al norte del Estado de México, viven rodeados de espuma tóxica del río Salado y de la producción industrial de cementeras, marmoleras o pegazulejos que arribaron en los noventas y que los ha enfermado de los pulmones, la piel y los ojos, de acuerdo con los médicos que consultan.
Esta zona al sur del Valle del Mezquital, donde está la cementera Apasco, HOLCIM, Calidra, Vargas o Grupo Fortec, forma parte de uno de los denominados “infiernos ambientales” en el país, que ha requerido la intervención de la Secretaría de Medio Ambiente y de la Secretaría de Salud.
Algunos locatarios exigen una reubicación ya que sus casas están cuarteadas, sus gallinas o borregos murieron, su agua apartada en tambos se empolva, el ruido y las vibraciones les complican dormir o sus negocios de alimentos han quebrado. Otros, considerando que el sector industrial es el mayor generador de trabajo en el municipio, piden un registro de las empresas irregulares y una regulación estricta en los filtros y niveles máximos de emisión a la atmósfera.
Fue el 27 de marzo el Cabildo de Apaxco, al norte del Estado de México, aprobó la actualización del Plan de Desarrollo Urbano 2022-2024 sin haber considerado la serie de peticiones de los habitantes entorno a un mayor control a las cementeras, marmoleras y demás industria de la construcción que incluso explota los cerros aledaños.