Con este escenario de aumento de la demanda y recortes voluntarios en el caso de la OPEP los inversores confían en que el almacenamiento no alcance su capacidad máxima. Se espera que en el inventario semanal del miércoles muestre que durante la semana pasada hubo un descenso de un millón de barriles en el principal punto de entrega de Estados Unidos.
Nueva York, 12 de mayo (EFE).- El anuncio de Arabia Saudí y otros países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) como Kuwait o Emiratos Arabes Unidos de profundizar sus recortes de producción previstos para junio y apoyar la estabilidad de los mercados energéticos estimuló la subida de los precios del petróleo este martes.
El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró este martes con una importante subida del 6.8 por ciento, hasta los 25.78 dólares el barril. El barril de Brent para entrega en julio terminó en el mercado de futuros de Londres en 29.95 dólares, un 0.94 por ciento más que al finalizar la sesión anterior.
Al final de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex) los contratos de futuros del WTI para entrega en junio sumaron 1.64 dólares respecto a la sesión previa del lunes, cuando el Texas cedió un 2.43 por ciento. El crudo del mar del Norte, de referencia en Europa, concluyó la jornada en el International Exchange Futures con un incremento de 0.28 dólares respecto a la última negociación, cuando cerró en 29.67 dólares.
El barril de referencia en Estados Unidos y el Brent subieron en una jornada en la que imperó el optimismo con respecto a la posibilidad de que los recortes adicionales, especialmente si se unen otras potencias productoras externas a la OPEP, ayuden a paliar el exceso de oferta que existe en el mercado desde la propagación del COVID-19 y el efecto devastador del virus sobre la demanda.
En abril, Riad acordó con sus socios internacionales una reducción conjunta del bombeo, pero ha decidido disminuir aún más sus extracciones para tratar de afianzar los precios. Esa perspectiva contrarrestó la presión a la baja que continúan ejerciendo las perspectivas negativas sobre la demanda y el temor a nuevas oleadas de la pandemia de COVID-19 que obliguen a endurecer una vez más las restricciones en algunos países.
En comparación con abril, el mayor productor de la OPEP, Arabia Saudí, reducirá su bombeo cerca de un 40 por ciento, o un millón de barriles por día (bpd), mientras que Kuwait y los Emiratos se han comprometido a reducir unos 180 mil bpd entre los dos.
Para los analistas, el ansiado equilibrio entre un repunte de la demanda, la disminución del exceso de oferta y la solución a la falta de capacidad de almacenamiento depende en buena parte de cómo avancen las reaperturas económicas que se han puesto en marcha en las últimas semanas.
Los expertos subrayaron que en los últimos días se ha generado algo de incertidumbre en relación a este proceso tras los rebrotes del virus en Corea del Sur y China que han obligado a retomar medidas estrictas de contención en algunas zonas.
“¿De qué no quiere hablar nadie hoy? De la posibilidad subyacente de una segunda ola de la pandemia, que los comerciantes temieron ayer por los nuevos brotes en todo el mundo”, opinó el analista jefe de mercados petroleros de la consultora Rystad Energy, Bjornar Tonhaugen, en una nota.
“Si pasamos por una segunda ola, nuestros pronósticos de un repunte en la demanda deberían descartarse y estaríamos ante una crisis aún mayor a la vuelta de la esquina”, agregó.
El consejero delegado de BP, Bernard Looney, advirtió hoy además de que ve probable que la caída de la demanda de crudo continúe incluso una vez pasada la pandemia de coronavirus.
Asimismo, con este escenario de aumento de la demanda y recortes voluntarios en el caso de la OPEP o involuntarios en el caso de Estados Unidos, los inversores confían en que el almacenamiento no alcance su capacidad máxima.
Se espera que en el inventario semanal que las autoridades estadounidenses harán público este miércoles se muestre que durante la semana pasada hubo un descenso de un millón de barriles en el principal punto de entrega de Estados Unidos, situado en Cushing (Oklahoma), y cuya capacidad continúa cerca del límite.
Por otra parte, los contratos de futuros de gasolina con vencimiento en junio restó cerca de un centavo, hasta los 0,91 dólares el galón, y los de gas natural, que expiran el mismo mes, restaron diez centavos hasta los 1,72 dólares por cada mil pies cúbicos.