Esta semana, contrario a su discurso anterior, el candidato Andrés Manuel López Obrador expuso que si se licita el Nuevo Aeropuerto Internacional con inversión privada, puede realizarse. El domingo alzó el pañuelo de la paz y este miércoles publicó un cómic para explicarle al sector empresarial su programa económico. La iniciativa privada, aglutinada por el Consejo Coordinador Empresarial –donde no están afiliadas 4 millones de pequeñas y medianas empresas– también cambió de tono frente a lo que manifestó en sus desplegados.
El lunes pasado pidió dar "carpetazo" a ese capítulo de confrontación, llamó al diálogo y celebró la propuesta de la licitación con dinero no público. "La lucha de clases es cosa del pasado", dijo el dirigente de ese sindicato empresarial, Juan Pablo Castañón.
De acuerdo con especialistas en la relación empresarios y poder político, este ajuste se debe a que a sería "peligroso" para los empresarios perder contratos públicos y para la administración siguiente tampoco sería conveniente no contar con la aportación de la cúpula a la economía.
"Los empresarios ya sintieron que lo que no se vale son los golpes bajos", dijo el analista financiero Alberto Barranco Chavarría. Para el estratega en comunicación, Antonio Ocaranza, la falla del empresariado es no lograr conectar con las necesidades de sus empleados ni con la sociedad, por lo que podrían aislarse de continuar en esa vía.
Ciudad de México, 12 de mayo (SinEmbargo).– La cúpula empresarial, donde no están afiliadas pequeñas y medianas compañías, cambió su estrategia en el tablero, y de cara a la elección presidencial del 1 de julio. El lunes pasado lanzó otro desplegado en conjunto para llamar a la unión, diálogo y democracia en México. Tenía un tono de menor confrontación con el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador que el primero, también publicado por el Consejo Mexicano de Negocios (CMN).
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) pidió dar "carpetazo" a ese capítulo, mientras el propio López Obrador apostó por la conciliación y a proponer la licitación del Nuevo Aeropuerto Internacional sólo con dinero privado en vez de cancelarlo, decisión en la que el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) estuvo de acuerdo.
Ante este escenario, analistas económicos y financieros aseguraron que a ninguna de las dos partes les conviene continuar con esta disputa pese a que se cruzan intereses.
"Las partes están conscientes de cuál es su tarea y su parte en esta confrontación; están en su respectiva cancha y saben hasta dónde y hasta cuándo. Los empresarios ya sintieron que lo que no se vale son los golpes bajos. Tienen todo el derecho de disentir y tienen una serie de intereses que están en lo correcto defendiendo. Lo que no se vale es haciéndolo financiando campañas sucias, que en su momento presenten un escenario no necesariamente leal frente a un candidato; lo que se hizo en 2006 y se repitió en 2012 con menos virulencia", dijo Alberto Barranco Chavarría, periodista y analista financiero. "Por la parte de López Obrador, está consciente de la importancia que tiene la inversión privada en el país en una economía que depende más de ésta que de la oficial (pública). En consecuencia está pidiendo paz, está llamando a discutir el aeropuerto".
"Los propios empresarios vieron que enfrentarse con un posible Presidente de la República es muy peligroso para ellos, sobre todo porque han recibido una serie de canonjías del Gobierno durante muchos años. Hay muchas empresas que está muy claro que tienen deudas con el fisco. Ellos les llaman impuestos diferidos. Eso no les conviene. Tampoco a cualquiera que llegue al gobierno le conviene tener un enfrentamiento con los empresarios en virtud con lo que representan en materia de creación de empleos. Lo que no se vale es que los empresarios utilicen su poder económico para tratar de sesgar el voto", expuso Barranco.
El columnista de negocios descartó que, como todavía hace unos días, el Consejo Mexicano de Negocios pretenda seguir con la guerra sucia. En su cuenta de Twitter agregó que "en la embestida contra López Obrador, liderada por Claudio X. González, se está derrumbando su cacicazgo como factótum del Consejo Coordinador Empresarial. Las bases están hartas de manipulaciones".
El jueves pasado, el mismo candidato presidencial reconoció que su asesor Gerardo Esquivel Hernández –un reconocido economista en México– tuvo acercamientos con el presidente de Cinépolis y líder del CMN, Alejandro Ramírez Magaña.
Por un lado, los organismos de la cúpula empresarial se aglutinan en el Consejo Coordinador Empresarial, dirigido por Juan Pablo Castañón Castañón. Tiene siete asociados: la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco), y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) –con más de 36 mil empresas–, la Asociación del Banco de México (ABM), el Consejo Mexicano de Negocios (CMN), el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) y la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
Sus invitados permanentes son la Canacintra, la Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles (AMIB), el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnologías (COMCE) y la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad).
Todas estas organizaciones firmaron el segundo desplegado publicado el lunes pasado.
Entre el sector privado, aseguró el analista Alberto Barranco, siempre ha habido división.
"Muchos organismos empresariales no reconocen como si fuera su líder al Consejo Coordinador Empresarial. En realidad es un aglutinante de las propuestas del sector para llevarlos al gobierno, pero no es un organismo rector ni puede tener un mando de injerencia sobre las cámaras. De pronto se cruzan intereses del Consejo Mexicano de Negocios y la Concamin que tiene que ver con ellos, de pronto se cruza el Consejo Nacional Agropecuario con la Concamin. Están cruzados, pero ya hicieron una demostración de fuerza presentando los membretes, pero se les olvida que también hay millones de empresarios que están aglutinados en otros organismos que, si bien no tienen la fuerza económica de ellos, en número los supera por mucho", planteó Barranco Chavarría, también reconocido cronista de la Ciudad de México.
Diego Castañeda Garza, maestro en Economía y Desarrollo por la Universidad de Londres y la London School of Economics (LSE), también consideró que no hay mucha cohesión entre empresarios.
"Entre la dirigencia –los empresarios más importantes y grandes– probablemente se tenga una preferencia electoral clara pero, pensando que representan a miles de empresas, no me queda claro que tengan una definición; debe haber diferencias al interior, no debe ser homogéneo", consideró.
Además están las pequeñas y medianas empresas. El viernes, Alejandro Salcedo, presidente de la Asociación Latinoamericana de Micros, Pequeños y Medianos Empresarios (Alampyme), aclaró que las casi 4 millones de pymes son las que representan el 97 por ciento de la planta productiva nacional; es decir son las que generan el 70 por ciento de los puestos labores formales, lo que significa 7 de cada 10 empleos, de acuerdo con cifras del Inegi.
"El CCE y CMN no nos representan", afirmó la asociación. Por el contrario, expuso, "esas cámaras representan sólo a las 100 familias más ricas de México que por sexenios se han beneficiado con concesiones otorgadas por autoridades".
La Alampyme calcula que durante este sexenio se han cerrado más de 350 mil micro y pequeñas empresas por falta de créditos, de apoyos de programas públicos, por la sobre regulación que existe en la apertura de negocios y por el tema de la inseguridad con el cobro y derecho de piso.
El analista político Miguel Martínez Curiel coincidió en que el discurso de López Obrador ha sido "más conciliador" en comparación con el inicio de la campaña frente a los grandes empresarios, ya que "no busca un conflicto ni verse como un personaje meramente arbitrario". En el caso de la iniciativa privada, "que se ha beneficiado de los gobiernos anteriores, quiere buscar la manera de seguir teniendo de lo que han gozado".
DIVORCIO DE LA IP CON LA SOCIEDAD
Para Antonio Ocaranza Fernández, politólogo y experto en en el manejo de asuntos corporativos y comunicación en los sectores gubernamental y empresarial, la falla del empresariado ha radicado en que no están logrando "conexión" ni con las necesidades de sus empleados ni con los de la sociedad.
"En la medida en que elevan la voz, atacan a López Obrador y hacen desplegados, la brecha entre los empresarios y el resto de la sociedad se hace más profunda porque la gente encuentra en estos llamados de la iniciativa privada no solo mensajes huecos, sino también lo consideran de un gran cinismo", aseguró Ocaranza Fernández. "Porque ante los grandes problemas que tiene el país, los empresarios han tenido una actitud hasta cierto punto tibia y ante la amenaza de un candidato con el que no congenian ni se identifican, elevan su voz de una manera muy uniforme como le hubiera gustado a la sociedad –harta, molesta e indignada– que elevaran años atrás para luchar contra la corrupción, inseguridad y mejores condiciones de empleo".
Ocaranza expuso que "la estridencia del sector empresarial si lo sigue haciendo como lo está haciendo, lo va a llevar a alienarse y a alejarse más de la gente". Ahora la ciudadanía "piensa que los empresarios no necesariamente buscan criticar al poder porque encuentran beneficios en ese tipo de relación estrecha y prefieren no hacer ola. Ellos se sienten indignados porque no se les reconoce su contribución al país y la población en general se siente enojada, harta e indignada por la situación del país y asocia a los empresarios que ven como parte de la cúpula que gobierna al país como corresponsables de lo que sufren. Por eso se da ese divorcio".
Por ello, consideró, "tiene que cambiar la actitud del empresariado, debe de entender el sentir de la sociedad y poner los temas del empresariado en un lenguaje que entienda el ciudadano común, sus clientes y comunidades a las que dan servicio". Asimismo, deben considerar que dentro de sus compañías, la preferencia electoral de sus empleados también está dividida al igual que en la sociedad, por lo que deben "mantener una cultura de respeto a la democracia y diferencia de las ideas".
Por su parte, el candidato presidencial López Obrador quiere mostrarse abierto al diálogo. "Hay una distancia entre estar dispuesto a platicar y otra muy diferente en dejar de atacar o de criticar la postura de los empresarios", consideró Ocaranza, estratega en asuntos públicos y de comunicación.
Tras un mitin en Nuevo León, el domingo López Obrador lanzó el pañuelo de la paz y aclaró a quién van dirigidos sus señalamientos. "A los empresarios de México todo nuestro respeto. Son gente que ha logrado obtener un patrimonio con esfuerzo, con trabajo de conformidad con la ley. Hay otros que no quieren el cambio, los que están promoviendo este pleito artificial, para que los empresarios se opongan al cambio y estén en contra de nosotros, ellos han hecho enormes fortunas con el tráfico de influencia, porque son los que dominan el gobierno, tienen secuestrado al gobierno, a las instituciones", aseguró.
Les mandó un mensaje de "amor y paz", el cual complementó con un pañuelo blanco. El candidato sabía que al día siguiente, el lunes, 400 cámaras empresariales publicarían un nuevo desplegado denominado "Trabajamos por México" parte del conglomerado por el CCE.
"Los empresarios somos parte de la solución, no los causantes del problema", expusieron. "Siempre estaremos del lado de la ley y de la democracia: estamos dispuestos a construir con los gobiernos legítimamente electos, y también a levantar la voz, señalar y disentir cuando sea necesario".
Luego, Gustavo de Hoyos, representante de la Coparmex, declaró que lo que quieren "es dar carpetazo" a este capítulo y aprovechar las campañas para privilegiar el diálogo constructivo. "Lo que esperaríamos es que en los días consecuentes, de todos los candidatos y particularmente de López Obrador, con quien ha habido desencuentros, el tono de los posicionamientos cambie y esperaríamos que no hubiera descartes personales", dijo el lider patronal.
Ese mismo lunes, frente a empresarios de turismo el tres veces candidato moderó su postura respecto al Nuevo Aeropuerto Internacional y planteó como una posibilidad que el proyecto se licite a inversión privada, hecho que celebró el CCE. "Los discursos de separación, lucha de clases, eso es cosa del pasado. Hoy los mexicanos queremos estar unidos viendo oportunidades", aseguró Juan Pablo Castañón, dirigente del CCE. "Si hay un discurso que denoste, que descalifique a los empresarios, si hay un discurso de expropiaciones o de atentar en contra de la propiedad de las personas, si busca la eliminación de empresas importantes, del empleo, debemos preocuparnos", añadió.
López Obrador se reunió ese mismo día con Larry Fink, el presidente ejecutivo de BlackRock, un fondo de inversión estadounidense. El empresario también charló con los candidatos Ricardo Anaya Cortés, José Antonio Meade Kuribreña y Margarita Zavala Gómez del Campo. Este miércoles, a través de su coordinadora de campaña Tatiana Clouthier, publicó un cómic para explicar a los empresarios su plan económico.
LA "FRUSTRACIÓN" DE LA CÚPULA
El jueves 3 de mayo, el Consejo Mexicano de Negocios emitió un primer mensaje para rechazar los señalamientos y ataques personales del candidato Andrés Manuel López Obrador contra miembros del sector empresarial. Días antes López Obrador había acusado directamente de estar detrás de la guerra sucia a los empresarios Claudio X. González, ex dirigente del Consejo Mexicano de Negocios, Alberto Baillères de grupo Bal, José Luis Barraza de Grupo Aeroméxico, entre otros.
"Las empresas de este Consejo [alrededor de 50 incluyendo Bimbo, FEMSA, Grupo Carso...] emplean de manera directa a más de un millón y medio de jefes de familias mexicanas e invierten cada año miles de millones de dólares en nuestro país, lo cual contribuye al crecimiento de la economía, de la competitividad y del empleo. En conjunto, todas las empresas privadas de México generan 9 de cada 10 empleos formales", destacaron en un comunicado las empresas. Manifestaron estar abiertos al diálogo, ya que, expusieron, las descalificaciones no abonan a la confianza.
El político tabasqueño definió al sector empresarial contra el que ha lanzado sus críticas así: "es un grupo que se ha beneficiado al amparo del poder público, a costa del sufrimiento del pueblo, han causado mucho daño. México se convirtió en un cementerio, están detrás, no dan la cara, son los que mueven los hilos y ellos no quieren dejar de robar y no quieren perder el privilegio de mandar”.
Ante el desplegado del Consejo Mexicano de Negocios, la organización Democracia Deliberada (DD) expuso en un comunicado que no se vale "tratar de incidir en el voto de sus subordinados abusando de su poder" y "disfrazados" de campañas de información, cadenas o historietas. "Entendemos su frustración al malgastar spots, desplegados, campañas, cenas, reuniones, tiempo creyendo que sus candidatos iban a crecer, pero no se vale violar la ley".
Diego Castañeda, economista por la London Schools of Economics y miembro de DD, dijo en entrevista que esta situación no es con toda la clase empresarial, ya que la mayoría de los empresarios de este país son micro, pequeñas y medianas empresas que no están representadas en esas cámaras del CCE.
"Las pymes generan el 72 por ciento del empleo y cuando ellos dicen que generan el 90 por ciento se están apropiando de empresas que ellos no representan; no están afiliadas al Consejo Coordinador Empresarial. Se dan más importancia de lo que es. La Coparmex, [de acuerdo con el economista Luis Munguía] genera el 10 por ciento del empleo. Y el Centro de Estudios Espinosa Yglesias cita que solo el 31 por ciento del empleo tiene seguridad social. Entonces el 69 por ciento de los empleados están fuera de esa cobertura del sector privado".
Munguía concluyó en un texto que "considerando que muchas de las empresas extranjeras contribuyen a nuestra economía sólo con el pago de salarios, si no promovemos salarios dignos, estamos renunciado tanto al bienestar de los trabajadores como al único beneficio económico que deja la inversión extranjera".
El economista Diego Castañeda evaluó que "hay una disputa por dos entendimientos claramente diferentes del futuro del país. Uno donde se quiere premiar más a la innovación y a la pequeña empresa, y otro que son empresarios muy en específico nombrados por él [López Obrador] que están defendiendo sus rentas y modo de hacer negocios hoy. La diferencia está en que las personas que hacen estos comunicados están poniendo su interés personal como si fuera el nacional cuando lo que están defendiendo son asuntos de conveniencia propia".
Se ha sabido, dijo, que muchas empresas mediante correos corporativos o mensajes de celular envían cadenas a los empleados para incentivar miedo. Por ello el mensaje de DD "es para invitarlos a que respeten la ley, que sean democráticos en la contienda y no abusen de su poder".
Aunque el CCE y Coparmex no quieren "quedarse enganchados", el asunto es que "los ciertos intereses dentro de esas cámaras del Consejo Coordinador Empresarial parece que tienen ciertas preferencias políticas y que están dispuestos a presionar por ellas incluso si el ilegal", dijo Castañeda.