Desde enero, trabajadores de la Secretaría de Salud de Chiapas han protestado por el desabasto de medicamentos e insumos hospitalarios por el desvío de recursos observado por la Auditoría Superior de la Federación. El 3 de abril, tras el despido injustificado de 15 de ellos, un grupo de enfermeras instaló un plantón en el Hospital “Rafael Pascacio Gamboa”, en Tuxtla Guitérrez, y estuvo en huelga de hambre ante la falta de condiciones para trabajar y dar un servicio de salud adecuado a la población.
Hoy, en el Día Internacional de la Enfermera, viajaron a la Ciudad de México para exigirle al Secretario de Salud, José Narro, y al Gobierno de Manuel Velasco Coello el cumplimiento de los acuerdos.
Ciudad de México, 12 de mayo (SinEmbargo).– En los hospitales de Chiapas faltan medicamentos e insumos por desvíos de recursos públicos, lo que obstaculiza un servicio digno. Este viernes, el Día Internacional de la Enfermera, un grupo de ellas vino desde la entidad sureña para manifestarse en la Secretaría de Salud, frente a la Estela de Luz, para exigir que se cumplan los puntos acordados con el gobierno de Manuel Velasco Coello el 12 de abril pasado, tras una huelga de hambre de nueve días que retomaron el primero de mayo.
La enfermera María de Jesús Espinosa, quien lleva más de 200 horas en ayuno, dijo en entrevista que de 2011 a la fecha la Secretaría de Salud estatal les adeuda más de 700 millones de pesos de recursos y solo les han regresado 69 millones.
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) ha documentado la crisis del sistema de salud en Chiapas, uno de los estados más pobres del país. Enfermeras han denunciado desde 2016 la falta de medicamentos, insumos de laboratorio, vacunas, material de curación, instrumental, equipo médico y su mantenimiento; así como la afectación a sus derechos laborales y el desvío de recursos de la Secretaría de Salud de la entidad, dirigida por Francisco Ortega Farrera.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF), en su cuenta pública de 2015, hizo observaciones al gobierno de Chiapas en los recursos en materia de salud de las cuales 134 millones 203 mil pesos corresponden a retenciones salariales de los trabajadores del sector salud, 242 millones 254 mil pesos a gastos no comprobados y 209 millones 724 mil pesos por recursos no registrados.
La enfermera María de Jesús Espinosa, de Tuxtla Gutiérrez, contó que una vez un paciente ya estaba en quirófano, pero no había sotura y los familiares debieron comprarla.
“Como enfermeras no debemos ser cómplices del saqueo. Basta de tanto robo. Vemos y vivimos el dolor de los pacientes, cómo una enfermedad empeora. Basta de que el pueblo se esté muriendo porque no hay medicamentos”, expuso en la manifestación.
Resaltó que ayer el Secretario José Narro fue a inaugurar un hospital en Chiapas, pero no se acercó a ellas, quienes “ya están delicadas de salud” por la huelga de hambre de 12 días. Con ello, dijo, mostró su falta de interés en la salud.
Espinosa entregó un documento a la Secretaría de Salud para exigirle al Secretario José Narro “una respuesta inmediata” a la crisis del sector.
El jefe de Departamento de Servicios Laborales Alejandro Cejudo lo recibió a la entrada mientras los protestantes gritaban “la salud no es una mercancía, es un derecho humano que defiende enfermería”.
María Leticia, de la Asamblea de Enfermería de Ciudad Juárez, Chihuahua, aseguró que allá también hay carencias.
“Las cirugías se suspenden por falta de insumos y a la gente se le tiene que decir: ‘no hay, no tengo'”, afirmó la enfermera.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el derecho a la salud no solo como la ausencia de enfermedad o dolencia, también el acceso a instalaciones sanitarias adecuadas y servicios, así como condiciones de trabajo seguras y saludables.
“Exigimos de manera urgente al Estado mexicano atienda de manera eficaz las deficiencias del sector salud en Chiapas; realice las acciones necesarias para investigar la corrupción y desvío de fondos en el sistema de salud; garantice sin restricción alguna los derechos laborales de los trabajadores y el derecho a la salud de la población”, demandó el Centro Frayba en un comunicado.
Este día la movilización de las enfermeras fue acompañada por la Nueva Central de Trabajadores y la Asamblea de Trabajadores del IMSS.
LA HUELGA DE HAMBRE DE 9 DÍAS
En el marco de las protestas en enero, febrero y marzo, 15 trabajadores del sistema de salud de Chiapas fueron despedidos. El 3 de abril, hace más de un mes, cinco enfermeras cesadas se instalaron en la entrada del Hospital de la Mujer “Rafael Pascacio Gamboa” en Tuxtla Gutiérrez y comenzaron una huelga de hambre. Demandaban su reinstalación, el pago de salarios y prestaciones atrasados, así como el abasto de medicinas.
El Secretario de Salud estatal, Francisco Ortega Farrera, resaltó que ha habido diálogo con la base trabajadora y se reinstalaron a siete empleados. No obstante, de acuerdo con el centro Frayba, ocurrió bajo la condición de que no realizarían más actos de protesta, “lo cual conforma un patrón de restricción de derecho a la libre manifestación, ya que el gobierno del estado persuade mediante amenaza y hostigamiento a quien defiende sus derechos”, denunció el centro.
El 12 de abril las enfermeras levantaron la huelga de hambre tras el pago de salarios y la reinstalación de los 15 trabajadores. Sin embargo, el primero de mayo la retomaron al faltar puntos por cumplir.
La crisis del sistema de salud chiapaneco, acusó el Centro, “es un reflejo” de la incapacidad de gobernar en el estado y “la corrupción en toda la estructura de la entidad”.
Desde enero integrantes de la Secretaría de Salud de Chiapas marcharon en Tuxtla Gutiérrez para exigir pagos, medicamentos e insumos hospitalarios. Instalaron un plantón indefinido en el Hospital “Rafael Pascacio Gamboa”. Al menos desde 2014, documentó el Centro Frayba, han denunciado la falta de condiciones para trabajar y dar un servicio de salud adecuado a la población.
