Madre con hijo desaparecido es muerta de 15 tiros en pleno día, en calle de Culiacán; antes se reunió con autoridades

12/05/2014 - 7:31 pm
Foto: IONSA/Noroeste
Foto: IONSA/Noroeste

Ciudad de México, 12 de mayo (SinEmbargo/Noroeste).– Una mujer integrante de un grupo de Madres con Hijos Desaparecidos fue asesinada de al menos 15 disparos en una de las calles de la colonia Benito Juárez, en Culiacán, Sinaloa.

El reporte de las autoridades indica que la activista se llamaba Sandra Luz Hernández y tenía 50 años. El hecho se registró alrededor de las 16:00 horas, en el momento en que Sandra Luz caminaba por la calle Constitución y 30 de Septiembre, en el mencionado sector.

En ese momento fue atacada a balazos por un sujeto que le disparó en al menos 15 ocasiones con una pistola calibre . 9 milímetros, y luego huyó del lugar.

Sandra Luz, de acuerdo con reportes periodísticos, se acababa de reunir con autoridades estatales para revisar su caso. Su hijo, Édgar García Hernández trabajaba en la Procuraduría.

En febrero pasado, Noroeste entrevistó a Sandra Luz. Dijo que había identificado a los delincuentes que se llevaron a su hijo y que ellos declararon en la Procuraduría del estado ocho meses atrás, y quedaron libres.

Ahora, ella está muerta.

De acuerdo con organizaciones nacionales e internacionales, en México los periodistas y los activistas están a merced de los criminales debido al alto grado de impunidad con el que se les mata. Amnistía Internacional, Artículo 19, Human Rights Watch y otras organizaciones han exigido al gobierno de México, encabezado por Enrique Peña Nieto, garantizar el castigo para asesinos y proteger a los vulnerables.

Todo ha quedado en palabras.

En Chihuahua, en 2010, una madre que protestaba también contra el asesinato de su hija fue asesinada por criminales frente al Palacio de Gobierno. Marisela Escobedo había montado un breve campamento para exigirle a las autoridades que actuaran en contra del asesino de Rubí Marisol Frayre Escobedo.

La respuesta no vino de la autoridad, sino de los asesinos: llegaron por ella un 16 de septiembre de 2010 y la mataron frente a las cámaras de resguardo.

Recientemente, la periodista de Noroeste Azucena Manjarrez difundió en un reportaje titulado El silencio que reclama justicia, que en Sinaloa se ha abandonado la protesta porque las autoridades no responden, pero también por temor a las represalias del crimen organizado.

LA MADRE INVESTIGADORA

Sandra Luz Hernández se dedicaba a buscar a su hijo Édgar García Hernández, que desapareció desde el 12 de febrero de 2011, cuando unos delincuentes se lo llevaron.

“Yo no dejo de buscar ni un sólo día, ni un sólo día, todos los días. Esa es mi meta: encontrarlo”, dijo en febrero para el diario Noroeste.

La activista contaba con una fuente anónima que le dio en tres ocasiones distintos paraderos de su hijo, sin embargo, todas fueron búsquedas fallidas.

La activista decía que buscaba a su hijo vivo, pero sabía que la búsqueda era para encontrar un cadáver.

¿Usted busca un cadáver, ya?, se le preguntó.

“Yo quiero que me lo regresen vivo. Pero lo busco de las dos maneras [vivo o muerto]. Yo se los estoy exigiendo a ellos, vivo. Pero lo busco así, porque lo que yo quiero es que me lo regresen. Que lo regresen como sea”, dijo.

ÉDGAR, EL TRABAJADOR

Édgar tenía 25 años cuando fue privado de su libertad, hace dos años atrás, en la colonia El Progreso.

Era un joven activo, que participaba en cursos de superación personal, practicaba deporte, incluso colaboró en la última campaña electoral, dijo su madre en febrero de este año.

Tenía un año trabajando en un puesto administrativo en la Procuraduría General de Justicia del Estado.

“Él era trabajador del Procurador [Marco Antonio Higuera Gómez]. Al siguiente día que fue la desaparición, nosotros acudimos con el procurador para decirle lo que estaba sucediendo y pues él lo que nos dijo es que no conocía a Édgar, pero son mentiras porque él ahí trabajaba”, aseguró Sandra.

Ante la incompetencia del Estado, Sandra se convirtió en la investigadora del caso. Daba seguimiento cabal a cada pista que recibía. Tenía tiempo, pues trabajaba como vendedora de cosméticos por catálogo.

Aseguró a la periodista Gabriela Soto que conocía la identidad de los delincuentes que privaron de la libertad a su hijo, información que le proporcionó a la Procuraduría, y aunque éstos declararon hace ocho meses atrás, obtuvieron su libertad.

“He sido yo, la que ha investigado. Lo que sé yo lo he investigado. No es por ellos, porque incluso el subprocurador [Martín Robles] ni siquiera ha invitado a los investigadores [a las reuniones]”, dijo.

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