Bolívar, el niño presidente, libro de autores mexicanos que le habla de corrupción a la infancia

12/03/2020 - 4:00 pm

El libro recién publicado por los hermanos Ingrid y Max Kaiser relata la historia de un niño que desea cambiar el país tras descubrir un caso de corrupción: se suministra agua destilada a niños enfermos en lugar de tratamientos contra el cáncer.

A lo largo de la historia, el joven Bolívar, apodado Bolo, se enfrenta junto a la inseparable Tania a todo tipo de “chanchullos” del poder político y económico inspirados en escándalos de corrupción reales sucedidos en México.

Por Eduard Ribas i Admetlla

México, 12 de marzo (EFE).- Había una vez dos hermanos mexicanos enfrentados a algo peor que un lobo feroz o un temible dragón. Querían acabar con la corrupción de su país y, en lugar de espadas, usaron un cuento para concienciar a los niños sobre esta lacra.

Es el caso de Ingrid y Max Kaiser, quienes acaban de publicar Bolívar, el niño presidente (Planeta), que relata la historia de un niño que desea cambiar el país tras descubrir un caso de corrupción por el que se suministra agua destilada a niños enfermos en lugar de tratamientos contra el cáncer.

“No se habla a los niños de la corrupción, como si fuera un tema de adultos, pero los niños padecen la corrupción desde que nacen. Es muy importante hablarlo a temprana edad para no perder tiempo”, contó este miércoles Ingrid en entrevista con Efe.

Los hermanos unieron sus conocimientos, pues Ingrid es pedagoga y Max lleva años estudiando la corrupción en México, para elaborar este cuento dedicado a Bolívar y Tania, dos amigos de la infancia enfermos de distrofia muscular.

“Bolívar, mi amiguito de la infancia, tiene el movimiento muy limitado y un día me escribió: ‘Max, a los adultos los agarras echados a perder, deberías hablar con los niños’. Allí se detonó todo”, relató Max, asesor de la ONU en combate contra la corrupción.

UN FENÓMENO ARRAIGADO

A lo largo de la historia, el joven Bolívar, apodado Bolo, se enfrenta junto a la inseparable Tania a todo tipo de chanchullos del poder político y económico inspirados en escándalos de corrupción reales sucedidos en México.

“Teníamos un abanico enorme de posibilidades donde escoger. Desde los actos de corrupción local a lo global. Desde los pequeñitos hasta los que implican varios ceros”, reveló la autora.

“No queremos que los niños crean que este es el destino de México”, añadió Max, coautor del libro. Foto: Sáshenka Gutiérrez, EFE

Poco a poco, el protagonista se dará cuenta que las prácticas corruptas permean casi todos los niveles de la sociedad, desde el Gobierno hasta los servicios públicos más elementales.

“El otro día tuve junta de vecinos y uno propuso pagar una ‘gratificación’ a la delegación para poder cortar un árbol que le ensucia el coche. Eso es un acto de corrupción, empecemos a llamarlo por su nombre. Un niño entiende que ‘gratificación’ es otra cosa”, reivindicó Ingrid.

“No queremos que los niños crean que este es el destino de México”, añadió Max, quien recordó que en el siglo XVII Shakespeare definía a Dinamarca como un lugar de podredumbre, mientras que ahora el país escandinavo es el menos corrupto de acuerdo con el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional.

México ocupa el puesto número 131 de este índice, en el que no dejó de empeorar durante el mandato de Enrique Peña Nieto (2012-2018), quien llegó a justificarse con el hecho de que la corrupción es algo “cultural” de México.

Para Max Kaiser “esta es una expresión de alguien profundamente ignorante que no entiende qué es la corrupción”, la cual debe ser combatida a través de un buen diseño de las instituciones y de una mejor educación ciudadana.

LOS NIÑOS, LA ESPERANZA DE MÉXICO

En la lógica de un niño no caben prácticas tan perversas como dar agua destilada a enfermos de cáncer. Bajo esta premisa, los hermanos Kaiser creen que los menores representan una esperanza para México y hay que concienciarlos.

“No queremos dar una lección sobre la honestidad. Nos interesa que el niño lector se enganche a la historia, tome postura de sí mismo y active el pensamiento crítico”, subrayó Ingrid, quien ha quedado muy satisfecha con las ilustraciones e estilo artesanal que acompañan el cuento.

De la misma forma que los niños son cada vez más conscientes de la crisis climática y empujan a sus padres a reciclar, las nuevas generaciones son las que pueden empujar a México hacia el cambio que necesita. “Qué lástima que ahora no estén llegando al Gobierno los perfiles que deberían llegar”, resumió Ingrid.

“Queremos ir más allá de la dicotomía de está bien o está mal. Queremos decir a los niños que la política es servicio y que cuando uno se sirve del presupuesto y del poder se llama corrupción”, puntualizó Max.

Esta claridad provocó que alguna editorial rechazara la propuesta que más de un año después sale a las librerías y que tendrá una segunda parte para lograr que con el tiempo la corrupción se quede en los cuentos de hadas.

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