En un hecho sin precedentes, mujeres zapatistas tardaron meses en organizar un Encuentro Internacional para el que decidieron no consultar a los hombres y restringirles la entrada. El llamado reunió a más de 10 mil mujeres de México y el mundo, y juntas encendieron una pequeña luz “para cada una de nosotras” en un país sacudido por el machismo, el abandono oficial y los feminicidios.
Ciudad de México, 12 de marzo (SinEmbargo).- Miles de mujeres provenientes de 27 estados de la República Mexicana y de 40 países de América Latina, Europa y África se dieron cita en territorio zapatista para la clausura del Encuentro Internacional, Político, Artístico, Deportivo y Cultural.
El Encuentro Internacional de Mujeres que Luchan se llevó a cabo en las sedes de las Cinco Juntas de Buen Gobierno del Caracol Madre, en la zona Tzot'z Choj, en el estado de Chiapas. Fue organizado por mujeres zapatistas que primero tuvieron que discutir con sus colectivos para después hacer reuniones regionales, y luego de varios meses, lanzar una convocatoria internacional.
Fue un hecho sin precedentes, en el que por primera vez optaron por no consultar a los hombres, a quienes también se les restringió la entrada.
A pesar de la inquietud de dónde dormiría, comerían y se bañarían, al menos 10 mil mujeres de México y el mundo acudieron al llamado: el miércoles pasado, más de 40 autobuses, cientos de taxis, vehículos particulares y transportes turísticos arribaron al lugar con las asistentes. El encuentro terminó ayer domingo con el compromiso de volverse a reunir, en distintas partes de México y el mundo. Un segundo encuentro que no sea nada más en tierras zapatistas.
En el cierre del encuentro de mujeres, se hizo un llamado a encender una pequeña luz “para cada una de nosotras” en un país sacudido por el machismo, el abandono oficial y los feminicidios.
“Esa pequeña luz es para ti. Llévala, hermana y compañera. Cuando te sientas sola, cuando tengas miedo, cuando sientas que es muy dura la lucha, o sea, la vida, préndela de nuevo en tu corazón, en tu pensamiento, en tus tripas. Y no la quedes, compañera y hermana. Llévala a las desaparecidas, llévala a las asesinadas, llévala a las presas, llévala a las violadas, llévala a las golpeadas, llévalas a las acosadas, llévala a las violentadas de todas las formas, llévala a las migrantes, llévala a las explotadas, llévala a las muertas, llévala y dile a todas y cada una de ellas que no está sola, que vas a luchas por ella”.
“Que vas a luchar por la verdad y la justicia que merece su dolor. Que vas a luchas porque el dolor que carga no se vuelva a repetir en otra mujer en cualquier mundo. Llévala y conviértela en rabia, en coraje, en decisión. Llévala y júntala con otras luces. Llévala y, tal vez, luego llegue en tu pensamiento que no habrá verdad, ni justicia, ni libertad en el sistema capitalista patriarcal. Entonces tal vez nos vamos a volver a ver para prenderle fuego al sistema”.
“Y tal vez vas a estar junto a nosotras cuidando que nadie apague ese fuego hasta que no quede más que cenizas. Y entonces, hermana y compañera, ese día que será noche, tal vez podremos decir contigo: ‘bueno, pues ahora sí vamos a empezar a construir el mundo que merecemos y necesitamos’”.
“Y entonces sí, tal vez, entenderemos que empieza la verdadera chinga y que ahorita como quien dice estamos practicando, entrenando, pues, para ya estar sabedoras de lo más importante que se necesita”.
MARICHUY Y LAS ELECCIONES
El pasado 19 de febrero, al cerrar el plazo para presentar las firmas necesarias para concurrir como candidata independiente, María de Jesús Patricio, conocida como “Marichuy”, había logrado 243 mil 63 avales, lejos de los 866 mil 593 requeridos por la autoridad electoral.
Un día después, el 20 de febrero, el sacerdote y activista Alejandro Solalinde Guerra consideró que la integración de los hermanos indígenas al Gabinete del candidato presidencial del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, es una oportunidad histórica para el país y las comunidades.
“Debe haber una integración del Congreso Nacional Indígena con ‘Marichuy’, pero también del doctor Javier López, de la Red Nacional Indígena. La importancia que tiene esto es que llevamos 500 años de marginación Indígena y es tiempo de que todos los pueblos originarios formen ya parte del gobierno. Tienen que hacerlo”, comentó Solalinde en entrevista con SinEmbargo.
El defensor de los derechos humanos descartó que los candidatos Ricardo Anaya Cortés y José Antonio Meade Kuribreña pudieran estar interesado en esto, pues “ya estuvieron en el poder y no hicieron” nada al respecto.
Pero el 26 de febrero, en entrevista con la agencia española EFE, Gilberto López y Rivas, ex asesor del EZLN y actualmente vinculado a la campaña de “Marichuy” a través de la organización de intelectuales Llegó la Hora del Florecimiento de los Pueblos, descartó que el movimiento caminara hacia Morena.
Destacó que durante el recorrido en busca de firmas por todo el país pudieron acercar la propuestas del Consejo Indígena de Gobierno (CIG) a miles de personas, y se incorporaron al movimiento comunidades, pueblos y organizaciones que antes no militaban.
También valoró muy positivamente la incorporación de “muchos jóvenes”, la mayoría estudiantes universitarios, que se volcaron de forma voluntaria en la recolecta de avales.
“Está fuera de lugar apoyar a cualquier candidato, incluido AMLO”, a quien acusó de haber hecho una campaña para “quedar bien con los poderes fácticos”, lo que le convierte en “un candidato más del sistema”.
Desde el entorno de López Obrador y Morena se ha acusado a la candidatura indígena de fragmentar el voto izquierdista, a lo que el antropólogo respondió que lo que ha hecho “Marichuy” ha sido señalar “a aquella izquierda que se diluye con la derecha”, dijo en alusión a Morena.
Quienes sí lograron presentar suficientes avales, y restan a la espera de que la autoridad electoral les nombre como candidatos independientes, son el Gobernador con licencia de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, la ex Primera Dama de México, Margarita Zavala Gómez del Campo, y el Senador Armando Ríos Piter.
“Logré 400 firmas [para ‘Marichuy’] y nunca vi a un solo auxiliar de ‘El Bronco’ ni de Zavala. Desconozco cómo las consiguieron”, aseveró López y Rivas, quien sospechó que los dos candidatos alcanzaron sus firmas “en los sótanos de alguna dependencia del Gobierno”.