Esta leyenda nos cuenta el triste final de una pequeña niña que parece aún deambular buscando a sus padres en un cementerio.
Ciudad de México, 12 de febrero (SinEmbargo).- Las leyendas forman parte de la riqueza de este país y Veracruz guarda muchas historias en sus calles y Pueblos Mágicos, uno de ellos es Orizaba, donde se cuenta la leyenda de la Niña del Ángel, así que en esta ocasión compartiremos una versión de este relato para que la próxima visita a Orizaba sea aún más especial al conocer parte de sus leyendas.
La leyenda cuenta que una pareja llegó a Orizaba en 1908 Orizaba, su hija se llamaba Ana María y tenía sólo dos años de edad. Un día, durante una reunión, la niña desapareció de la vista de sus padres, a los pocos minutos se escucharon gritos desgarradores: la niña se estaba quemando, su vestido se prendió en fuego al acercarse a unas velas y ella se incendió con él. A pesar de los esfuerzos de los padres por salvarla, la pequeña ya había fallecido.
Los restos de Ana María reposarían en el panteón “Juan de la Luz Enríquez”, por lo que los padres pidieron a un escultor crear una obra, una especie de monumento en imagen a la niña en mármol y en tamaño real. El artista creó una escultura de una niña recostada y un ángel que la cuidaba, cada detalle fue cuidado como los pliegues de las sábanas, la cama y las alas del ángel.
Los padres dejaron Orizaba, sin embargo, se dice que tras el entierro empezaron a suceder cosas extrañas, afirmaban que los ojos de la escultura de la niña se abrían y miraban a las personas. Los vigilantes del cementerio comentaban que la niña deambulaba por el cementerio buscando a sus padres, a veces un ángel la acompañaba. Algunos cuentan que la niña concede deseos a otros niños, si el deseo se cumple, el niño debe dejarle un juguete.