El Departamento de Estado asegura que investigaciones policiales indican que Ovidio y su hermano, Joaquín, desempeñan funciones de mando y control de alto nivel en su propia organización de tráfico de drogas.
Por Alejandro Monjardín
Culiacán, 12 de enero (Ríodoce).– Ovidio Guzmán López enfrentará cargos por trasiego de droga en Estados Unidos cuando sea extraditado, mientras que en México será por delito contra la salud y portación de arma.
La justicia estadounidense presentó una acusación en su contra derivada de una investigación y las autoridades mexicanas lo harán por la detención en flagrancia ya que no tenía orden de aprehensión, solo de extradición.
Tras su recaptura el jueves pasado, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, dijo que en México será llevado a los tribunales por delitos contra la salud y delitos relacionados con armas de fuego, debido a que fue detenido con mariguana, fentanilo, cocaína y armas.
Señaló que existen investigaciones relativas a delincuencia organizada.
Desde 2019, cuando fue capturado por primera vez y liberado luego de que su grupo criminal tomara la ciudad, Ovidio contaba con orden extradición; en ese entonces tampoco tenía orden de aprehensión de las autoridades mexicanas.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ubica a Ovidio y a su hermano Joaquín Guzmán López como líderes de su organización.
La acusación fue presentada en la Corte de Columbia en febrero de 2018 y revelada públicamente en febrero de 2019, por el fiscal general adjunto Brian A. Benczkowski, de la División Criminal del Departamento de Justicia, y el agente especial a cargo Scott Brown de la Oficina de Campo de Arizona de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EU.
Los documentos judiciales señalan que Ovidio y su hermano Joaquín Guzmán López, desde abril de 2008, o alrededor de esa fecha hasta abril de 2018, conspiraron para distribuir cocaína, metanfetamina y mariguana desde México y otros lugares para su importación a los Estados Unidos.
El Departamento de Estado asegura que investigaciones policiales indican que Ovidio y su hermano, Joaquín, desempeñan funciones de mando y control de alto nivel en su propia organización de tráfico de drogas.
Los hermanos Guzmán López, menciona, comenzaron temprano sus carreras de narcotraficantes al heredar las relaciones de su hermano, Edgar Guzmán López, asesinado en mayo de 2008 en el estacionamiento de una tienda de autoservicio en Culiacán.
Después de la muerte de Edgar, Ovidio y Joaquín heredaron una gran parte de las ganancias de los narcóticos y comenzaron a invertir grandes cantidades de dinero en efectivo en la compra de mariguana en México y cocaína en Colombia, señalan los documentos.
También comenzaron a comprar grandes cantidades de efedrina de Argentina y organizaron el contrabando del producto a México cuando comenzaron a experimentar con la producción de metanfetamina.
Los hermanos Guzmán López supervisan aproximadamente laboratorios de metanfetamina en Sinaloa que producen un estimado de 3 mil a 5 mil libras de metanfetamina por mes. La metanfetamina se vende al por mayor a otros miembros de Sinaloa y a distribuidores con sede en Estados Unidos y Canadá.
Otra información indica que Ovidio ha ordenado el asesinato de informantes, un narcotraficante y un popular cantante mexicano que se había negado a cantar en su boda, establece el Departamento de Estado.
En diciembre de 2021 el Departamento de Estado ofreció recompensas de hasta 5 millones de dólares cada una por información que conduzca al arresto y/o condena de Ovidio y sus hermanos Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar y Joaquín Guzmán López.
Los cuatro, señala, son miembros de alto rango del Cártel de Sinaloa y cada uno está sujeto a una acusación federal por su participación en el tráfico ilícito de drogas.
Un día después de su captura, un juez de distrito le decretó la detención provisional con fines de extradición por 60 días.
La detención con fines de extradición deriva de dos notas diplomáticas enviadas por el gobierno estadounidense al gobierno mexicano en la que pide su extradición para que sea juzgado en aquel país.
El gobierno de Estados Unidos tiene hasta el 5 de marzo para presentar la solicitud formal de extradición y de no hacerlo se levantará la medida de prisión preventiva.
En la audiencia se dio a conocer que Ovidio participó activamente en una red logística para traficar por tierra, aire, mar, túneles, diversas cantidades de enervantes.
Las acusaciones se basan en la intercepción de comunicaciones telefónicas entre su padre, Joaquín el Chapo Guzmán y sus colaboradores, por medio de una compleja red de equipos telefónicos en la que ubicaron a Ovidio, a su hermano Iván Archivaldo y a la mamá de este.
Su abogado, Alberto Díaz, dijo que se trató solo de una audiencia informativa sobre la detención provisional solicitada por el gobierno de Estaos Unidos y no para formular imputación por delitos en México ya que no le han ejecutado orden de aprehensión.
El día que fue detenido, los abogados de Ovidio obtuvieron una suspensión de plano contra la extradición concedida por un juez de distrito.
Con esa medida el Ratón no puede ser entregado a autoridades de otro país y deberá permanecer en el lugar en el que se encuentre, a disposición del juez de distrito hasta en tanto no se resuelva el juicio de amparo.