De acuerdo con el estudio “La pobreza persistente en México”, elaborado por la Universidad Iberoamericana, el salario mínimo constitucional en México debería ser de 4 mil 760 por persona, un promedio de 158 pesos por día, y no los 88.36 pesos que fijó la Conasami para este año.
Los 88.36 pesos diarios del salario mínimo no son suficientes para comprar, por ejemplo, algunos productos de la canasta básica mexicana como el huevo, frijol, pollo, azúcar, papa, jitomate, arroz, limón, cebolla y aguacate, los cuales registraron un aumento en sus precios los primeros días de enero.
De acuerdo con el estudio de la Ibero, México tiene los menores salarios mínimos por hora de América del Norte y América Latina.
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Ciudad de México, 12 de diciembre (SinEmbargo).– Para que un trabajador mexicano pueda cubrir sus necesidades básicas como alimento y vestido debe ganar un salario mínimo de 4 mil 760 pesos al mes, un promedio de 158 pesos por día, y no los 88.36 pesos que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) fijó para este año, así lo reveló un estudio de la Universidad Iberoamericana (Ibero).
De acuerdo con la investigación “La pobreza persistente en México”, elaborado por el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (Equide), de la Ibero, el salario mínimo constitucional por familia debiera ser de 19 mil 41 pesos mensuales, equivalentes a 4 mil 760 por persona en un hogar promedio de cuatro integrantes.
Los académicos Graciela Teruel Belismelis, Miguel Santiago Reyes Hernández y Miguel Alejandro López explicaron que un salario mínimo por debajo de los 100 pesos diarios, por ejemplo unos 95.4 pesos, sólo alcanzaría para solventar las necesidades mínimas para no caer en pobreza de un individuo, no de una familia. De una familia, el valor debiera ser de 353 pesos diarios.
“Los salarios mínimos que sean idénticos a la línea de pobreza serán ‘salarios de pobreza’, no dignos ni suficientes, porque sólo garantizan no caer en situación de pobreza, estando al límite de ella”, señalaron.
Uno de los resultados de los bajos salarios, dijeron los investigadores, es que 51.7 por ciento de los trabajadores mexicanos se encuentran bajo la línea de pobreza monetaria oficial, donde el trabajador sin seguridad social muestra mayor incidencia, 64 por ciento de ellos son pobres y no alcanzan a tener un ingreso suficiente para cubrir una canasta básica.
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A finales de noviembre de 2017 la Conasami anunció el aumento salarial de 10.4 por ciento, el cual ubicaría el salario mínimo en un monto de 88.36 pesos diarios, al respecto el Presidente Enrique Peña Nieto indicó que era un ajuste “histórico” que significaba un 20 por ciento más del salario mínimo que recibió su administración. Sin embargo, los 88.36 pesos diarios, siguen siendo de los más bajos de América Latina.
De acuerdo al Informe 2017 sobre Mercados Laborales y pobreza en América Latina de la Red de Pobreza y desigualdad AUSJAL, citado en el estudio de la Ibero, México es el país de América Latina donde la brecha entre el salario mínimo oficial y la línea de pobreza por hogar es mayor, cuatro veces.
Los 88.36 pesos diarios del salario mínimo no son suficientes para comprar, por ejemplo, algunos productos de la canasta básica mexicana como el huevo, frijol, pollo, azúcar, papa, jitomate, arroz, limón, cebolla y aguacate, los cuales registraron un aumento en sus precios los primeros días de enero.
Los precios de los energéticos también se han incrementado y han repercutido en la inflación. Desde el 2012, año en que el Presidente Enrique Peña Nieto inició su sexenio, los precios de los combustibles, la electricidad y sobre todo el Gas LP, han registrado incrementos graduales.
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En el caso del Gas LP, utilizado por el 76 por ciento de los hogares mexicanos, el precio se incrementó 58.96 por ciento. Es decir, con el dinero que una persona compraba dos cilindros de gas en 2012 ahora sólo le alcanza para comprar uno.
“México, un país donde la mitad de su población está en pobreza monetaria, tiene los menores salarios mínimos por hora de América del Norte y América Latina”, destacó el estudio de la Universidad Iberoamericana.
En lo que respecta al salario real, el que considera el incremento en la tasa de inflación, otro estudio pronostica un estancamiento para este 2018.
La Trades Union Congress (TUC), un organismo que agrupa a 50 sindicatos británicos, ubicó a México en la posición 22, de un total de 32 países, con una variación en el salario real de 0.7 por ciento para el 2018, lo que implica un estancamiento.