Recientemente, el Parlamento de Sao Paulo institucionalizó la prohibición de la venta de alimentos de proteína animal los lunes en las escuelas y oficinas públicas.
Alba Sanandreu
Sao Paulo, 12 de enero (EFE).- Sao Paulo ha dado un paso al frente en la implantación de los “los lunes sin carne”, una iniciativa aprobada esta semana por la Asamblea Legislativa de la mayor ciudad de Brasil, pero que aún puede ser vetada por el Ejecutivo en medio a la presión de los productores de proteína animal.
El Parlamento de Sao Paulo institucionalizó la prohibición de la venta de alimentos de proteína animal los lunes en los colegios y oficinas públicas, pero la campaña ya se aplica desde hace años en más de cien municipios del estado más poblado de Brasil.
Los “lunes sin carne” no llegarán a los hospitales públicos, ni tampoco a los establecimientos privados, pero su aprobación legislativa ha levantado ampollas en el sector cárnico, que pide urgentemente al gobernador de Sao Paulo, Gerlado Alckmin, que vete la polémica medida.
El impulsor de los “lunes sin carne”, el diputado Feliciano Filho, subrayó que detrás de la iniciativa está “el sufrimiento que un ser vivo tiene que pasar para que ese alimento llegue hasta las personas”.
En medio de la polémica, el legislador argumentó a través de las redes sociales que un día menos de carne significaría, tan solo en los comedores sociales de Sao Paulo, alrededor de seis toneladas menos de ese alimento, las cuales equivaldrían a 30 vacas adultas.
“¿Si sumamos las escuelas, cuántas y cuántas vidas estaremos salvando con un simple gesto?”, cuestionó Feliciano Filho, vegetariano desde hace casi 20 años.
El objetivo de la propuesta, según el diputado, es llamar la atención de la sociedad sobre “las consecuencias nefastas del consumo de carne”.
La ingesta excesiva de proteína animal, subrayó, tiene una influencia directa “en los derechos de los animales, en la crisis ambiental, en el calentamiento global, en la pérdida de biodiversidad, los cambios climáticos y diversas enfermedades cardiovasculares e degenerativas, además de colesterol, diabetes y hasta varios tipos de carne”.
El Diputado fue también el autor de una ley aprobada en 2014 que prohíbe el uso de animales en pruebas de cosméticos, perfumes y productos de higiene personal en Sao Paulo y de una norma que permitió la creación de la Delegación Electrónica de Protección Animal para denunciar malos tratos.
Los “lunes sin carne” cuentan con el amplio respaldo de la Sociedad Vegetariana Brasileña (SGB), que en los últimos años ha trabajado para la sustitución de la proteína animal por la vegetal en, al menos un día por semana, en el sector público.
“SVB cree que la sustitución de proteína animal por proteína vegetal será una realidad cada vez más frecuente, sea en escuelas, restaurantes populares o en el mercado y la sociedad como un todo”, resalta la asociación.
La iniciativa de los “lunes sin carne”se extiende a varias ciudades del mundo y forma parte de un campaña global a favor de la salud y el medio ambiente apoyada por numerosas organizaciones, pero en Brasil cuenta con el rechazo directo de uno de los sectores más poderosos del país.
El gigante sudamericano es uno de los principales productores, exportadores y consumidores de carne del mundo y su cadena productiva genera 4.1 millones de empleos directos e indirectos, según datos de la Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA)
“Asumiendo la ideología de un grupo específico, la aprobación del proyecto atropella la Constitución y los derechos de los ciudadanos que hoy residen en el Estado de Sao Paulo”, criticó ABPA. EFE