Ciudad de México, 16 de diciembre (SinEmbargo).-Un estudio realizado por el diario de divulgación científica, Nature, indica que si la tendencia de desaparición de miles de especies anual continúa con este o mayor ritmo, podría dar lugar a la próxima extinción en masa, lo que significa la pérdida de 75 por ciento de las especies para el año 2200.
Como si la noticia de los últimos cinco rinocerontes blancos del norte no fuera suficiente, este análisis indica que la "incertidumbre prevalece" cuando se trata de hacer un balance de la cantidad de vida que existe hoy en día y la rapidez con que se desvanecerá en un futuro.
El 41 por ciento de los anfibios, 26 por ciento de especies mamíferas y el 13 por ciento de especies de aves están amenazadas de extinguirse en los próximos cien años.
Estas cifras de la Lista Roja de especies en peligro de extinción de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) fueron suficientes para que la revista Nature hiciera un análisis sobre la sexta "gran extinción" de especies que habitan la Tierra.
A pesar de los numerosos estudios que tratan de medir el número de especies de animales, plantas y hongos que viven en la actualidad, el cual oscila entre menos de 2 millones a más de 50 millones.
"El problema es que los investigadores hasta ahora, con una pequeña porción de la biodiversidad de la Tierra hicieron una muestra y la mayoría de los grupos desconocidos habitan en pequeñas regiones del mundo que son rápidamente destruidos", explica el documento publicado.
Esta no sería la primera extinción en masa en la historia del planeta, pues han pasado cinco con anterioridad. Se calcula, que si existen 5 millones de especies animales y desaparecen a un ritmo del .72 por ciento al año, la siguiente sería en el año 2200 de acuerdo al estimado del análisis.
Las amenazas que enfrentan los anfibios que son los que se encuentran en mayor peligro son las epidemias devastadoras de los hongos chytrid, mientras que las grandes fracciones de mamíferos y aves enfrentan amenazas significativas por pérdida de hábitat y degradación, así como actividades humanas como la caza.
Los investigadores de este periódico semanal de ciencia tampoco están satisfechos con las medidas que se toman globalmente para la conservación de especies.
"Estas políticas podrían frenar la extinción, pero las tendencias actuales no dan mucho consuelo. En general, el estado de la biodiversidad está empeorando, en muchos casos de manera significativa", indicó Derek Tittensor, ecólogo marino de Conservación Mundial del Programa de las Naciones Unidas para el Centro de Monitoreo de Cambridge, en Reino Unido.
La explotación y la degradación del hábitat son las principales amenazas que enfrentan las poblaciones de animales con 37 y 31 por ciento respectivamente, que se deben a las actividades humanas como la caza, la sobre pesca. El cambio climático representa el 7 por ciento, aunque se estima que se convierta en un mayor factor con el tiempo.
El estudio busca que los gobiernos y científicos continúen un conteo más preciso para predecir cómo cambiarán los ecosistemas en el futuro, para que de esta forma los científicos contemplen problemas que no tenían previstos.
El humano fue el principal culpable de la aniquilación de los mastodontes y mamuts en la prehistoria. Posteriormente vieron perecer a las grandes alcas, las palomas migratorias y a los dodos en el tiempo histórico, y finalmente en los últimos tiempos, la humanidad también fue responsable de la desaparición del sapo dorado, el "demonio" de Tasmania y el delfín del río de Baiji.