Ciudad de México, 8 de diciembre (SinEmbargo).-Cambiar la mentalidad mediante la educación, no sólo es la solución para los problemas que padece el país, sino también para erradicar la crueldad contra los animales, propone Alejandro Herrera Ibáñez del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
"La propuesta es cambiar la mentalidad mediante la educación, es la solución para todos los problemas del país que está padeciendo", declaró en entrevista con SinEmbargo.
Con numerosos estudios, se sabe que los humanos no son los únicos seres vivos con sensibilidad, entonces la ética tiene que extenderse más allá del ámbito humano, expone el experto en ética ambiental y animal.
“La ética tiene que dejar de ser antropocéntrica, debe ser por lo menos zoocéntrica, o que también incluya a los animales no humanos sensibles”, explica Herrera Ibáñez.
El investigador afirma que la crueldad contra los animales se propicia desde el momento en que cobramos consciencia de que un individuo tiene sensibilidad, deja de ser objeto.
“El concepto de crueldad no tiene sentido para esta persona, pero que la crueldad es causar dolor de una manera arbitraria y voluntaria a un ser capaz de sufrir, estas personas están totalmente insensibilizadas moralmente hacia el sufrimiento moral", argumenta el experto.
Desde el momento en que se les considera inferiores, como si fueran objetos de uso, como cosas o como bienes inmuebles ni siquiera piensa si es cruel, pues cree que está en lo normal.
“No es lo mismo estar al lado de una piedra o de una silla que al lado de un individuo que muestra sensaciones de placer y de dolor, que tiene vínculos afectivos con nosotros o incluso vínculos agresivos que muestra que hay consciencia y eso nos mueve a todos a tener empatía con estos seres”, refiere Alejandro Herrera.
El especialista invita a tratar de entender la conducta de los animales, como cuando se comportan de manera agresiva y a darse cuenta que no somos los únicos seres en el planeta poseedores de consciencia y sensibilidad cuando existen más.
“Durante mucho tiempo hemos sido antropocéntricos en muchas cosas, como sentirnos entes privilegiados como los únicos dignos de ser tomados en cuenta en un sentido moral y este es el más reciente golpe al antropocentrismo, porque la moral tiene que ver con no hacer daño a los demás”, dijo Alejandro Herrera.
Un primer paso que propone el especialista que es dejarlos de llamar mascotas. El lenguaje tiene gran importancia y llamarlos así es tratarlos como objetos, opina, por eso propone que se les llame animales de compañía.
“Son compañeros, no objetos de uso. Entonces que se les trate así, que se les cuide y se les dé cariño como se haría a un niño en la casa –de acuerdo con cada naturaleza”, refiere Ibáñez.
Una de las consideraciones a tomar es que los animales deben cuidarse, pues no son los guardianes de la casa, ellos dan afecto y deben recibirlo también, por lo que no deberían estar en las azoteas sin protección del mal clima.
Uno de los ejemplos que expone sobre maltrato animal es el caso de los empresarios de circo. “Los cirqueros dicen querer a los animales, pero los quieren como se quiere una mercancía que les produce beneficio, no como a un ser de un valor propio de tipo moral”, expone.
El Distrito Federal se convirtió en la séptima entidad que prohíbe el uso de animales en espectáculos de circo, después de que la ALDF aprobara modificaciones. La Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó el 9 de junio una serie de adiciones y reformas a la Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos en el Distrito Federal, que prohíbe el uso de animales en circos.
Los cirqueros tienen hasta el 15 de julio del próximo año para adecuar su espectáculo de tal manera que no se utilice animales cuando se presente en la capital del país.
Alejandro Herrera explica por otra parte que hay un cambio que se está dando, pero quisiera que fuera mucho más rápido, a pesar de que hay mucha gente joven que ha cambiado, adultos también aunque menos.
De acuerdo con cifras de la asociación AnimaNaturalis, en México fallecen cada año unos 60 mil animales por maltrato.
En México no hay una ley federal que regule el maltrato animal y menos que lo sancione. Sólo en el Distrito Federal, donde la Asamblea Legislativa local (ALDF) aprobó castigar el maltrato y la crueldad animal, pero no tocó el tema de las corridas de toros y sólo permaneció como discusión en la cámara.