Ciudad de México, 28 de noviembre (SinEmbargo).– La volatilidad mostrada por el peso en las últimas dos jornadas prende otro foco rojo para la economía mexicana, que en las últimas semanas se ha visto marcada por la modificación en los estimados de crecimiento para este año y una baja en los precios del petróleo, advirtieron analistas.
Entre el miércoles y el jueves pasados, el peso cayó a niveles que no tenía desde 2011; incluso, ayer, llegó a números que no registraba desde hace 29 meses al haber cerrado en 13.77 pesos a la venta, con un retroceso de 5.85 centavos (0.43 por ciento).
En dos días, el peso acumuló una caída de 0.89 por ciento frente al dólar, luego de que tanto el miércoles como el jueves la moneda estadounidense llegara a cotizarse en niveles de 14 pesos por unidad. En lo que va del año, la depreciación acumulada es de 5.2 por ciento.
Sucursales bancarias ubicadas en la capital del país vendieron el dólar libre hasta en 14.08 pesos, un alza de ocho centavos comparado con la víspera, y lo compraron en un mínimo de 13.26 pesos.
Los mercados reaccionaron ante el desplome de los precios del petróleo y la negativa de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para reducir su plataforma de producción, que actualmente es de 30 millones de barriles diarios.
Analistas consultados por SinEmbargo plantearon que si bien es cierto que la volatilidad puede ser transitoria y el país tiene distintos mecanismos para anclar la paridad, no se debe desestimar lo que pasa en el mercado cambiario. “La realidad es que México está mostrando que la debilidad es más profunda de lo que se pensó”, consideró Alfredo Coutiño, director para América Latina en Moody’s Analytics.
TRES MESES DE VOLATILIDAD
Según los analistas, desde septiembre pasado comenzó la depreciación del peso frente al dólar estadounidense; incluso en octubre alcanzó sus niveles más bajos en dos años.
“Si nuestro tipo de cambio es flotante, no me preocuparía porque las tasas de interés en Estados Unidos han vuelto a bajar”, expuso Juan Musi Amioni, director general de CIEstrategias por Somoza Musi.
El titular del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, dijo el lunes que la volatilidad cambiaria actual es transitoria y que los sólidos fundamentos de la economía local deberán ayudar a anclar al peso.
Sin embargo, Coutiño planteó que México le está apostando a la recuperación mostrada por los indicadores estadounidenses, pero este beneficio podría no ser al nivel que espera el gobierno federal.
“Se puede beneficiar la economía pero no a las tasas que se había pensado, el hecho de que la SHCP [Secretaría de Hacienda y Crédito Público] haya corregido su pronostico implica que la realidad rebasó las expectativas oficiales de Hacienda, de Banxico y del mercado”, dijo.
Otros analistas aseguran que a pesar de la depreciación de las últimas semanas, el peso se mantiene fuerte en comparación con monedas de economías similares como la de Brasil, cuya moneda, el real, se ha devaluado 30 por ciento, las monedas chilena y colombiana 12 por ciento, mientras que el euro se ha depreciado 10 por ciento.
“Yo creo que el peso ha sufrido por esta incertidumbre que hay, estamos esperando que Estados Unidos se recupere al 100, pero también tenemos el problema de Europa ante una posible desaceleración, como en el caso de Alemania, y en México se volvieron a recortar los estimados de crecimiento y también seguimos en espera de que se pongan en práctica las leyes secundarias de las reformas estructurales”, expresó Sofía Santoscoy Pineda, analista de Bursamétrica.
Musi Amioni coincidió en que este año el contexto global ha sido muy desfavorable, pero en el caso de México, aunque las cifras de crecimiento han ido a la baja, han sido consistentes, no como en el caso de China que de registrar crecimientos de 12 por ciento pasó a crecer sólo 7 por ciento.
Un punto que resaltó fue el hecho de que en el paquete económico 2015 los legisladores hayan ajustado al alza la paridad peso dólar de 13.00 a 13.40 pesos por dólar, para compensar la baja en el estimado del precio de petróleo de 82 a 79 pesos por barril, “porque podría traer mayor inflación”.
“Podría implicar mayor inflación porque dentro de las importaciones podría tener un efecto de contaminación del tipo de cambio, pero también tiene una implicación positiva de que vas a vender petróleo más barato y pudiera significar una relación más equilibrada en la balanza comercial”, expresó.
Los analistas señalaron que si surgiera una nueva recesión en Europa, afectaría a México, pero por un tiempo limitado, ya que, gracias a las reformas estructurales, muchas empresas europeas vendrían a refugiarse al país.