Ciudad de México, 25 de noviembre (SinEmbargo).– En mayo de 2006, Norma Jiménez fue torturada sexualmente por elementos de la Policía Federal Preventiva y del Estado de México cuando protestaba en Atenco, Estado de México. Estudiaba Artes Plásticas y cuando llegó a la cárcel creyó que el abuso era parte de una estrategia de la policía para inhibir la protesta. Y se equivocó.
“Creí que la policía traía la orden de hacernos eso porque estábamos protestando, pero no, me di cuenta que es inherente a la detención de una mujer. El tocar tu cuerpo, ultrajarte, el estar ahí para el placer de un policía. A mi me dijeron: ‘el policía se excitó, le gustaste’, te dan esa explicación misógina y llena de condena hacia la mujer. La mayoría de las mujeres que van a la cárcel se enfrentan con eso”, recordó Jiménez.
Norma lucha hoy por quitarse el estigma de víctima ante la sociedad: “no soy una víctima, soy una sobreviviente de tortura y tengo que reconstruir una identidad a partir de lo que ocurrió”, dijo a SinEmbargo.
Como Norma, millones de mujeres sufren algún tipo de violencia en México. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) estima que más de 60 de cada 100 mujeres mexicanas mayores de 15 años ha padecido algún incidente de violencia en su vida, ya sea de pareja u otras personas.
Pero existen dos tipos de violencia extrema en contra de la mujer: el feminicidio y la tortura sexual, ambas arraigadas en México, explicó Catalina Ruiz Navarro, de JASS Asociadas por lo Justo, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
“Digamos que estos dos son los tipos de violencia más extremos que hay en contra de una mujer, pero existen otros tipos, como el ir por la calle y que un hombre se sienta con el derecho de decir algo a una mujer, en la familia, en el trabajo”, explicó.
Ruiz Navarro detalló que la violencia de género sucede muy cerca de cada mujer y en todos los rincones del mundo. No tiene que ver con que un país sea más desarrollado que otro, ni con cultura, raza o estrato social: “la desigualdad entre hombres y mujeres viene de hace siglos”.
“La mujer mexicana y los hombres mexicanos tienen que aprovechar mañana [ hoy] para hacer conciencia de las gran vulnerabilidad y peligro que significa ser una mujer en México hoy en día y siempre. Si algo hay que celebrar será a las mujeres valientes, a las defensoras de derechos humanos, a las activistas y sobrevivientes de violencia de género. Es un día para tomar conciencia sobre la grave situación que vive el país, que no ocurre de manera aislada, la violencia contra la mujer ocurre en todos los ámbitos, en los lugares más íntimos y cercanos a todos”, dijo.
En cuanto a las cifras, la experta detalló que en el país no existen los datos exactos, debido a que detrás de un número, hay una cifra negra, un subregistro que no se ve y que es difícil de calcular.
FEMINICIDIO: UN DELITO DIFÍCIL DE ACREDITAR
Aunque en México la mayoría de los estados tipificaron ya el feminicidio como delito y se avanzó en el marco normativo, lo cierto es que acreditar el asesinato de una mujer como tal, es casi imposible en más de la mitad de las entidades, dijo María de la Luz Estrada, coordinadora ejecutivo del Observatorio Ciudadano Nacional contra el Feminicidio.
De acuerdo con María de la Luz y los últimos datos del observatorio sólo en 14 estados se puede acreditar el feminicidio y en 17 es difícil o imposible hacerlo.
“El feminicidio es violencia extrema que acaba con la vida de las mujeres y es una deuda que el Estado tiene pendiente. En este día internacional, no sirve avanzar en derechos políticos y ciudadanos si a las mujeres las siguen asesinando por el hecho de ser mujer. Vivimos una tragedia, porque a pesar de que avanzamos en marcos normativos, no está repercutiendo de manera positiva para prevenir y sancionar la violencia contra las mujeres”, dijo Estrada.
Simplemente el tipo penal del feminicidio en México no permite que acreditar los casos. Por ejemplo entre 2012 y 2013 el Observatorio documentó que de 3, 892 asesinatos a mujeres en dos años, sólo 613 fueron investigados como feminicidios.
“Eso no quiere decir que fueron sentenciados: en el caso de Querétaro, de los únicos cinco casos que investigó como feminicidios y consignados, fueron reclasificados por las autoridades judiciales como homicidio calificado”, explicó.
En Tamaulipas no se acreditó, según los datos, ningún feminicidio, mientas que Aguas Caliente, Baja California Sur, Baja California, Durango, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo Léon, Tamaulipas, Tlaxcala y Zacatecas, sólo acreditaron unos cuantos.
En el caso del Estado de México de 535 asesinatos de mujeres, sólo fueron investigados como feminicidios 92; en Coahuila de 298, cuatro; en Guerrero de 297, 29 y en Chiapas de 155, 89.
María de la Luz dijo que el delito de feminicidio busca contribuir en la política criminal con perspectiva de género, para evidenciar que a las mujeres se les asesina por ser mujer.
Del total de los casos reportados, 21.7 por ciento fueron tiradas en terrenos baldíos, tiraderos, parques y aguas negras, mientras que 10 por ciento fueron localizadas en sus viviendas.
“Pero en un 65 por ciento de los casos la autoridad desconoce en el lugar dónde fue asesinadas la mujer y cuando se trata de feminicidio esto es importante. Toda muerte violenta de una mujer se debe investigar como feminicidio”, dijo.
Estrada indicó que aunque se avanzó en el marco normativo y se tipificó como feminicidio, no sirve de nada si no pueden acreditarse como tal.
Si al tipo penal imposible de México, se le suma la falta de una alerta de género que las organizaciones civiles han solicitado en distintos estados del país, sin éxito, el feminicidio es algo que los gobiernos buscan mantener como si no sucediera, agregó María de la Luz.
TORTURA SEXUAL: SUBREGISTRO DE DATOS
Mientras que el Distrito Federal (DF) tiene 367 denuncias de tortura en contra de mujeres en entre 2005 y 2012, el Estado de México (Edomex) no cuenta con una sola, porque no desglosa este tipo de información, informó Stephanie Brewer, coordinadora Internacional del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh).
Brewer informó que se solicitó información sobre las denuncias de mujeres en torno a la tortura a todas las procuradurías de los estados y a las comisiones de derechos humanos y varios contestaron que no cuentan con una sola denuncia.
Campeche, Durango, Hidalgo, Jalisco y Nuevo León contestaron que no cuentan con denuncias de mujeres alrededor de la tortura. El Estado de México informó que no desglosa las denuncias en torno al género.
En cuanto al DF, de acuerdo con datos de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), entre 2005 y 2012 se presentaron 367 denuncias.
Brewer explicó que aunque los datos no están desglosados por tortura sexual, la mayor parte de la tortura contra de la mujer tiene que ver con su sexualidad y con su género.
"La tortura tiene impactos diferenciados en las víctimas y también hay un patrón diferenciado de tortura a las mujeres, que tiene que ver con un componente sexual y componentes de roles de género", dijo.
Sobre los casos denunciados, la experta indicó que en los estados que sí registran datos sobre tortura, no existen sentencias.
"La regla es la impunidad absoluta, porque el MP [Ministerio Público] a veces ni siquiera registra la denuncia como tortura. Hay menos casos consignados, no están llegando los casos a los juzgados y si llegan, no hay sentencias", dijo.
En total hay sólo dos sentencias de tortura a nivel federal por tortura en contra de las mujeres. A nivel estatal hay menos de diez. En el DF hay cinco.
Natalia Pérez, de la Comisión de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, indicó que la impunidad en los casos de tortura en contra de la mujer es generaliza, debido a que las sentencias son mínimas y no hay castigo para los agresores.
“La impunidad es al 100 por ciento en los casos de tortura. Como prueba de esto es la actitud complaciente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos [CNDH] con la autoridad, así como la inactividad de la Procuraduría General de la República [PGR] para sancionar a los responsables o en su defecto llevar a cabo prácticas revictimizantes en el curso de una lenta y deficiente averiguación previa”, dijo.
Aunque el feminicidio y la tortura sexual son los dos tipos extremos de violencia en contra de la mujer, existen otros que también afectan a las mujeres mexicanas, como La Trata y la violencia laboral.
VIOLENCIA LABORAL
Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares más reciente (Endireh), el 30.1 por ciento de las empleadas en México ha sufrido algún tipo de violencia laboral. De ellas 23.8 por ciento la violencia se dio a través de la discriminación, y de ese porcentaje al 35.9 por ciento se le solicitó una prueba de embarazo para ser contratada.
A finales de 2013 Hilda Téllez Lino, Directora General Adjunta de Quejas y Reclamaciones del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), narró a SinEmbargo la historia del caso de Jovana, una joven mujer que solicitó su incapacidad por embarazo de 90 días a la Junta Especial número 11 de la Federal de Conciliación y Arbitraje, dependencia que paradójicamente le suspendió hasta sus quincenas.
La dependencia, que se encarga precisamente de respaldar a un trabajador, brindarle asesoría y defensa cuando es despedido injustificadamente por su empleador, le dejó de pagar a la mujer por el hecho de estar embarazada, según documentó Conapred.
Jovana tenía el puesto de Auxiliar Dictaminador en la Junta desde hace varios años cuando quedó embarazada. Al momento de tomar su incapacidad lo hizo conforme a sus derechos laborales, 90 días, sin embargo su patrón no respetó es plazo.
De acuerdo con Hilda, la dependencia federal contrató a Jovana en la plaza de Auxiliar de Junta Especial de Estructura en el Distrito Federal, con vigencia del primero de septiembre al 31 de diciembre de 2013 y la incluyó en el Servicio Profesional de Carrera. Aunque el patrón reparó el daño económicamente, victimizó a una mujer embarazada, una práctica regular en el país tanto de empresas privadas, como públicas.
Según los datos de Conapred entre 2011 y 2012, los casos de discriminación de despido laboral por embarazo casi se duplicaron al pasar de 55 a 90.
En cuanto a las empresas las hay tanto públicas como privadas. Una de las dependencias estatales en la lista negra es la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que hacía pruebas de embarazo entre los exámenes médicos de admisión sistemáticamente.
Sobre las compañías privadas, Conapred tiene en la lista a más de 160 nombres donde desfilan una serie de marcas conocidas. Mexicanas e internacionales que representan a empresas comercializadoras, de seguro, de limpieza, restaurantes, hospitales, universidades (de reconocido prestigio), reclutadoras, mantenimiento, seguridad, bancos y telecomunicaciones.
Entre algunos de los nombres figuran: Universidad del Valle de México, Universidad del Claustro de Sor Juana, Instituto Carlos Pellicer, Palacio de Hierro, Mega Comercial Mexicana sucursal Mega Pilares y L’Oreal Paris, Servicios profesionales en Administración LPM, Universidad Vasco de Quiroga A.C. Campus Tacámbaro, Samsung Electronics México, Banco Azteca S.A, “Banco Nacional de México”, S.A., (Banamex), Scotiabank Inverlat, Nestlé, Campbells de México S.A de C.V, MC Donals y Sears.
Así como Soriana, Monex Casa de Bolsa, S.A. de C.V, Grupo Gigante, Bodega Aurrera, Interjet, Empresa Pharmasol, Sección Amarilla, Radio Movil Dipsa, S.A. de C.V. Telcel y Wal Mart.
LA TRATA AFECTA A LAS MÁS VULNERABLES
De acuerdo con el último Diagnóstico Sobre la Situación de la Trata de Personas en México de la CNDH, se documentaron 2,105 averiguaciones previas en el país en el periodo 2009-primer semestre de 2014, pero sólo 756 se consignaron ante un juez federal y local.
Es decir, sólo el 7.2 por ciento de los casos derivaron en una sentencia condenatoria, por lo que la CNDH solicitó en su informe más recursos al gobierno federal y los estados para prevenir y erradicar este delito que afecta en su mayoría a mujeres y niños.
En cuanto a las mujeres, este tipo de violencia de género afecta a las más vulnerables, como menores de edad, migrantes, indígenas y a quienes viven en extrema pobreza o en exclusión social, indicó Mariana Ruenes, directora de Sin Trata A. C.
“La trata de personas implica la extracción de una persona de su entorno seguro; segundo a través de amenaza y otros métodos de coerción se obtiene que otra persona acepte. El 83 por ciento de la explotación es sexual y la mayoría de las víctimas son mujeres”, dijo.
La activista explicó que la “vulnerabilidad es una puerta abierta” para la trata de personas, es decir, mientras más situación de pobreza y exclusión social viva una mujer, es más fácil de ser engañada por los tratantes.
“Cualquiera puede ser víctima de trata, si la vulnerabilidad es una puerta abierta, una mujer que vive en exclusión social, pobreza, migrante o con una discapacidad, son las más afectadas. Hemos trabajado con hombres que fueron tratantes que están en la cárcel y ellos dicen que van a las comunidades para engancharlas con promesas de amor, falsas promesas de trabajo y fama”, explicó.
Aunque de acuerdo con la CNDH sólo 7.2 por ciento de los casos investigados por trata fueron sentenciados, Ruenes indicó que en comparación con otros países, México cuenta con un nivel mayor de ataque a estos casos.
Por ejemplo, la activista citó a España, país que únicamente consignó 11 casos en los últimos años.
