Ciudad de México, 13 de noviembre (SinEmbargo).-La seguridad alimentaria podría verse afectada en los próximos años por el cambio climático el cual afectará la distribución y abundancia de los recursos pesqueros en el orbe.
Es por ello que el académico Alonso Aguilar Ibarra, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM advirtió que México no cuenta con acciones específicas de adaptación para enfrentar estos efectos.
A nivel mundial, el país se ubica entre los primeros 15 lugares de la producción de pesca, pero se estima una baja de entre 4 y 5 por ciento para el año 2050, explicó Aguilar Ibarra durante el XXXIV Seminario de Economía Agrícola, Cambio Climático en el Sector Agropecuario.
El primer paso para instrumentar las acciones específicas sería abordar los problemas de sobrepesca y degradación de ecosistemas, con un enfoque local y sostenible ya que se espera que los impactos más graves en México se registren en los litorales.
Para dichas conclusiones, el investigador de economía explicó que a nivel local se estudiaron la pesca de camarón y sardina en 17 entidades costeras a fin de estimar las ganancias o pérdidas del sector, lo cual resultó un trabajo inédito. Además se utilizaron escenarios climáticos del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Los modelos estiman que la temperatura media del Golfo de México será constante, pero aumentará un grado centígrado en 2030, mientras que la del Pacífico será de 0.5 a 1.5 en el mismo año.
Además, los resultados de la investigación estiman que la producción del crustáceo disminuya y la del pez aumente en las próximas décadas, con relación al incremento en la temperatura oceánica.
El experto explicó que la pesca de sardina fluctúa de una década a otra, con periodos de abundancia y de baja disponibilidad. Por esta razón, no puede utilizarse el producto en medidas de adaptación a modificaciones climáticas futuras.
Alonso Aguilar Ibarra aseguró que para un manejo sostenible del sector se requieren más trabajos de investigación y estudios de los impactos biofísicos, ecológicos y económicos.
La organización Greenpeace explica que los mares y océanos de México y del mundo están en crisis por la sobreexplotación de los productos pesqueros.
"Cada año es menor la cuota de captura de las especies que más consumimos y esto se debe a que no se permite la adecuada recuperación de las poblaciones de pescados y mariscos. Por ello es importante que exista una política pesquera que mantenga un sano equilibrio económico, ambiental y social para preservar esta actividad", explica.
En México la captura per cápita de pescados y mariscos ha bajado 30 por ciento desde mediados de los años 80, lo que ha provocado una sobreexplotación de diversas pesquerías.
Además que la sobrepesca y la pesca sin regular también provocó la desaparición de gran parte de la población de la vaquita marina, especie de marsopa que únicamente vive en el Alto Golfo de California y que podría extinguirse en su totalidad en el 2018 debido a que por años han caído en las redes de los pescadores de camarón, tiburón y totoaba.