Cancún, 6 Nov (Notimex).- Las dinámicas cambiantes de los mercados de las drogas exigen el intercambio de experiencias y de resultados, dijo el encargado de Enlace y Partenariado de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), Antonio Luigi Mazzitelli.
Entrevistado en el marco del Congreso Internacional de Enfoques Integrales para la Atención de Bienestar Global y el 45 aniversario del Centro de Integración Juvenil (CIJ), señaló:
“La responsabilidad, tanto de las instituciones como de la sociedad civil, es unirse en un frente común que permita anticipar el futuro y dar una respuesta novedosa al fenómeno del consumo de sustancias, a través de la formulación de políticas de drogas enfocadas en la persona, no en la droga”.
Mazzitelli dijo que representantes de las organizaciones de Estados Americanos (OEA) y de Naciones Unidas (ONU) rechazaron la discusión para la legalización de la mariguana.
Explicó que en los últimos ocho años han aparecido 350 nuevas drogas, con consumidores más jóvenes, y por ello, aseveró, el debatir su legalización resulta sin sentido.
“Un debate del gobierno sobre la legalización, es un debate que ya no tiene sentido, legalizarlo o no legalizarla no tendrá ningún impacto en el futuro, en la salud de las nuevas generaciones, de las generaciones futuras. Es un debate que mira a una sustancia y no a la verdadera salud de las personas”, mencionó.
Por otra parte, el secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana para el Abuso de las Drogas de la OEA, Paul Simons, se pronunció por humanizar el problema como México lo ha venido haciendo, por lo que resulta éste un socio estratégico.
“Los temas que están cubriendo son los más importantes, el tema de la formulación política con base en la evidencia, nuevas tendencias en tratamiento y prevención y temas muy importante como el encarcelamiento, es un tema muy importante para la OEA”, mencionó.
Por su parte, el presidente del Patronato del Centro de Integración Juvenil, Roberto Tapia, informó que el consumo de la mariguana ha casi duplicado el del cigarro y el alcohol, dado que ha disminuido la percepción de riesgo.