Ciudad de México, 7 de noviembre (SinEmbargo).- La leyenda del punk y del new wave, Chrissie Hynde, fundadora del grupo inglés The Pretenders, promovió en Nueva York el uso de un carro ecológico por las calles de Nueva York, en vez de usar el típico carruaje con caballos.
Como si se tratara de los años cuando gobernaba Abraham Lincoln, algunos recorridos turísticos en la "ciudad que nunca duerme" todavía son en un carruaje jalado por caballos como en Central Park y Manhattan.
Para ofrecer un concierto en el Teatro Beacon, la cantante llegó a la calle de Broadway en un vehículo estilo clásico especialmente construido por el diseñador Jason Wenig de Florida, Estados Unidos y por un grupo defensor de los derechos de los animales llamado NYCLASS.
El dilema de la erradicación de estas prácticas comenzó en abril de este año cuando el alcalde de la ciudad de Nueva York Bill de Blasio propuso que el Consejo local sea quien tome esta decisión.
La propuesta de De Blasio es usar estos carruajes eléctricos que significaría la creación de empleos también.
"Si quieren un viaje histórico por la ciudad de Nueva York y un viaje romántico en Central Park, les sugerimos que usen este transporte en vez de los carruajes con caballos. Esperamos ver el fin de esta práctica muy pronto", exclamó la cantautora de rock al descender de su vehículo acompañada de dos hombres con máscaras de plástico de caballos.
Tanto activistas como la población local exige que se termine esta práctica aunque existe una gran polémica sobre si este transporte debería o no desaparecer, ya que incluso se creó un movimiento para salvar estos carruajes con caballos, que es apoyada por el actor Liam Neeson.
A mediados de octubre, dio inicio una petición en la plataforma Change.Org para apoyar la legislación que prohibiría estos carruajes en Nueva York este año por tratarse de una práctica "inhumana y peligrosa".
La petición explica que los caballos trabajan en las calles llenas de gente y congestionadas de estos lugares neoyorquinos. "El movimiento lento y endeble de los carruajes son sólo accidentes a punto de ocurrir, pues son tirados por caballos sensibles e impredecibles que pesan entre 600 y 700 kilos y pueden asustarse y sentir terror a la menor provocación en pleno tráfico", explica la misiva que va dirigido al consejo de Nueva York.
"Este no es el tipo de trato que estos animales majestuosos merecen. Los tiempos están cambiando y más gente alrededor del mundo se opone a esta práctica. Es tiempo de ponerle fin a esta industria y que la ciudad de Nueva York se mueva al siglo XXI por compasión con estos seres vivos", finaliza la petición que cuenta ya con casi 13 mil firmas.
De acuerdo al grupo que se opone a que prohiban esta actividad en Manhattan y Central Park, el grupo que apoya la legislación está conformado por "activistas radicales defensores de los derechos de los animales" como las Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) a quienes acusan de creer que "las personas no deberían hacer NADA con los caballos en general y esto incluye 'manejarlos'".
La ciudad de Cartagena en Colombia también está en la mira por el uso de estos carruajes y por mantener en terribles condiciones a los caballos que jalan de este transporte. En septiembre fue un foco alarmante después de la muerte de un caballo a causa de un paro cardiorrespiratorio en una calle cuando transportaba a varios visitantes.
El funcionamiento de estos carruajes está regulado por Cartagena que incluso establece un horario de trabajo para los animales que es de 6 horas, con descansos intermedios, además de la implementación de un chip en los equinos.
En Acapulco se prohibieron las típicas calandrias, carruajes abiertos que eran jalados por caballos en la Avenida Costera Miguel Alemán como parte de un atractivo turístico. Desde 2014, el Congreso de Guerrero aprobó la Ley de Bienestar Animal que también prohíbe el uso de animales en espectáculos y circos, así como peleas de perros.