Por Cavan Sieczkowski
Ciudad de México, 2 de noviembre (SinEmbargo/HuffPost).- ¿Qué pasaría si las princesas Disney tuviesen cinturas reales? Pues, estarían increíbles. No hay duda.
La ilustradora de Buzzfeed, Loryn Brantz decidió corregir digitalmente a seis famosas princesas —Ariel (La Sirenita), Pocahontas (Pocahontas), Jasmine (Aladdin), Bella (La Bella y la Bestia), Aurora (La Bella durmiente) y Elsa (Frozen)— para mostrar cómo serían las heroínas de dibujos animados si sus medidas fuesen más realistas. Después de todo, si estos personajes representan a personas en películas para niños, deberían parecerse más a la gente real, ¿no?
"Como mujer a la que le encanta Disney y que se ha enfrentado a problemas relacionados con el físico, esto era algo que siempre quise abordar, especialmente después de ver Frozen", explicó este jueves Brantz a la edición estadounidense de The Huffington Post mediante correo electrónico . "Aunque me encantó la película, me horrorizó que el personaje principal no hubiese cambiado respecto a los de los años 60. La industria de la animación ha estado históricamente dominada por los hombres, y creo que eso ha contribuido a que los dibujos tengan proporciones tan extremas — ¡sus cuellos son casi siempre tan grandes como sus cinturas!".
Pensando en el argumento en defensa de cómo tendría que ser una Barbie más real, otros también han puesto de relieve las proporciones poco prácticas de las princesas Disney en comparación con los cuerpos del mundo real.
El año pasado, la artista Meridith Viguet logró llamar la atención sobre una guía que relializó sobre cómo deberían ser una versión más cercana de las princesas Disney. Los dibujos femeninos de Disney, aseguraba, suelen tener el cuello más largo y delgado, los hombros estrechos, usan una copa B o C de sujetador y sus cinturas son "ligeras aunque bien definidas". Pero no te puedes fijar en las caderas, porque las princesas Disney no suelen tenerlas, decía Viguet en su tutorial, utilizando a Meg (de Hércules) como ejemplo. "Sus curvas no salen de tener auténticas caderas, sino de conectar los muslos con una cintura estrecha", explica Viguet sobre Meg.
"Como niños no nos damos cuenta de que estas imágenes que vemos en los medios nos afectan, pero definitivamente lo hacen", contó Brantz en HuffPost. "Los medios con posibilidad para cambiar la forma en que las mujeres son vistas y se ven a sí mismas deberían empezar a tomar responsabilidades Sólo hay que mover un poco la línea para hacer las cinturas de esas mujeres menos extremas, y aún así serían igual de hermosas y mágicas".