Ciudad de México, 12 de octubre (SinEmbargo).– Por un lado la Policía, por otro decenas de encapuchados; sin embargo, los manifestantes de Hong Kong siguen saliendo a las calles y se mantienen firmes para exigir un gobierno más democrático.
16 días y los plantones y los cercos continúan sin que importe el ambiente hostil.
Este lunes, al menos 500 personas –en su mayoría encapuchadas– del grupo pro-Pekín que se identificó como Asociación de Sociedades de Nuevos Territorios, increpó a los activistas en su campamento, el cual está rodeado de vallas.
"Llegaron de repente, algunos con objetos punzantes y empezaron a cortar los cables que sujetan las vallas. Una vez dentro, empezaron a empujarnos e increparnos", dijo a Efe Jeff Mui, uno de los estudiantes que fue testigo de los altercados.
Varios de los opositores a las protestas intentaron acabar con el platón. Por un lado, personas a pie intentaron quitar las rejas de metal, algunos taxistas inclusive intentaron pasar por las tiendas de campaña. Todo termino en un enfrentamiento entre ambos bandos.
"La policía no hizo nada por proteger nuestras tiendas y propiedades mientras eran literalmente destruidas", declaró a la agencia Efe, Mar Hoi, una estudiante local.
40 minutos duró el enfrentamiento, pero la Policía llegó al final. Sólo arrestó a tres personas con armas de fuego.
Tras la primera ola de choque “civil”, decenas de ciudadanos salieron a las calles de Hong Kong para reforzar las barricadas utilizando todo tipo de materiales, incluyendo palos de bambú, cables y rollos de plástico, e instalar más tiendas de campaña, donde permanecen los activistas desde el pasado 28 de septiembre.
Pero, ¿quiénes son estos activistas que mantienen cercado el centro financiero más importante de Asia? Son, en mayoría, estudiantes; no obstante hay obreros y campesinos y amas de casa e incluso la comunidad internacional se ha sumado a su causa.
¿Qué piden? Democracia, libertad, igualdad, derecho de voto universal. En concreto, presionar al gobierno de China para que otorgue derecho total al sufragio universal a la excolonia británica.
Hasta ahora, las autoridades se ha rehusado a ceder en su postura.
Ante las negativas, los grupos prodemocracia respondieron con Occupy Central, una campaña para cercar el distrito financiero de la ciudad, lugar en el que se localizan muchos bancos y empresas.
Luego de esta acción, los operativos de la policía china se tornaron más violentos, inclusive aumentaron el uso de gas y violencia.
"¿Deberíamos rendirnos? ¡No!", gritan en sus marchas.
Muchos de los manifestantes han utilizado la tecnología y las redes sociales a su favor. A tal grado de traducir en 13 idiomas las acciones de protesta en tiempo real. Y aunque China comenzó a bloquear contenido de las manifestaciones, el mensaje ha logrado colocarse a nivel internacional.
Así es como la llamada “Revolución de los paraguas” tiene más relación con movimientos sociales como Occupy Wall Street en Nueva York o el 15M en España, en comparación a la relación que guarda con sus equivalentes en el mundo árabe.